ORIENTACIÓN TÉCNICA
MANEJO INTEGRAL DEL PIE DIABÉTICO

Subsecretaría de Salud Pública
División de Prevención y Control de Enfermedades
Departamento de Enfermedades no Transmisible
GLOSARIO DE TÉRMINOS
ADA Asociación Americana de Diabetes
ADA American Diabetes Association
ALAD Asociación Latinoamericana de Diabetes
AM Adulto Mayor
ARA II Antagonista de los receptores de angiotensina II
CA Curación Avanzada
CV Cardiovascular
FINH Fundación Instituto Nacional de Heridas
DACC Gasa con Cloruro de Dialquil Carbamoilo
DM Diabetes Mellitus
DN4 Douleur Neuropathique 4 (dolor neuropático)
EAP Enfermedad Arterial Periférica
ECV Enfermedad Cardiovascular
ECVA Enfermedad cardiovascular ateromatosa
EL Espuma Limpiadora
ERC Enfermedad Renal Crónica
FDA Food and Drug Administration
FR Factor de Riesgo
IECA Inhibidor de la enzima convertidora de angiotensina
ITB Índice Tobillo Brazo
IWGDF International Working Group of Diabetic Foot
NDP Neuropatía diabética periférica
OCDE Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico
OMS Organización Mundial de la Salud
OTE Orientación técnica
PA Presión Arterial
PAD Presión Arterial Diastólica
PAS Presión Arterial Sistólica
PD Pie diabético
PGA Productos de glicación avanzada
PHMB Polihexametileno biguanida
PSCV Programa de Salud Cardiovascular
RAC Razón albúminuria creatinuria
S.S. Servicio de Salud
UPD Úlcera de pie diabético
3
Orientación Técnica | Manejo Integral del Pie Diabético
CONTENIDO
Glosario de términos 2
Autores 4
Grupo Revisor (en orden alfabético) 5
Recomendaciones Claves 7
1. Introducción 9
Descripción y epidemiología del problema de salud 9
Alcance de la OTE 10
Objetivos de la Orientación Técnica 10
2. Factores de Riesgo de Pie Diabético 11
2.1. Neuropatía periférica 12
2.2. Enfermedad Arterial Periférica 18
2.3. Deformidad del Pie 21
3. Úlcera del Pie Diabético 25
4. Manejo del paciente con UPD 27
4.1. Tratar los procesos patológicos subyacentes 28
4.2. Enfermedad arterial periférica obstructiva e isquemia crítica 30
4.3. Manejo local de la úlcera de pie diabético 30
4.3.1. Determinación de Severidad de la UPD 35
4.3.2. Valoración de la carga bacteriana en heridas y úlceras 41
4.3.3. Determinación de Protocolo: Curación Avanzada (CA) 47
4.3.4. Rehabilitación y Ayudas Técnicas 58
5. Complicaciones de una UPD y su tratamiento 62
5.1. Manejo UPD con infección leve 63
5.2. Manejo UPD con infección moderada 63
5.3. Manejo UPD con infección severa 64
5.4. Osteomielitis 67
6. Otros aspectos a considerar 69
6.1. Manejo Podológico 69
6.2. Manejo de los problemas de la piel de personas con UPD 71
6.2.1. Onicomicosis 71
6.2.2. Onicocriptosis y Paroniquia 73
6.2.3. Tinea Pedis 74
7. Aspectos nutricionales en la cicatrización de úlceras de pie diabético 76
8. Aspectos de salud mental a observar en paciente cursando úlcera del pie 80
9. Aspectos educativos a entregar a la persona en riesgo y cursando UPD 81
10. Anexos 85
11. Referencias 101
4
Orientación Técnica | Manejo Integral del Pie Diabético
AUTORES
Autora principal y Coordinadora
E.M. Carolina Neira Ojeda
Enfermera matrona. Profesional Asesor Departamento de Enfermedades
No Transmisibles, División de Prevención y Control de Enfermedades,
Ministerio de Salud.
Autores (por orden alfabético)
Dr. Cristián Salas
Médico cirujano vascular. Hospital del Salvador, Clínica Las Condes y
Fundación Instituto Nacional de Heridas.
Dr. Cristóbal del Valle
Médico fisiatra. Hospital San Borja Arriarán, Asociación Diabéticos de
Chile (ADICH), Protéx rehabilitación integral.
Dr. Francisco Salvador
Médico internista, infectólogo. Hospital Regional de Antofagasta,
Profesor asistente adjunto de la Facultad de Medicina y Odontología,
Universidad de Antofagasta, Referente de Pie Diabético Programa
de Salud Cardiovascular Región de Antofagasta, Coordinador del
Comité Latinoamericano de Infecciones en Diabetes de la Asociación
Panamericana de Infectología.
Dr. Guido Espinoza Médico fisiátra. Hospital del Salvador, Prótex rehabilitación integral.
Dra. Maria José Espinoza Médico fisiátra. Instituto Teletón Santiago, Prótex rehabilitación integral.
Dra. Catherina Moll
Médico cirujano, MSc. Profesional Asesor Departamento de
Enfermedades No Transmisibles, Ministerio de Salud.
Dra. Verónica Mujica
Hospital Regional de Talca, Servicio de Salud del Maule, Sociedad
Chilena de Endocrinología y Diabetes.
Dra. Javiera Busquets
Médico cirujano. Profesional Asesor Departamento de Enfermedades No
Transmisibles, Ministerio de Salud.
E.M. Carolina Neira
Enfermera matrona. Profesional Asesor Departamento de Enfermedades
No Transmisibles, Ministerio de Salud.
E.M. Patricia Morgado
Enfermera matrona. Asesora Fundación Instituto Nacional de Heridas,
Ministerio de Salud y Organización Panamericana de la Salud.
E.U. Isabel Aburto
Enfermera. Directora Fundación Instituto Nacional de Heridas, Presidenta
Sociedad de Enfermeras Latinoamericana en Heridas (SELH).
E.U. Pía Venegas
Enfermera, MSc. Profesional Asesor Departamento de Enfermedades No
Transmisibles, Ministerio de Salud.
Klga. Katherina Hrzic
Kinesióloga. Departamento de Rehabilitación y Discapacidad, División de
Prevención y Control de Enfermedades, Ministerio de Salud.
Nut. Christine Kreindl
Nutricionista. Magíster en Nutrición y Alimentos, Mención en Nutrición
Humana. Universidad de Chile y Fundación Instituto Nacional de Heridas.
Nut. Natalia Dinamarca
Nutricionista. Departamento Modelo de APS, División de Atención
Primaria, Ministerio de Salud.
Q.F. Karina Castillo
Químico Farmacéutico. Departamento Modelo de APS, División de
Atención Primara, Subsecretaría de Redes Asistenciales, Ministerio de
Salud.
5
Orientación Técnica | Manejo Integral del Pie Diabético
GRUPO REVISOR (EN ORDEN ALFABÉTICO)
Dr. Daniel Marante Endocrinólogo. Unidad de Diabetes, Hospital Regional de Antofagasta.
Dr. Guillermo Callpa Médico cirujano. CESFAM Central Calama.
Dr. José Vicente Jara
Médico internista. Hospital Padre Hurtado, CESFAM San Rafael de La
Pintana, Asesor técnico Departamento de Enfermedades No Transmisibles,
Ministerio de Salud.
Dr. Marcos Javier Peralta
Médico cirujano. Departamento de Salud de Sierra Gorda, Médico de
Postas de Salud Rural Baquedano y Sierra Gorda.
Dra. Carmen Gloria Aylwin
Diabetóloga. Hospital Dipreca, Profesora Facultad de Medicina,
Universidad de los Andes, Presidenta Sociedad Chilena de Endocrinología
y Diabetes.
Dra. Helia Morales
Médico Internista-Diabetóloga-Magister en Nutrición, Universidad de los
Andes, Clínica Universidad de los Andes.
Dra. Isidora Prado
Médico cirujano. Departamento Modelo de APS, División de Atención
Primaria, Subsecretaría de Redes Asistenciales, Ministerio de Salud.
Dra. Soledad García
Médico Familiar. Asesor Encargada PSCV, Departamento APS y Red
Asistencial, Servicio de Salud Araucanía Sur.
E.U Bernardo Jil
Enfermero. Encargado Unidad Transversal y Procedimientos Clínicos
CESFAM Arauco, Ilustre Municipalidad de Santiago.
E.U Carolina Vergara
Enfermera. Unidad de Curaciones Avanzadas, Dirección Administración de
Salud Ilustre Municipalidad de Concepción.
E.U Consuelo Córdova
Enfermera. Encargada Ciclo de Vida Adultez, Adultez Mayor,
Departamento de Atención primaria, Servicio de Salud Osorno.
E.U Elizabeth González
Enfermera. Encargada Salud Cardiovascular y Adulto Mayor,
Departamento Ciclo Vital, Subdirección de gestión Asistencial, Servicio de
Salud Metropolitano Occidente.
E.U Olaya Padilla
Enfermera. Encargada de pie diabético y curaciones avanzadas, Servicio
de Salud Hospital Regional Libertador Bernardo O’Higgins, Centro de salud
Rancagua.
E.U. Sebastián Galvez Enfermero. Coordinador CECOSF Oasis.
E.U. Elvira Villegas Enfermera. Policlínico Pie Diabético, Hospital Salvador.
E.U. Carolina Bonilla
Enfermera. Clínica Hospiltal San Pablo de Coquimbo, Magíster en
farmacoterapia para enfermería y dermatología, podología Universidad de
Valencia. Especialista en Salvamento pie diabético San Elián
E.U. Paula Saéz Glaser
Enfermera. Diplomada en Dermatología, heridas y ostomias de la
Universidad del Desarrollo. Enfermera a cargo de Poli Curaciones: Hospital
Regional de Antofagasta.
Est. Alonso Prieto Pozo
Estudiante de Medicina Universidad de Antofagasta. Colaborador Docente
Dr. Francisco Salvador.
Nut. David Leiva
Nutricionista. Asesor y referente técnico Departamento Ciclo Vital.
Subdirección de Gestión Asistencial, Servicio de Salud Metropolitano
Occidente.
Nut. Ester Arias Nutricionista. CESFAM Pudahuel Estrella.
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Orientación Técnica | Manejo Integral del Pie Diabético
T.O Soledad Bunger
Terapeuta ocupacional. Unidad de Rehabilitación, Departamento de
Gestión de Procesos Asistenciales Integrados, Subsecretaría de Redes
Asistenciales, Ministerio de Salud.
Edición
Dra. Javiera Busquets, Médico cirujano.
Profesional Asesor Departamento de Enfermedades No Transmisibles, Ministerio de Salud.
Dr. Vicente Jara, Médico Internista.
Hospital Padre Hurtado, CESFAM San Rafael de La Pintana, Asesor técnico Departamento de Enfer-
medades No Transmisibles, Ministerio de Salud.
Dra. Mélanie Paccot, Magíster en Salud Pública
Jefa Departamento Enfermedades No Transmisibles, División de Control y Prevención de Enfermeda-
des, Ministerio de Salud.
Responsables Técnicos
Dra. Mélanie Paccot, Magíster en Salud Pública
Jefa Departamento Enfermedades No Transmisibles, División de Control y Prevención de Enfermeda-
des, Ministerio de Salud.
Dra. Sylvia Santander
Jefa División de Prevención y Control de Enfermedades, Subsecretaría de Salud Pública, Ministerio
de Salud.
7
Orientación Técnica | Manejo Integral del Pie Diabético
RECOMENDACIONES CLAVES
I. Prevención de la Úlcera del Pie Diabético
El principal objetivo de la atención de las personas con diabetes mellitus es prevenir las complica-
ciones producto de esta enfermedad, dentro de las cuales se encuentra la Úlcera de Pie Diabético.
Los principales focos y componentes son:
Al ingreso, todo paciente diabético se debe evaluar con la Escala de Estimación del riesgo de
ulceración del pie.
La frecuencia de evaluación de los pies se debe ajustar en función del riesgo de ulceración
obtenido y, según ésta, controlar cada 3, 6 y 12 meses.
Esta evaluación puede ser realizada por médico y/o enfermera(o).
En contexto del control cardiovascular con otros profesionales tales como nutricionista,
químico farmacéutico u otros estos siempre deben preguntar sobre posibles factores de riesgo
de ulceración y reforzar medidas de autocuidado.
En cada control médico y de enfermería cardiovascular se debe evaluar como mínimo:
1. Factores de riesgo
2. Apariencia del pie y presencia de lesiones
3. Sensibilidad con monofilamento
4. Palpación de pulsos
La evidencia recomienda realizar la evaluación del pie con las pruebas de descarte de
neuropatía diabética y enfermedad arterial periférica por médico y/o enfermera(o).
Como mínimo realizar:
La palpación de pulso tibial posterior y pedio como tamizaje de Enfermedad Arterial Perifé-
rica.
Una prueba de tamizaje de neuropatía diabética, en lo posible dos. Usar de forma prioritaria
el monofilamento de 10g. Se sugiere integrando el uso de diapasón de 128 Hz como prueba
complementaria. (Grado 1B)
Se recomienda el uso de ayuda técnica según riesgo obtenido. (Grado 2C - Grado 1B). Los
pacientes con neuropatía diabetica periferica requieren descarga de las áreas en riesgo del pie
para redistribuir las presiones de forma homogénea. Una descarga inadecuada conlleva daño
tisular y ulceración. (Grado 1 B)
Se recomienda educar al paciente sobre los cuidados del pie y autocuidado. (Grado 1C)
Se recomienda manejo podológico a toda persona con DM. (Grado 1C)
8
Orientación Técnica | Manejo Integral del Pie Diabético
II.Pacientes cursando con una Úlcera del Pie Diabético (UPD)
El objetivo principal del manejo de la úlcera de pie diabético es la cicatrización de ésta y evitar la
recidiva.
Los principales focos y componentes del tratamiento de la UPD se centran en el trabajo
multidisciplinario donde los objetivos son :
1. Tratar los procesos patológicos subyacentes como, por ejemplo,
La isquemia grave.
El control metabólico (Grado 2B) y control de factores de riesgo tales como hiperten-
sión arterial, dislipidemia y tabaquismo.
Las deficiencias nutricionales.
2. Garantizar irrigación sanguínea adecuada: se debe evaluar y descartar Enfermedad Arterial
Periférica; realizar examen clínico para su evaluación y descarte. (Grado 2C).
3. Manejo local de la úlcera que incluye curación avanzada, lo cual implica desbridamiento del
tejido necrótico o esfacelado, limpieza y protección de la piel, disminución de carga bac-
teriana en la lesión, manejo de la infección, equilibrio de la humedad (selección del apósito
correcto), protección de los bordes epiteliales. (Grado 1B).
4. Derivar en forma oportuna al siguiente nivel de atención a toda ulcera que no evoluciona en
forma positiva.
5. En el caso de un paciente ya ulcerado el uso de dispositivos de descarga y ayudas para la
marcha es indispensable para para el buen pronóstico en la evolución de la UPD y posterior
cierre de esta. (Grado 2C).
La indicación de uso de ayuda técnica idealmente debe ser realizada por médico
especialista. De no contar con este recurso, ésta puede ser indicada por médico de
atención primaria.
6. Todo paciente cursando úlcera del pie requiere reposo laboral . Se debe gestionar según
criterio médico.
9
Orientación Técnica | Manejo Integral del Pie Diabético
1. INTRODUCCIÓN
Descripción y epidemiología del problema de salud
La Diabetes Mellitus tipo 2 (DM2) es un trastorno metabólico de carácter multisistémico, causado
por diversos factores que provocan un mal funcionamiento en la acción de la insulina o de la secre-
ción de ésta, llevando a una hiperglicemia crónica la cual pone a la persona en riesgo de complica-
ciones macro y micro vasculares específicas asociadas con la enfermedad (1).
El número de personas con DM ha ido incrementando tanto a nivel mundial como nacional; la Orga-
nización Mundial de la Salud (OMS) proyecta que la DM será la séptima principal causa de muerte en
2030 en adultos. Este aumento explosivo de la prevalencia conlleva, a su vez, que esta patología se
convierta en una de las principales causas de pérdida de extremidades inferiores. Cada año, más de
un millón de personas sufre amputaciones no traumáticas como resultado de esta patología, lo que
se traduce en 1 amputación cada 20 segundos a nivel mundial.
La entidad clínica conocida como Pie Diabético (PD) corresponde a una complicación tardía de la
DM. Se refiere al pie que presenta una alteración anatómica o funcional, determinada por anomalías
neurológicas y diversos grados de enfermedad vascular periférica de la extremidad inferior y que
le confiere a éste una mayor susceptibilidad de presentar infección, ulceración y/o destrucción de
tejidos profundos.
Las úlceras de pie diabético (UPD) son heridas crónicas y complejas que tienen un gran impacto a
largo plazo en la morbilidad, mortalidad y calidad de vida de los pacientes. (2,3) Quienes desarro-
llan este tipo de úlceras tienen mayor riesgo de muerte prematura, infarto al miocardio y ataque
cerebrovascular con consecuencias fatales en comparación con aquellas personas que no presentan
antecedentes de UPD. (4) El desarrollo y progresión de una úlcera en el pie de una persona con DM
tiene un origen multifactorial debido a las consecuencias propias de la enfermedad tales como la
neuropatía, vasculopatía, alteración de función de los neutrófilos, menor perfusión tisular y una sín-
tesis proteica deficiente, lo que conlleva un desafío para los equipos de salud en la detección precoz
de esta patología. Una progresión rápida por un manejo inadecuado puede llevar a un daño irrever-
sible y finalmente amputación.
Las características del paciente que presenta UPD son identificables y entre éstas podemos encon-
trar a personas con DM de larga data, con neuropatía, enfermedad arterial periférica, deformidad
del pie, limitaciones del rango de movimiento de tobillo, altas presiones plantares y ulceraciones o
amputaciones previas. Los factores principales que contribuyen a la amputación son la enfermedad
arterial periférica y la infección. (5)
En Chile, según el registro de egresos hospitalarios del sector público de salud del año 2017, el
67,9% del total de las amputaciones de extremidad inferior son en personas con DM. Se estima que
el 80% de estas son precedidas por una úlcera en el pie.
Los datos nacionales disponibles sugieren una tasa de amputación de 321 por 100.000 diabéticos en
el año 20171 menor a la de años anteriores. La mayor proporción de amputaciones se concentra en
uno o más dedos del mismo pie con 57%; lo sigue la amputación transmetatarsiana con 17%, a nivel
de la pierna con 16% y muslo con 8%.
10
Orientación Técnica | Manejo Integral del Pie Diabético
En relación a la distribución por sexo, 74% corresponde a hombres y 26% a mujeres, en su mayoría
beneficiarios Fonasa B. Con respecto a la distribución por edad, ésta comienza a aumentar a partir de
los 45 años, concentrando su mayor proporción entre los 55 a 74 años, con un promedio de 65 años
1
.
En conclusión, la UPD y sus consecuencias representan una tragedia para la persona y su familia, así
como también una exigencia y aumento de gastos para el sistema de salud y la sociedad. (6) Una
cuarta parte de estas úlceras no cicatrizará y hasta 28% puede llegar a alguna forma de amputación;
por lo tanto, establecer pautas de cuidado integral del pie diabético basadas en la evidencia, con la
intervención de equipos multidisciplinarios y capacitados en el tema, tiene como objetivo, a media-
no y largo plazo, cuidar el gasto en asistencia sanitaria, así como también aumentar y prolongar la
calidad de vida de las personas con diabetes. (7)
Alcance de la OTE
El documento abordar la promoción de la salud de las personas con diagnóstico de diabetes, a
través de la pesquisa de factores de riesgo así como la prevención de las úlceras del pie en todas
las personas con DM. Además se entregan las directrices de tratamiento sistémico y local para el
manejo integral de las UPD.
La orientación técnica está dirigida a los equipos de salud, médicos generales, enfermeras, kine-
siólogos, nutricionistas, químicos farmacéuticos y otros profesionales de salud responsables de la
atención de los pacientes con DM en riesgo de formación o cursando una UPD en la atención prima-
ria, secundaria y terciaria, entre ellos médicos especialistas como internistas, diabetólogos, ciruja-
nos vasculares, traumatólogos y fisiatras.
Objetivos de la Orientación Técnica
Objetivo General
Otorgar a los equipos de salud herramientas para el desarrollo de un plan integral de cuidado, con el
fin de manejar precozmente el riesgo de ulceración en pacientes con DM.
Objetivos Específicos
Establecer criterios basados en la evidencia sobre la promoción y prevención específica del PD.
Establecer criterios en relación al diagnóstico precoz y sospecha diagnóstica de úlcera de pie
diabético.
Describir las características de la úlcera de pie diabético neuropático, neuroisquémico e is-
quémico.
Entregar recomendaciones de flujograma de atención para tratamiento y manejo local de la
UPD.
Entregar recomendaciones en el manejo médico de las complicaciones de la UPD.
Describir los distintos tipos de ayudas técnicas y rehabilitación en el manejo del pie diabético.
Reconocer los roles de los integrantes del equipo de salud en el marco del manejo integral del
pie diabético.
1
Registro de Egresos Hospitalarios 2017 - Departamento de Estadísticas e Información en Salud (DEIS).
11
Orientación Técnica | Manejo Integral del Pie Diabético
2. FACTORES DE RIESGO DE PIE DIABÉTICO
Cada vez que se presenta la oportunidad de atención de una persona con DM2 se debe realizar una
anamnesis exhaustiva que incluya al paciente y su familia, que involucre aspectos que orienten a
la pesquisa temprana de factores de riesgo (FR), el autocuidado y automanejo, además de signos y
síntomas de polineuropatía y de enfermedad arterial periférica (EAP). Ver Ilustración 1.
Los FR que afectan el pronóstico de la enfermedad y aumentan sustancialmente el riesgo de ulce-
ración y amputación son: (8, 9)
Historia de úlcera previa y/o amputaciones
Tiempo desde el diagnóstico de DM2 mayor a 10 años.
Mal control metabólico persistente – Hemoglobina A1c > 7.0%
Sexo masculino
Tabaquismo
Retinopatía diabética con discapacidad visual
Nefropatía diabética
Polineuropatía diabética (especialmente en aquellos con deformidades neuropáticas y limita-
ción de movilidad articular)
Enfermedad arterial periférica
Desconocimientos sobre su enfermedad y sus cuidados
Condiciones psicosociales: vivir sólo, antecedentes de depresión (10, 11)
Dificultad en el acceso al sistema de salud
ILUSTRACIÓN 1: RESUMEN ANAMNESIS AL PACIENTE
Antecedentes de úlcera o amputación
Historia pasada de úlcera o
amputación de extremidad inferior
Años desde el diagnóstico
Valor de HbA1c
Antigüedad de la DM y control metabólico
Síntomas neuropáticos
Síntomas vasculares
Nefropatía o retinopatía
Complicaciones
Presente /Ausente
Intención de dejar hábito
Tabaquismo
Red de apoyo existente
Factores Sociales
ANAMNESIS
12
Orientación Técnica | Manejo Integral del Pie Diabético
Un examen anual del pie es mandatorio para la identificación temprana y oportuna del riesgo. La
evidencia respalda como mínimo un examen anual de los pies, por médico y/o enfermera, que inclu-
ya prueba de sensibilidad protectora con monofilamento 10 gramos y Diapasón de 128 Hz estándar,
si existe disponibilidad de este último. (5,12).
En este contexto, en el año 2013 el Ministerio de Salud publicó la Orientación Técnica de “Prevención
de úlcera de los pies en personas con diabetes” la cual permite categorizar a los pacientes en riesgo
bajo, moderado, alto y máximo de ulceración lo que determina la frecuencia de evaluación. (13) (Ver
Anexo 1).
ILUSTRACIÓN 2: ELEMENTOS MÍNIMOS A EVALUAR EN EL EXAMEN FÍSICO
Piel
Calzado
Músculo esquelética
Neurológica
Vascular
Estado de
la piel
Tamaño, tipo
y forma
Movilidad
Tamizaje de la
pérdida de sensible
protectora
Temperatura
Estado de
las uñas
Superficie
interna
Anormalidades
estructurales
Monofilamento 10g /
Diapasón
Pulsos
Ulceración
Material
EXAMEN FÍSICO
Nota: este examen físico debe ser realizado en ambos pies
Los principales factores de riesgo son:
2.1. Neuropatía periférica
El componente causal más común de la UPD es la neuropatía diabética periférica (NDP). Su prevalen-
cia oscila entre un 16% y 66%, el cual aumenta a medida que existe mayor antigüedad de DM o un
peor control metabólico de ésta. (14)
Es la complicación crónica más frecuente que se presenta de manera progresiva, provocando cam-
bios moleculares que no son reversibles una vez establecida la diabetes. Las intervenciones van
dirigidas a retrasar su velocidad de avance y evitar una posible ulceración que podría llevar a una
amputación en un futuro. Su prevalencia aumenta dependiendo del tiempo desde el diagnóstico de
DM y la existencia de un control metabólico deficiente. El mecanismo de acción por el cual se genera
una ulceración es por la disminución de la sensación de dolor, reducción de la percepción de presión
y desbalance muscular, lo que se traduce a la larga en deformaciones anatómicas, disminución de la
sudoración con riesgo de fisuras o grietas y alteraciones de la microcirculación. (13, 14)
En todo paciente con DM y NDP, se debe descartar otras causas de neuropatía tales como: (8)
13
Orientación Técnica | Manejo Integral del Pie Diabético
Toxinas (Alcohol)
Hipotiroidismo
Enfermedad renal
Neurotoxicidad secundaria a fármacos (Quimioterapia)
Deficiencia de Vitamina B12
Cáncer (mieloma múltiple, cáncer de pulmón)
Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH)
Enfermedades desmielinizantes inflamatorias crónicas
Neuropatías congénitas
Vasculitis
Intoxicaciones por metales pesados
Presentación Clínica
La neuropatía periférica puede manifestarse como una incapacidad para detectar cambios de tem-
peratura, vibración, propiocepción, presión y, lo más grave, dolor. Algunos pacientes tienen una forma
de neuropatía sensorial dolorosa que incluye síntomas como dolor urente, disestesia, y parestesia.
La presentación clínica de la NDP suele ser variable, existiendo pacientes muy sintomáticos los que,
según la literatura, podrían llegar hasta el 50% (15), refiriendo síntomas tales como hormigueo, hi-
perestesia, ardor, alodinia
2
, sensaciones eléctricas o punzantes, entre otros.
En los pacientes asintomáticos podría haber historia de sensación de entumecimiento, debilidad
muscular en extremidades inferiores no atribuibles a complicaciones de la diabetes, por lo cual se
debe indagar en este punto en los controles CV y al mismo tiempo, realizar pruebas neurológicas
simples para ayudar a la detección precoz, Ilustración 3. (2,5,15)
En los pacientes con antecedente de neuropatía crónica, no es necesario realizar pruebas de diag-
nóstico precoz, ya que no aportan mayor información si están alterados, e incluso, podrían llevar a
confusiones si resultan dar un falso negativo.
ILUSTRACIÓN 3: PROGRESIÓN DE LA NEUROPATÍA DIABÉTICA PERIFÉRICA
Progresión de la neuropatía
Alteración a las pruebas neurológicas simples :
Monofilamento 10 gr
Diapasón 128 Hz
Reflejo Aquiliano
Músculos pequeños del pie se denervan, se observa
debilidad, atrofia y desequilibrio en la musculatura
intrínseca. Deformidad en el pie, dedos en martillo. Pérdida
progresiva de sensación de dolor y temperatura.
Ulceración Pie
2
Percepción anormal del dolor generado por un estímulo que normalmente no genera dolor.
14
Orientación Técnica | Manejo Integral del Pie Diabético
Examen físico
Pruebas de tamizaje para la detección temprana del riesgo de neuropatía diabética periférica.
(14)
a. Test de sensación de presión de contacto con monofilamento
El monofilamento es un instrumento médico compuesto por un filamento de nylon unido a un man-
go que al doblarse aplica una presión constante de 10 gramos, que actúa independientemente de la
fuerza que el examinador aplique sobre la zona a evaluar.
Es una prueba de bajo costo y simple que permite medir la sensibilidad táctil en una zona determi-
nada. Se utiliza para el diagnóstico precoz de NPD sensitiva.
Se recomienda siempre realizar esta prueba sumada con una de las otras opciones tales como Dia-
pasón o prueba de sensación de temperatura.
Técnica:
1. Explicar al paciente en qué consiste el procedimiento.
2. Aplicar el monofilamento en el antebrazo del paciente para que sepa qué esperar.
3. Pedir al paciente que responda “Sí” cuando sienta que se le está tocando el pie con el mono-
filamento (No preguntar: ¿Sintió eso?).
4. Solicitar que cierre los ojos y proceder con el examen.
5. Aplicar el monofilamento de manera perpendicular a la piel, presionando hasta que éste se
curve. Mantener uno a dos segundos y retirar.
6. Aplicar en los 4 puntos principales de cada pie: pulpejo del 1er dedo del pie, base del 1er, 3er
y 5º metatarso, Ilustración 4: Uso del monofilamento de 10 g. En caso de presentar hiperque-
ratosis en alguno de los puntos principales, utilizar puntos alternativos (señalados en blanco).
15
Orientación Técnica | Manejo Integral del Pie Diabético
ILUSTRACIÓN 4: USO DEL MONOFILAMENTO DE 10 G.
Interpretación:
Normal: paciente responde “Sí” al total de los 8 puntos (4 puntos por pie).
Anormal: paciente responde al menos un “No” del total de 8 puntos (4 puntos por pie).
Cuidados en la utilización del monofilamento.
Es recomendable que después de la utilización del dispositivo en diez pacientes, se lo deje sin uso,
en reposo durante 24 horas; esto permite la recuperación de la fibra y la mantención de la precisión.
(16)
En general se aconseja el reemplazo después de 10.000 veces de uso; por ende, si se realiza una
evaluación de 4 puntos por pie en total serían 8 puntos; por lo tanto, se necesitará reemplazar el
monofilamento después de 1.250 pacientes evaluados.
Idealmente, en la práctica, se debe alternar entre dos monofilamentos. Como una guía general, el
monofilamento debe ser reemplazado cada 6 meses para uso frecuente y 12 meses para uso infre-
cuente. Además, debe reemplazarse si el filamento se daña o se dobla. (17)
16
Orientación Técnica | Manejo Integral del Pie Diabético
b. Test de pérdida de sensibilidad vibratoria
Uso de diapasón de 128 Hz. (12,14)
El diapasón es un instrumento metálico formado por dos ramas paralelas unidas en su base. Al gol-
pear dichas ramas, emitirán un sonido determinado que va a depender de su grosor, de acuerdo al
cual vibrará más rápido o más lento, determinando una cierta frecuencia de sonido.
Técnica
1. Realice demostración en una prominencia ósea de la mano, antes de pedirle que cierre los
ojos.
2. Pida al paciente que cierre los ojos.
3. Coloque los pies del paciente sobre una superficie plana y toque el diapasón haciéndolo vi-
brar.
4. Coloque la horquilla vibratoria en el hallux distal del paciente (dedo gordo del pie), Ilustración
5, y pregúntele si puede sentir la vibración (realice demostración en una prominencia ósea de
su mano primero).
5. Haga que el paciente responda sí o no cuando se le pregunte si puede sentir la vibración.
6. Si no puede sentir la vibración en el hallux, continúe revisando las prominencias óseas, mo-
viéndose proximalmente hasta que el paciente sienta la vibración.
Interpretación umbral de percepción de vibración: (18)
Normal:
Sí distingue la vibración.
Disminuido:
Distingue parcialmente la vibración.
Anormal:
No distingue vibración.
ILUSTRACIÓN 5: USO DEL DIAPASÓN DE 128 HZ.
17
Orientación Técnica | Manejo Integral del Pie Diabético
c. Prueba de sensibilidad a la temperatura
Esta prueba se puede realizar con un Tip Therm o con un tubo con agua fría (5-10 ° C) y otro con agua
tibia (35-45°C). Se debe poner directamente en la piel del dorso del pie del paciente y preguntar
qué siente. La prueba de sensación de temperatura se califica como normal, débil o pérdida de sen-
sación de temperatura. Recuerde que la sensación de temperatura se pierde a la par de la sensación
de dolor, por ende, si el paciente ha perdido la sensación de temperatura, generalmente la de dolor
también está ausente.
Tip Therm: es un instrumento para la prueba rápida de la percepción de la temperatura para el
diagnóstico precoz de la polineuropatía simétrica distal mediante la prueba de sensibilidad a la
temperatura.
Interpretación:
Normal: siente la diferencia entre temperatura ambiente y sensación de frío.
Débil o pérdida de sensación: existe dificultad en sentir la diferencia, se demora en contestar.
ILUSTRACIÓN 6: USO DE TIP THERM -PRUEBA SENSIBILIDAD A LA TEMPERATURA
Evaluación del dolor neuropático
Se estima que entre 3 a 25% de las personas diabéticas han tenido dolor neuropático, siendo mu-
chas veces inhabilitante, reduciendo su movilidad y capacidad para trabajar lo que impacta direc-
tamente en su calidad de vida. (15,19). Por esta razón, es de suma importancia identificar el dolor
neuropático en todo paciente diabético. Para esto es necesaria una evaluación clínica que considere
tanto anamnesis como examen físico. (20)
Existen cuestionarios de tamizaje de dolor neuropático que permiten orientar en la detección de este
tipo de dolor. Los cuestionarios Douleur Neuropathique 4 (DN4) y Neuropathic Pain Questionnaire
(NPQ) son los más adecuados para uso clínico. (21) El Cuestionario DN4 (22–24) tiene sensibilidad de
80-83%, especificidad de 90 - 92% y valor predictivo positivo de 82-89,5%, siendo el instrumento
de elección, dada su fácil aplicación y validación al español. (25)NNP Se debe tener presente que es-
tos cuestionarios de detección no deben reemplazar una evaluación clínica exhaustiva. Ver Anexo 2.
18
Orientación Técnica | Manejo Integral del Pie Diabético
Tratamiento del Dolor Neuropático:
El dolor neuropático puede ser severo con un impacto negativo en la calidad de vida, morbilidad y
aumento de trastornos psicológicos como depresión en las personas diabéticas.
Los tratamientos farmacológicos aprobados por la FDA para el dolor neuropático son los siguientes:
Amitriptilina: Nuevas guías europeas recomiendan dosis de 12,5 mg hasta 50 mg (123).
Pregabalina: Es el fármaco más estudiado para el manejo del dolor neuropático. Los efectos
adversos aumentan al utilizarlos en pacientes AM, por lo que se recomienda usar dosis me-
nores e ir titulando gradualmente. Iniciar 75 mg cada 12 hr y titular, según tolerancia 150 mg
cada 12 hr. Dosis máxima 600 mg diarios. En adulto mayor se sugiere iniciar con 50% de la
dosis (Ej: Inicio con 75 mg en la noche e ir subiendo progresivamente según tolerancia).
Duloxetina: Dosis de 30-120 mg ha demostrado eficacia en el tratamiento del dolor neuropá-
tico. Al igual que con la pregabalina, al utilizarlos en AM los efectos adversos aumentan, por lo
que se deben utilizar dosis menores e ir titulando gradualmente
2.2. Enfermedad Arterial Periférica
La enfermedad arterial periférica (EAP) es una de las complicaciones más severas de la DM, princi-
palmente producto de sus consecuencias devastadoras a nivel macrovascular, lo que contribuye a
isquemia de las extremidades y por ende, a la incapacidad de curar. Esta patología se origina por una
obstrucción de etiología ateroesclerótica que afecta principalmente los grandes vasos de las extre-
midades inferiores, reduciendo el flujo sanguíneo hacia distal. (26)
La EAP está presente en 50% de las personas diabéticas con úlceras del pie y generalmente se aso-
cia a neuropatía periférica (NP). Más aún, 1 de cada 3 personas con DM mayor de 50 años presenta
EAP. Es considerado un predictor independiente de riesgo de amputación y puede ser difícil de diag-
nosticar en la población diabética. (26)
Si bien existe controversia en torno a su rol causal, hay certeza que una vez instaurada la úlcera, la
EAP contribuye al mal pronóstico de ésta, asociándose a mayor riesgo de cronicidad, recurrencia y
hasta 4 veces más riesgo de sufrir una amputación. (2,27) En casos severos dificulta la oxigenación y
llegada de tratamientos antibióticos.
Se caracteriza por síntomas de claudicación intermitente o dolor en reposo; sin embargo, en un 50%
de los casos hay ausencia de síntomas, cifra que aumenta en aquellos en que coexisten EAP y DM
probablemente por la neuropatía sensitiva concomitante que lleva a una percepción disminuida del
dolor isquémico. Sólo en un 25-30% de los pacientes diabéticos, la EAP se presenta como clau-
dicación. (26–28). Para evaluar una EAP se debe realizar una entrevista exhaustiva al paciente y al
examen físico buscar signos tales como cianosis, disminución de la temperatura de la piel, alteración
de fanéreos, uñas hipertróficas y disminución del llene capilar. (6, 30)
Las personas con DM que presentan claudicación intermitente se caracterizan por presentar de-
bilidad en las piernas y/o dolor del muslo o pantorrilla al caminar, por lo que se debe considerar el
diagnóstico de EAP hasta demostrar lo contrario.
Es importante recordar que los pacientes que presentan NPD pueden presentar síntomas similares, la
diferencia está en que estos últimos sienten alivio después de comenzar a caminar. (14)
19
Orientación Técnica | Manejo Integral del Pie Diabético
Pruebas a realizar de Screening para la detección temprana del riesgo de EAP. (13)
Examen físico - Ausencia de pulsos periféricos
Método de evaluación clínica
La isquemia leve a moderada puede presentarse con algunos signos en las extremidades inferiores
como disminución o falta de vellos en las piernas debajo de la rodilla, atrofia de la grasa subcutánea,
engrosamiento de las uñas, enrojecimiento de la piel y pulsos disminuidos.
Un paciente con isquemia grave de los pies se denomina “isquemia crítica” y se caracteriza por pre-
sentar dolor de reposo, a veces de predominio nocturno, y/o úlcera y/o gangrena. La palpación de
pulsos tibial posterior y pedio, iustración 7, es obligatoria. Cabe destacar que, en personas sanas, el
pulso pedio está ausente en el 8% de los casos, mientras que el pulso tibial no se encuentra en un
2%. (29, 31). Por estas razones, la palpación de pulsos periféricos no ha sido asociada con certeza al
riesgo de ulceración. (29)
La palpación de pulsos periféricos es una buena aproximación al estado vascular del paciente y la
ausencia de pulsos pedios y tibiales posteriores sugieren fuertemente la presencia de EAP. (17, 28)
Es el examen recomendado como tamizaje de primera línea en las distintas Guías de Práctica Clíni-
ca, dejando para una etapa posterior la evaluación más exhaustiva con pruebas de mayor compleji-
dad. (13, 14)
ILUSTRACIÓN 7: LÍNEAS PUNTEADAS INDICAN LA POSICIÓN DE LAS ARTERIAS PEDÍA (A) Y TIBIAL
POSTERIOR (B)
Cortesía de ALAD. (9)
Resultado de la palpación de pulsos
Pulso arterial fuerte (0, no isquémico)
Palpable, pero ligeramente disminuido (1, leve)
Filiforme y pulsos palpables (2, moderados)
No palpables (3, grave).
Si se sospecha EAP, los pacientes requieren evaluación más exhaustiva, como medición índice tobillo
brazo (ITB), estudio vascular no invasivo y examen ultrasonido Doppler color, si es factible.
20
Orientación Técnica | Manejo Integral del Pie Diabético
Índice tobillo brazo (ITB)
Es una de las pruebas no invasivas más confiables para evaluar la presencia de EAP, corresponde al
cociente entre las presiones sistólicas máximas de las arterias tibial posterior o pedia con relación
a la presión máxima de la arteria braquial (se mide bilateralmente y se utilizan los valores más altos
encontrados).
Para la realización de esta prueba se requiere de un Doppler vascular (Mhz) y un esfigmomanómetro,
Ilustración 8. Antes de iniciar la medición de la presión sistólica, el paciente debe de estar en reposo
en decúbito supino durante al menos 5 minutos.
Este examen tiene una curva de aprendizaje, sin embargo, en personas capacitadas, es factible de
realizar en la atención primaria, lo que sería de gran utilidad para descongestionar la demanda de
este examen en las unidades de cirugía vascular en hospitales. (13)
Para realizar esta prueba, se debe colocar el manguito de presión en el tobillo y, con el transductor
Doppler, se debe buscar la señal arterial tanto pedia como tibial posterior
A continuación, se debe aumentar la presión del manguito, al menos 20 mmHg por encima de la
presión arterial sistólica en el brazo, hasta que desaparezca esta señal. A medida que se va soltando
la presión del manguito, se oirá nuevamente el sonido el cual corresponderá a la presión sistólica a
medir. Este procedimiento se debe realizar dos veces tanto para arteria pedia como tibial posterior.
Se debe entonces medir la presión sistólica en las arterias tibiales posterior y pedia de la pierna
afectada (el valor que usaremos para la medición corresponde a la presión arterial sistólica más alta
entre ambas).
Posteriormente, se obtiene la presión sistólica de la arteria braquial de ambos brazos (utilizando el
valor más alto entre ambas).
Es así como el ITB corresponde al cociente entre la presión sistólica del tobillo afectado dividido por
la presión sistólica del brazo.
Un ITB < 0.9 sugiere la existencia de enfermedad arterial, mientras que cifras mayores a 1,3 sugiere
arterias poco compresibles por la presencia de calcificación de dichas arterias. En estos casos el
diagnóstico de EAP utilizando esta técnica es poco confiable y se debe recurrir a otras alternativas.
Esto ocurre en aproximadamente el 30% de los pacientes diabéticos. (14, 29, 31)
Esta medida (ITB<0.9) ha sido relacionada a mayor riesgo de ulceración y peor pronóstico en la evo-
lución de esta tanto para curación de la úlcera como riesgo de amputación.
21
Orientación Técnica | Manejo Integral del Pie Diabético
ILUSTRACIÓN 8: ÍNDICE TOBILLO BRAZO
TABLA 1 INTERPRETACIÓN RESULTADO DE ÍNDICE TOBILLO BRAZO (14)
Interpretación Resultado examen
Normal para adulto 0,90 a 1,30
Sugiere la existencia de enfermedad arterial periférica < 0.9
Isquemia Leve menos de 0,9 hasta 0,5
Isquemia Severa (< 0,5)
Arterias poco compresibles (calcificación) Mayores 1,3
2.3. Deformidad del Pie (13)
Se considera deformidad de pie a aquellas contracturas irreductibles, que no pueden ser corregidas
manualmente, como hallux valgus, dedos en martillo, dedos en garra, prominencia de cabezas me-
tatarsales y caída del arco plantar anterior. (13,17)
Estas deformidades aumentan la presión plantar y se asocian con lesiones de la piel. (17) Junto a un
calzado inadecuado generan el componente traumático que inicia la úlcera.
Su rol como factor de riesgo independiente es contradictorio; éste ha sido demostrado para las de-
formidades severas y evidentes como dedos en garra/martillo, pero ha sido discrepante para hallux
valgus y prominencias óseas o prominencias de cabezas metatarsales, entre otras; sin embargo, han
sido utilizadas en todos los sistemas de riesgo de ulceración creados hasta hoy. (32–34)
22
Orientación Técnica | Manejo Integral del Pie Diabético
Neuro osteoartropatía de Charcot
El 7,5% de los pacientes con DM y neuropatía presentan artropatía de Charcot del pie y el tobillo
(también denominada “Pie de Charcot”); de ellos, 9%-35% muestran compromiso bilateral. (35)
El Pie de Charcot (osteoartropatía de Charcot) es la complicación más desastrosa del PD. Es un pro-
blema crónico y progresivo, donde hay una severa neuropatía pero con flujo distal conservado, es
decir pulsos presentes, lo que lleva a que ante una micro fractura exista gran irrigación lo que puede
simular una erisipela caracterizándose por un pie inflamado con los signos clásicos de eritema y
aumento de volumen pero sin dolor. (14) Los pacientes diabéticos con neuropatía periférica de lar-
ga duración están en riesgo de desarrollar esta condición. A medida que la artropatía progresa, las
articulaciones colapsan y el pie se deforma. A menudo no se detecta a tiempo ya que en sus etapas
tempranas puede ser confundido con una infección, pese a la ausencia de fiebre o una elevación
sustancial del recuento de leucocitos. (35)
Es indispensable que los profesionales de salud puedan reconocer esta patología de forma precoz
para proteger el pie con la utilización de una ayuda técnica que alivie la carga; con esta intervención
se puede detener el proceso inflamatorio, previniendo la progresión y reduciendo así el desarrollo
de una deformidad severa del pie. (14) El diagnóstico de una neuroartropatía de charcot aguda, es
críterio de derivación urgente a fisiatria, ya que requiere manejo con descarga inmediata.
El principal elemento clínico del diagnóstico diferencial es el buen estado general del paciente con
pie de charcot versus el compromiso general de los cursando un cuadro infeccioso.
Diagnóstico:
Al examen físico, el médico deberá buscar signos tales como:
Edema y aumento de volumen significativo que pueden ocurrir sin una lesión aparente debido a
la acumulación de líquido en las articulaciones de los huesos subyacentes (derrame articular).
Eritema al inicio.
Aumento de la temperatura local, calor, particularmente en las primeras etapas.
Deformidades de los dedos, pie plano.
Colapso de los huesos del tarso, que se manifiestan como un pie en “mecedora”; estas exostosis
pueden ocasionar hiperqueratosis y úlceras debido a la irritación crónica de la piel.
Alteraciones radiológicas: pérdida de la alineación ósea, ya sea por fractura o luxación.
Los cambios radiológicos que ocurren en el hueso pueden confundirse con una infección ósea u
osteomielitis, en estos casos debe primar la condición clínica del paciente; ausencia de fiebre
o ausencia de elevación de VHS y PCR. (36)
Además, el profesional de salud debe buscar signos presentes en el sistema de clasificación de Ei-
chenholtz. (37)
23
Orientación Técnica | Manejo Integral del Pie Diabético
CLASIFICACIÓN DE EICHENHOLTZ
Etapa I:
Desarrollo y fragmentación
Etapa II:
Coalescencia
Etapa III:
Consolidación
Tiempo de
evolución
3 a 4 meses de 8 a 12 meses
Características
Se caracteriza por la destrucción y
fragmentación ósea, con hiperemia y
cambios tróficos en la piel.
El pie se encuentra tumefacto, rojo y
caliente, simulando una celulitis o un
proceso infeccioso.
La maniobra clínica que orienta al
diagnóstico diferencial es elevar el
miembro afectado durante cinco
minutos, si el rubor cede, lo más
probable es que se trate de un problema
neuropático, en el caso contrario debe
descartarse un proceso infeccioso.
Se caracteriza por
ser la etapa de inicio
de la reparación
ósea.
Clínicamente
se encuentra
la desaparición
progresiva del rubor,
edema y calor local.
Se caracteriza por
la consolidación
ósea, generalmente
con deformidad
residual.
Clínicamente
desaparece el
aumento de
temperatura
comparado con el
miembro ipsilateral
y puede persistir la
tumefacción.
Cambios
radiográficos
Pueden ser normales u observarse los
huesos escleróticos o fragmentados
con luxaciones periarticulares, por lo
que es posible que se confundan con
un proceso infeccioso. Es importante
revisar la piel de la extremidad
afectada en búsqueda de lesiones
cutáneas que puedan ser la puerta de
entrada de un proceso infeccioso.
Neoformación ósea,
reacción perióstica
con coalescencia,
puentes óseos
y consolidación
interfragmentaria.
Remodelación
ósea, extremos
redondeados de los
fragmentos óseos
y disminución de la
esclerosis.
Exámenes de
laboratorio
la velocidad de sedimentación globular
y la proteína C reactiva podrían estar
elevadas
El pie presenta marcado descenso de la bóveda plantar, ensanchamiento con prominencias óseas
en la región plantar y en los bordes interno y externo que pueden dar lugar a la aparición de úlceras
plantares. El diagnóstico y tratamiento oportuno de un pie inestable disminuirá el riesgo de forma-
ción de exostosis que provoquen úlceras que lleven a infección ósea y que al complicarse terminen
en la pérdida de la extremidad. (36)
ILUSTRACIÓN 9: RADIOGRAFÍA PIE NORMAL
24
Orientación Técnica | Manejo Integral del Pie Diabético
ILUSTRACIÓN 10: RADIOGRAFÍA CON OSTEOARTROPATÍA DE CHARCOT
Tratamiento del Pie de Charcot (37)
Tratamiento Agudo
El diagnóstico de una neuroartropatía de charcot aguda, es críterio de derivación urgente a fisiatria,
ya uqe requiere manejo con descarga inmediata.
La inmovilización precoz idealmente con yeso de contacto total que se cambia semanalmente, es
fundamental en el proceso agudo ya que permite alinear el pie y evitar su deformidad a futuro. El
primer yeso puede ser abierto por edema.
La duración debe ser de al menos por 6 meses, hasta que se haya consolidado completamente el
hueso.
Ante la sospecha de Charcot si en su nivel de atención no cuentan con yeso se debe derivar a la bre-
vedad al nivel siguiente.
Tratamiento Crónico
Una vez lograda la consolidación ósea:
Calzado: Después de controlar la inflamación y detener la destrucción ósea para evitar la re-
currencia o ulceración en deformidades posteriores, debe utilizarse calzado especializado,
hecho a la medida, botas o zapatos comerciales para PD que están diseñados para disminuir
el riesgo de la aparición de úlceras; debe tenerse en cuenta que para este tipo de pies no es
adecuado el zapato normal.
Tratamiento quirúrgico: En el transcurso de la enfermedad puede requerirse una o varias in-
tervenciones quirúrgicas para lograr un pie plantígrado y evitar que las exostosis provoquen
presión en la piel y, por lo tanto, úlceras de difícil manejo. Es importante seleccionar cuida-
dosamente el procedimiento quirúrgico; cuando es posible, deben realizarse artrodesis de las
articulaciones vecinas, sobre todo en pacientes con artrosis, ya que los procedimientos artro-
plásticos, es decir, los que quitan parte de la articulación, tienen como secuela un movimiento
excesivo, dejando la extremidad con gran inestabilidad y están condenados al fracaso.
25
Orientación Técnica | Manejo Integral del Pie Diabético
3. ÚLCERA DEL PIE DIABÉTICO
La historia natural de una UPD sin la intervención de un profesional capacitado generalmente pro-
gresa a úlcera infectada, posteriormente a osteomielitis, terminando en amputación y/o muerte.
Un 56 % de las úlceras se infectan y 1 de cada 5, 20%, requerirá amputación. Además el 85% de
los pacientes diabéticos que se someten a una amputación de extremidades inferiores tuvieron una
úlcera antes de ésta. (14) La mortalidad a 5 años después de la UPD es de 48%. (38)
Es importante que al momento de abordar una úlcera del PD se evalúe prolijamente si el paciente
presenta o no signos de isquemia. Un conocimiento adecuado de la etiopatogenia de la lesión apor-
tará las claves para comprender el diagnóstico y tratamiento de la misma.
Según resultados del examen éstas se dividen en:
a. UPD Neuropática
b. UPD Neuroisquémica
c. UPD Isquémica
a. Úlcera Neuropática: se produce por la neuropatía periférica, inicialmente sensitiva y posterior-
mente, motora y autonómica. Su localización es plantar, rara vez dorsal. Presenta alteraciones de la
sensibilidad al calor, vibración y se puede encontrar respuesta anormal o patológica de los reflejos,
presenta poco o ningún dolor. El pie está tibio, con pulsos positivos y fanéreos presentes.
b. Úlcera Neuroisquémica: También denominado pie “mixto”, en este caso se agrega al componente
neuropático algún grado de insuficiencia arterial no severo. El 25 a 30% de las personas diabéticas
que presentan NPD puede verse complicadas por presencia de algún grado de isquemia. Se compor-
ta como neuropático mientras no presente lesiones.
El diagnóstico del componente isquémico es clínico, mediante una cuidadosa exploración física y
palpación de pulsos en miembros inferiores (femoral, poplíteo, tibial posterior y pedio). Como explo-
ración complementaria, se debe realizar el índice tobillo/brazo (ITB).
La localización de la úlcera neuroisquémica es, en general, en la falange y el talón, los pulsos están
débiles o francamente ausentes. Dado que la enfermedad arterial no es severa, la piel está tibia y los
fanéreos están disminuidos, pero no ausentes.
c. Úlcera isquémica: En este caso el componente arterial (isquémico) es predominante y encon-
traremos un ITB alterado. Además de la úlcera, puede existir en concomitancia dolor en reposo.
La úlcera es pálida y dolorosa y la piel se encuentra fría, sin fanéreos. En este caso, se recomienda
evaluación por especialista.
En la Tabla 2 se puede apreciar las diferencias más destacables entre la neuropática y neuroisqué-
mica/isquémica. (12)
26
Orientación Técnica | Manejo Integral del Pie Diabético
TABLA 2: CARACTERÍSTICAS DE LAS UPD EN FUNCIÓN A SU ETIOLOGÍA
Neuropático Neuroisquémico/isquémico
Localización úlcera Plantar Dedos del pie, bordes del pie
Pulsos Presentes Ausentes o disminuidos
Hiperqueratosis No
Deformidad del pie Poco frecuente
Sensibilidad al dolor No
Propiocepción Disminuida Normal o disminuida
Temperatura cutánea Aumentada Disminuida
27
Orientación Técnica | Manejo Integral del Pie Diabético
4. MANEJO DEL PACIENTE CON UPD
Todo paciente que presente una UPD, debe ser considerado como un paciente descompensado po-
niendo énfasis en un manejo integral de su condición.
Se sugiere seguir flujograma de paciente descompensado de orientación técnica del programa de
salud cardiovascular con el objetivo de intensificar las intervenciones terapéuticas para lograr una
adecuada compensación metabólica y del resto de los factores de riesgos cardiovasculares.
ILUSTRACIÓN 11: FLUJOGRAMA DE PACIENTE CURSANDO UPD
Control médico: evaluar terapia y
compensación
Modificación terapéutica
Compensado - Úlcera
evolucionando de manera
favorable
RCV Alto
c/3 meses
Ingreso Paciente con UPD / Paciente Descompensado
Compensación de FR
Control cada 2-4 semanas
FR compensados
Control según flujograma PSCV
2 - 4 semanas
*Recordar: si paciente se encuentra cursando una úlcera
de pie diabético con proceso inflamatorio, es posible que
las glicemias se encuentren alteradas y la compensación
sea más lenta. Por lo tanto, se debe utilizar criterio clínico
de mejora y evaluar adherencia.
**Ver GPC tratamiento farmacológico Diabetes tipo II
Derivación a Curación Avanzada APS -
Nivel secundario según San Elián
Descarga de la UPD
FR Fuera de
meta
Interconsulta**
Telemedicina
Tradicional
Control médico
Ajuste de dosis /
evaluar inicio de
insulina**
Exámenes
Control por EU y nutricionista
Evaluación y refuerzo de la
adherencia
Evaluar compensación
metabólica*
Notificación de efectos adversos
Evaluar requerimientos
nutricionales
Apoyo familiar - red de apoyo
Pesquisa de enfermedad de
salud mental
EU
Médico Nta
EU
Médico
FR fuera de meta / Complicación úlcera o
recidiva de ésta
La úlcera del pie diabético exige un manejo integral de los diferentes factores de riesgo involucrados
en su aparición.
28
Orientación Técnica | Manejo Integral del Pie Diabético
El objetivo principal del manejo integral del paciente con UPD es la cicatrización de la úlcera, pre-
venir la recidiva y evitar la amputación. Los principales focos y componentes esenciales del trata-
miento de la UPD son:
1. Tratar los procesos patológicos subyacentes: isquemia grave, control metabólico y manejo de
FR tales como hipertensión, dislipidemia y tabaquismo así como también tratar deficiencias
nutricionales específicas. (12)
2. Garantizar irrigación sanguínea adecuada: se debe evaluar y descartar EAP, realizar examen
clínico para su evaluación y descarte.
3. Manejo local de la úlcera donde se incluye curación avanzada (CA), lo cual implica desbrida-
miento del tejido necrótico o esfacelado, limpieza y protección de la piel, disminución de la
carga bacteriana en la lesión, manejo de infección, equilibrio de la humedad (selección del
apósito correcto), protección de los bordes epiteliales.
4. Ayuda técnica y rehabilitación: En el caso de paciente ya ulcerado el uso de la descarga de la
zona ulcerada es indispensable para el buen pronóstico en la evolución de la UPD y posterior
cierre de ésta. El gold standar es YCT pero dadas las dificultades para su implementación se
recomienda dispositivos removibles de descarga. Estos tienen efectividad similar a la bota
siempre que el paciente adhiera a tratamiento.
4.1. Tratar los procesos patológicos subyacentes
(39, 40)
Las enfermedades cardiovasculares (ECV) tales como infarto al miocardio, angina estable/inestable,
ataque cerebrovascular, entre otras, son la principal causa de morbi-mortalidad en pacientes dia-
béticos.
Es imprescindible ser exhaustivo en el control metabólico en todos los controles cardiovasculares.
El pronóstico de las personas con DM2 depende, no sólo del control glicémico, sino también de los
parámetros de presión arterial (PA), colesterol LDL (Col-LDL), y de la adopción de estilos de vida
saludables como: actividad física regular, nutrición saludable, abandono del tabaquismo y evitar
el consumo de alcohol.
Es de vital importancia lograr una compensación integral, y estar atentos cuando las metas terapéuti-
cas de la persona en relación a su riesgo cardiovascular no se han logrado para modificar esquema te-
rapéutico o bien derivar a nivel secundario cuando pese a las intervenciones otorgadas no se logre los
indicadores de metas. . Se debe evitar la inercia terapéutica que retrasa los cambios en el tratamiento.
Numerosos estudios han evaluado el impacto que tiene en la población diabética un control in-
tensificado y multifactorial de todos los FR en la incidencia de ECV y sus complicaciones, logrando
disminuir tanto las complicaciones crónicas macro y microvasculares. (40–42)
De acuerdo al consenso “Enfoque de riesgo para la prevención de enfermedades cardiovasculares”
realizado por el Ministerio de Salud en el año 2014 (43), las personas con DM se consideran de alto
riesgo cardiovascular.
Glicemia
Una meta razonable de hemoglobina glicosilada (HbA1c) para la mayoría de los personas adultas
con diagnóstico de Diabetes Mellitus tipo 2 es menor a 7%, sin embargo debe ser individualizada
según cada paciente, tomando en consideración su edad, fragilidad, FR y expectativa de vida, Tabla
3 y Tabla 4.
En pacientes adultos mayores (AM) frágiles las metas de HbA1c dependen de la fragilidad de las
personas. La presencia de uno o mas de estos factores se considera frágil.
29
Orientación Técnica | Manejo Integral del Pie Diabético
Los criterios de fragilidad a considerar son los siguientes: (44)
Mayor de 75 años
Comorbilidades crónicas significativas
Desnutrición (Índice de Masa Corporal <23kg/m2)
Dependencia para las actividades básicas de la vida diaria (Índice de Barthel ≤60)
Expectativa de vida menor a 5 años
Caídas frecuentes
Depresión severa
Deterioro cognitivo moderado a severo
Alto riesgo social y económico
TABLA 3: RECOMENDACIONES PARA METAS DE HBA1C EN ADULTOS CON DM2 (EXCLUYE EMBARAZADAS)
(44)
Examen Meta
HbA1c <7.0%*
Glicemia en ayuno 80-130 mg/dL*
Glicemia post carga <180 mg/dL*
*Las metas pueden ser más o menos estrictas según cada paciente.
TABLA 4: RESUMEN DE LAS RECOMENDACIONES PARA METAS DE HBA1C EN ADULTOS MAYORES CON
DM2 (44)
Estado del Paciente HbA1c
Saludable, independiente (pocas comorbilidades, con integridad funcional y cognitiva) 7-7.5%*
Frágil <8%
Estado de salud muy complejo (comorbilidades crónicas en etapa terminal, declinación
funcional o cognitiva severa)
<8,5% **
*Puede considerarse una meta menor en pacientes saludables, con expectativa de vida de más de 10 años, sin tendencia a
hipoglicemia y/o que la meta de compensación metabólica se haya logrado con 1 antidiabético oral que tenga bajo riesgo de
hipoglicemia.
** En pacientes con cuidados al fin de la vida el objetivo es evitar hiperglicemias sintomáticas.
Es importante mencionar que se debe evaluar iniciar tratamiento con insulina cuando durante la
evolución de la enfermedad existe: (45)
HbA1 sobre la meta y/o presencia de inestabilidad (independiente de la fase de tratamiento o
si está con uno o más fármacos): Sintomático (poliuria, polidipsia, baja de peso) y HbA1c.
Paciente con UPD con infección grave.
El buen control metabólico es un factor predictor de la tasa de curación en la curación de la UPD. Un
estudio de cohorte demostró que por cada 1% de aumento de la HbA1c la tasa de curación diaria de
la úlcera disminuía en 0.028 cm² (área). (46)
Se sugiere utilizar algoritmo de tratamiento sugerido en actualización
Guía de Práctica Clínica
Tratamiento Farmacológico de la Diabetes Mellitus tipo 2
. Ver Anexo 3.
30
Orientación Técnica | Manejo Integral del Pie Diabético
Presión Arterial (PA)
La medición de PA se debe hacer en cada control de salud. Si en el control se sospecha HTA,
el paciente deberá ser evaluado con un perfil de presión arterial o Monitoreo Ambulatorio de
Presión Arterial (MAPA).
La meta de PA en la mayoría de los pacientes diabéticos es (PAS) <140 mmHg y una presión
diastólica (PAD) < 90 mmHg, tratando de llegar a la menor que mejor tolere la persona.
En pacientes con presencia de nefropatía diabética la meta de PA es más estricta, <130/80
mmHg.
Se sugiere remitirse a la
Guía de Práctica Clínica de HTA en personas de 15 años y más
para el
tratamiento farmacológico.
Lípidos (47)
Las personas cursando UPD se consideran riesgo máximo por lo que deben tratarse con esta-
tinas.
La meta de C-LDL para los pacientes DM2, es < 70 mg/dL. En caso de hiperTG moderada (150 a
500 mg/dL), el objetivo inicial es obtener un C-no HDL < 100 mg/dL. Para alcanzar esos obje-
tivos, además de las medidas terapéuticas no farmacológicas, en la mayoría de los pacientes
diabéticos se debe indicar estatinas desde el inicio.
4.2. Enfermedad arterial periférica obstructiva e isquemia crítica
La isquemia crítica se define como la presencia de dolor en reposo que requiere analgésicos por más
de dos semanas, úlceras o gangrena, PAS del tobillo menor a 50 mmHg o del primer dedo del pie
menor a 30 mmHg, debida a una lesión arterial obstructiva demostrada. Corresponde a la etapa de
mayor severidad de la EAP obstructiva. (3)
El tratamiento quirúrgico de la isquemia crítica incluye la revascularización quirúrgica abierta o en-
dovascular, la amputación del tejido necrótico y la amputación de la extremidad en casos avanzados.
4.3. Manejo local de la úlcera de pie diabético
Al ingreso de un paciente con una UPD se recomienda lo siguiente:
1. Determinar el grado de severidad y pronóstico de la úlcera aplicando Escala San Elián y seguir
flujo de derivación según puntuación.
2. Aplicar Instrumento de Valoración de carga bacteriana de heridas y úlceras según carga bac-
teriana de la Fundación Instituto Nacional de Heridas.
3. Seleccionar protocolo de curación avanzada que se utilizará dependiento de si la úlcera de
pie diabético se encuentra infectada o no.
4. Aplicar Ayudas Técnicas: Uso de dispositivo de descarga en todos los casos acompañado de
ayuda para la marcha (bastón, andado , silla de ruedas, etc).
Desde el ingreso a curaciones, se debe valorar en el seguimiento posibles factores agravantes que
pudiesen complicar el proceso de cicatrización, como sobreinfección, nivel socioeconómico (dificul-
tad en el acceso, redes de apoyo escasas, etc.) y nutrición.
31
Orientación Técnica | Manejo Integral del Pie Diabético
ILUSTRACIÓN 12. MANEJO APS
ÚLCERA PIE
ENFERMERA
Úlcera
DISPOSITIVO DE DESCARGA
Neuropatía
Manejo
según OTE
Mantener TTO. APS
Médico - Enfermera
No cura + (20 días)
Remisión
de la UPD
Isquemia
NO
Evaluación pie
Infección
Curación
Clasificación
Tipo de úlcera
Decisión de
protocolo de
curación
Derivación a
Vascular
En Caso de
isquemia grave
derivar a servicio
de Urgencia
Según clasificación
decidir nivel de
atención
Derivación Nivel
Secundario
Evaluación
pies c/3 meses
x Enfermera
(Estratificación
de Riesgo)
Por Médico en
cada control CV
- Morbilidad
Calzado prefabricado o
hecho a medida
Ejercicios de balance
muscular y elongación
Reeducaciòn de marcha
Entrenamiento en uso
de ayudas técnicas
Eval. General de
DM: glicemia,
HbA1c y
creatinina,
P.lípidico, RAC,
hemograma,
VHS
Comorbilidades
Ajuste de dosis
HGO o inicio de
insulina.
MÉDICO
32
Orientación Técnica | Manejo Integral del Pie Diabético
ILUSTRACIÓN 13. EVALUACIÓN DE PIE DIABÉTICO EN POLICLÍNICO Y/O HOSPITAL
Este debe ser realizado mínimo por médico y enfermera. El monitoreo estará a cargo de Enfermera.
Dar hora en máximo 7 días.
Evaluación Clínica
Pulsos
Ausentes
Derivación a
Vascular
En Caso de
isquemia
grave derivar
a servicio de
Urgencia
Signos de Sepsis,
celulitis, osteomielitis,
abscesos
Grado severo Escala San
Elián 21 a 30 puntos
Derivación a Cirugía,
hospitalización, aseo
quirúrgico – amputación
Derivación
Fisiatría/
Traumatología
Requiere
ayuda técnica
(bastón, bota de
descarga, etc.)
Sospecha
Charcot
Deformidades
Óseas
Sin
complicación
APS
Evaluación Exámenes
Anamnesis
Examen físico general
Examen de pies (evaluación de pulsos
bilateral)
Reevaluación antes de los 7 días para decidir conducta
PCR
Hemograma
Radiografía de pie
Toma de cultivo si así lo requiere
Debe permanecer en reposo laboral mientras espera
Radiografía de pie
33
Orientación Técnica | Manejo Integral del Pie Diabético
ILUSTRACIÓN 14: VALORACIÓN CLÍNICA DE LA PERSONA CURSADO LA ÚLCERA DEL PIE DIABÉTICO (UPD)
Paciente diabético con lesión entre tobillo y los ortejos
Evaluación
Médico/
Enfermera
Paso 1 Paso 2
*Signos y síntomas de osteomielitis: test
de contacto óseo o hueso expuesto (+)
Grado leve ≤
10 puntos
Ítem
Isquemia 0
Sin signos y
síntomas de
osteomielitis
Manejo APS
Enfermera(o)
Curación avanzada
Categoría
Infección
Protocolo
Manejo Úlcera
Infectada
Protocolo
Manejo Úlcera
No Infectada
Categoría
Epitelización
Colonización
baja
Colonización
crítica
Manejo APS
Enfermera(o)
Curación avanzada
Derivación manejo
nivel secundario-
terciario Poli pie
Diabético
Derivación manejo
nivel secundario-
terciario Poli pie
Diabético
Derivación
inmediata
a servicio
de urgencia
nivel terciario
(evaluación por
cirujano)
Con signos y
síntomas de
osteomielitis*
Ítem
Isquemia ≥ 1
Grado
moderado
10 a 20
puntos
Grado
severo
21 a 30
puntos
Diagnóstico
de grado de
Severidad
Aplicación
Escala San
Elián
Aplicación de
valoración de
carga bacteriana,
heridas y úlceras
Todo grado de severidad requiere ayuda técnica : botín o bota de descarga, bastones o asistencia para la marcha
34
Orientación Técnica | Manejo Integral del Pie Diabético
ILUSTRACIÓN 15: RECOMENDACIÓN DE APLICACIÓN DE ESCALAS DE VALORACIÓN DE UPD
Paciente diabético con lesión entre tobillo y los ortejos
Evaluación
Médico/
Enfermera
Grado leve
Aplicación escala cada 15 días
Aplicación escala cada 7 días
Aplicación escala cada 15 días
Aplicación escala cada 7 días
Reevaluación de grado de severidad
Aplicación Escala San Elián
Reevaluación valoración de carga bacteriana,
heridas y úlceras
Reevaluación valoración de carga bacteriana,
heridas y úlceras
Reevaluación de grado de severidad
Aplicación Escala San Elián
Grado moderado
Grado severo
Manejo APS
Enfermera(o) Curación
avanzada
UPD sin infección
UPD infectada
Categoría Infección
Protocolo
Manejo Úlcera
Infectada
Protocolo
Manejo Úlcera
No Infectada
Categoría
Epitelización
Colonización baja
Colonización crítica
Derivación manejo nivel
secundario-terciario
Poli pie Diabético
Derivación inmediata
a servicio de urgencia
nivel terciario
(evaluación por
cirujano)
Diagnóstico
de grado de
Severidad
Aplicación
Escala San Elián
Aplicación de
valoración
de carga
bacteriana,
heridas y úlceras
AL INGRESO DIAGNÓSTICO SEGUIMIENTO
Toda UPD requiere ayuda técnica: botín o bota de descarga, bastones o asistencia para la marcha
35
Orientación Técnica | Manejo Integral del Pie Diabético
4.3.1. Determinación de Severidad de la UPD
Las recomendaciones internacionales sugieren que toda persona que presenta una UPD sea evalua-
da con un sistema estandarizado que considere la gravedad de la UPD, identifique sitio, isquemia,
neuropatía, infección bacteriana, área y profundidad. (50)
Actualmente existen varios sistemas de clasificación de pie diabético, escalas diagnósticas y pro-
nósticas, que miden de forma variable lo criterios expuestos, lo que indica que no existe en una
escala perfecta que pueda ser aplicada en todos los casos. Dentro de las Escalas más reconocidas
se encuentra la Escala de Wagner, Texas, PEDIS, Liverpool, Gibbons, Brodsky y San Elián entre otras.
(120, 121)
Dentro de estas destacan:
1. Escalas diagnósticas
La escala de Wagner, históricamente la más usada a nivel nacional, es una escala diagnóstica. A pesar
de su uso conocido, actualmente no se recomienda por no evaluar isquemia y ni infección. (50)
Por otra parte, la escala de Texas, considera sitio, isquemia, neuropatía, infección bacteriana, área y
profundidad, sin embargo, es una herramienta diagnóstica y no pronóstica.
2. Escala pronóstica: Escala de San Elián
La clasificación de San Elián, a diferencia de las otras escalas, le otorga un valor pronóstico y de se-
guimiento a la UPD permitiendo evaluar la gravedad de la persona con UPD. A raíz de lo anterior, se
utilizará como escala pronóstica para evaluar al ingreso y ver evolución de la UPD en el transcurso
del proceso de curación. (51, 121)
Selección de Escala de evaluación UPD
La Federación Internacional de Diabetes (IDF) en sus Recomendaciones de Práctica Clínica para el
manejo de la UPD (14) sugiere el uso del sistema de puntuación de San Elián, que permite determinar
pronóstico en una UPD. Este instrumento se encuentra validado y cuenta con herramientas estadís-
ticas, entre ellas a destacar un estimador no paramétrico de la función de supervivencia, lo cual no
se encuentra disponible en otros instrumentos. (51)
En vista de lo anterior, y para efectos de esta Orientación Técnica se recomienda la Escala de San
Elián considerando que es una escala pronóstica, en español, validada, que incorpora las variables
críticas de UPD, además de ser de fácil aplicación especialmente para los profesionales de salud de
atención primaria tales como enfermeras, médicos generales, médicos familiares, etc.
Se utilizará como escala pronóstica San Elián para el ingreso de todo paciente a APS y el diagrama de
Valoración de carga bacteriana, heridas y úlceras, de la Fundación Instituto Nacional de Heridas. Esto
con el objetivo de decidir nivel de atención que realizara las intervenciones y evaluar la evolución
durante el proceso de la UPD detectando la presencia de úlceras complejas.
Cómo usar la Escala San Elián
Esta escala se debe aplicar al inicio para determinar grado de severidad y derivar oportunamente,
cada 7 días si la úlcera se encuentra infectada y cada 15 a 30 días si no lo está Puede aplicarse
en conjunto con la Valoración de Carga Bacteriana en heridas y úlceras según carga bacteriana o
independiente. Permite medir el efecto terapéutico de las intervenciones y realizar ajustes de ser
necesario, así como también detectar la persistencia
36
Orientación Técnica | Manejo Integral del Pie Diabético
Ítems a evaluar (14, 51)
1. Localización de la herida primaria:
Se refiere a la localización inicial, se determina con pregunta directa al paciente respecto al lugar
donde comenzó la lesión, es una respuesta retrospectiva.
Se entiende por:
Falanges: dedos del pie
Metatarsal: de los dedos hasta la mitad del pie
Tarsal: zona del talón
La puntuación es la siguiente:
Falanges 1 punto
Metatarsal 2 puntos
Tarsal 3 puntos
2. Localización topográfica:
Segmento del pie donde está ubicada la úlcera al momento de aplicar la encuesta
Dorsal o plantar 1 punto
Lateral (Ej. A nivel de la cabeza del quinto metatarsiano) o
medial (Ej. A nivel de la cabeza del primer metatarsiano)
2 puntos
Dos o más zonas 3 puntos
Nota: tobillo es lateral (2 puntos), dedo del pie o falange es considerada 1 punto.
3. Número de zonas afectadas:
Número de zonas del pie que están afectadas por UPD.
Una zona 1 punto
Dos zonas 2 puntos
Tres o más zonas 3 puntos
Nota: Las lesiones que están a 3 o menos de 3 cm de distancia entre una y otra se consideran como una sola.
4. Isquemia:
Se evalúa midiendo los pulsos o ITB (si está disponible este último, preferirlo, en caso contrario basta
con palpación de pulsos). En este ítem la puntuación puede ser 0 (cero) si el paciente no tiene signos
ni síntomas de isquemia, con pulso pedio y/o tibial palpable de intensidad normal
Las alternativas son:
Pulsos palpables levemente disminuidos 1 punto
Pulsos débiles poco palpables 2 puntos
37
Orientación Técnica | Manejo Integral del Pie Diabético
Sin pulsos palpables 3 puntos
Nota: Si el examinador palpa los pulsos inmediatamente, pero están disminuidos se le asignará 1 punto, si tiene que concentrarse en en-
contrarlos, pero logra percibirlos serán 2 puntos. Si definitivamente no palpa los pulsos, esto equivale a un puntaje de 3 puntos.
5. Infección:
Se clasifica en tres categorías:
Leve: Eritema < 2 cm, inflamación, dolor local, induración, calor, secreción purulenta de la
úlcera y que afecta solamente al tejido subcutáneo.
1 punto
Moderada: Eritema ≥ de 2 cm, con exposición de músculo, tendón, articulación o hueso,
abscesos.
2 puntos
Grave: Signos descritos anteriormente asociado a:
Signos de compromiso sistémico y/o respuesta inflamatoria sistémica.
3 puntos
Nota: Se da puntaje 0 si no tiene signos ni síntomas de infección.
En la categoría grave en el ítem de infección se deben ocupar criterios de SIRS para evaluar compromiso sitémico, mencionados a conti-
nuación:
Se deben evaluar 2 o más signos de infección sistémica (SIRS)
Temperatura >38°C o <36°C
Frecuencia cardíaca >90/min
Frecuencia respiratoria >20/min ó PaCO2<32 mmHg
Recuento de leucocitos >12.000 mm3 o <4.000 mm3 o >10% formas inmaduras (baciliformes) (sólo si está disponible).
6. Edema:
Se clasifica como:
Leve: Alrededor de la herida. 1 punto
Moderado: Se encuentra afectado el pie por completo o la pierna que presenta la úlcera. En
el caso de que se vea afectado >50% de un sólo pie, es considerado como un pie completo
por lo cual tendrá 2 puntos.
2 puntos
Grave: Ambas extremidades (bilateral) secundaria a comorbilidades. 3 puntos
Nota: se da puntaje 0 si no tiene edema.
7. Neuropatía:
Se valora como:
Inicial o leve: Sensibilidad protectora disminuida con diapasón 128 Hz o 2 de 3 puntos con
monofilamento de 10 g
(Aquí se evalúan sólo 3 puntos del monofilamento ya que corresponde a un sistema
abreviado).
1 punto
Avanzada o moderada: Sensibilidad protectora ausente con diapasón 128 Hz 2 de 3, o al
monofilamento 10 g.
2 puntos
Grave Presencia pie de Charcot neuro-osteoartropatía diabética. 3 puntos
Nota: Se da puntaje 0 si tiene sensibilidad conservada.
38
Orientación Técnica | Manejo Integral del Pie Diabético
ILUSTRACIÓN 16: EVALUACIÓN NEUROPATÍA ESCALA SAN ELIÁN
39
Orientación Técnica | Manejo Integral del Pie Diabético
8. Área Herida (cm²):
Pequeña: Menor de 10 cm², (Equivale al área de 2 monedas de 500 pesos). 1 punto
Mediana: Entre 10 a 40 cm² (Equivale entre el área anterior y el área de una tarjeta de
crédito).
2 puntos
Grande: Mayor a 40 cm² (Mayor al área de una tarjeta de crédito). 3 puntos
Nota: En caso de coexistir más de una úlcera separada por ≤ 3 cm entre ellas o cuando hay más de un dedo del pie comprometido, se mide
con la regla sobre las úlceras como una sola herida. (Ver Ilustración 16).
ILUSTRACIÓN 17: ÁREA TOTAL EN MÁS DE UNA ÚLCERA
9. Profundidad:
Es valorada como:
Superficial: Puede afectar a la epidermis, dermis, o hipodermis (tejido subcutáneo. 1 punto
Parcial: Si además de piel completa afecta músculo, fascias o tendones. 2 puntos
Total: Si además de piel completa, tendones, fascia y músculos se afecta hueso y
articulaciones.
3 puntos
10. Etapa de cicatrización:
Leve: Fase de Epitelización 1 punto
Moderada: Fase Granulación 2 puntos
Grave: Fase Inflamatoria 3 puntos
Nota: La etapa de cicatrización define las características propias de la herida en el momento en el cual el profesional evalúa.
40
Orientación Técnica | Manejo Integral del Pie Diabético
TABLA 5: RESULTADO DE ESCALA SAN ELIÁN
Puntaje
total
Grado de
severidad
Pronóstico Nivel de Atención
≤10
I
(Leve)
Buen pronóstico de cicatrización exitosa.
Bajo riesgo de amputación de extremidad
inferior. Posibilidad de curación 90%
Manejo en APS.
11-20
II
(Moderado)
Amenaza parcial, resultado proporcional
al esfuerzo terapéutico. Posibilidad
de curación 70% (<30 % de riesgo de
amputación).
Manejo en APS.
Nivel secundario si presenta hueso
expuesto con signos de infección
de tejidos subyacentes a la úlcera.
21-30
III
(Severo)
Amenaza a la extremidad y la vida,
resultado no proporcional al esfuerzo
terapéutico. Posibilidad de curación 30%
(>70% de riesgo de amputación)
Derivación inmediata al nivel
terciario, servicio de cirugía o SU
Sugerencia de Ficha de control y evolución de la úlcera ver Anexos 4, 5, 6.
41
Orientación Técnica | Manejo Integral del Pie Diabético
4.3.2. Valoración de la carga bacteriana en heridas y úlceras
En el proceso de valoración de una UPD es de suma importancia identificar qué tipo de carga bac-
teriana presenta, esto permite optimizar el manejo y detectar de manera certera la infección y no
tratar con tratamiento sistémicos antibióticos a úlceras que no lo requieran como por ejemplo con
colonización crítica.
Según la carga bacteriana se pueden distinguir tres niveles
3
:
Colonización baja: Las especies microbianas transitorias logran crecer y multiplicarse, pero en can-
tidades bajas. Clínicamente la lesión presenta 100% de tejido granulatorio y el exudado es seroso. El
exudado frecuentemente es bajo, pero también se puede encontrar exudado moderado a abundante,
en especial en UPD con pie edematoso.
Colonización crítica: Las especies microbianas transitorias logran crecer y multiplicarse, pero en
cantidades más altas que en el anterior, pero producen daños al huésped, sin llegar a la infección.
Clínicamente se tiene una lesión con tejido esfacelado o necrótico, sin presentar los signos clásicos
de infección. El exudado es turbio y siempre presentará del 1% al 100% de tejido esfacelado y/o
necrótico. El retraso en la cicatrización y aumento de dolor reflejan una posible progresión hacia la
infección manifiesta. (56) Con la nemotecnia en inglés NERDS, con 3 o más signos se categoriza la
lesión como colonización crítica (52):
3
European Wound Management Association (EWMA). Position Document: Identifying criteria for wound infection. London: MEP Ltd, 2005
42
Orientación Técnica | Manejo Integral del Pie Diabético
TABLA 6: SIGNOS DE COLONIZACIÓN CRÍTICA
N
Non-Healing (inglés)
No Cicatriza (español)
E
Exudate increase (inglés)
Exudado aumentado (español)
R
Red+Bleeding (inglés)
Eritema+Sangrado (español)
D
Debris (inglés)
Tejido desvitalizado (español)
S
Smell (inglés)
Fetidez (español)
Infección: Las especies microbianas transitorias logran crecer y multiplicarse en cantidades más
altas que en la colonización crítica, con daños al huésped. Clínicamente se tiene una lesión con 25%
a 100% de tejido esfacelado o necrótico, con dolor, edema, calor local, exudado purulento y eritema
perilesional. Con la nemotecnia en inglés STONEES, con 3 o más signos se categoriza la lesión como
Infectada. (52)
TABLA 7: SIGNOS DE INFECCIÓN
S
Size is bigger (inglés)
Aumento tamaño (español)
T
Temperarute increase (inglés)
Aumento de la temperatura)
O
Os (probes, exposed) (inglés)
Prueba ósea positiva, o exposición ósea
N
New breakdown (inglés)
Nuevas ulceraciones (español)
E
Exudate increase (inglés)
Aumento del exudado (español)
E
Erythema, Edema (inglés)
Eritema, Edema (español)
S
Smell (ingles)
Fetidez (español)
43
Orientación Técnica | Manejo Integral del Pie Diabético
ILUSTRACIÓN 18: TIPOS DE CARGA BACTERIANA
Para el correcto uso de los protocolos de curación avanzada que en esta orientación técnica se men-
ciona, es de suma importancia establecer en qué estado de colonización está la UPD. Con este ob-
jetivo se diseñó el instrumento de Valoración de la carga bacteriana de heridas y úlceras, Fundación
Instituto Nacional de Heridas (FINH).
4
Está dirigida a identificar y describir las características de la
lesión de acuerdo a los conceptos de epitelización, colonización baja, colonización crítica e infec-
ción. Esta valoración está dirigida a los pacientes con úlcera de pie diabético neuropático, neurois-
quémico o isquémico revascularizable, sin pronóstico de amputación. Se recomienda la aplicación
de este diagrama cada 7 días en infección y cada 15 días en colonización crítica o baja.
TABLA 8: VALORACIÓN DE CARGA BACTERIANA, HERIDAS Y ÚLCERAS, (VACAB) FINH
Epitelización Colonización Baja Colonización Crítica Infección
Exudado calidad Sin exudado Seroso Turbio Purulento
Tejido Esfacelado
más Necrótico
Piel cicatrizada 0% ≥1% - 100% ≥25% -100%
Piel circundante
Sana,
Pigmentada,
Descamada
Sana, Pigmentada,
Descamada o
Macerada
Sana, Pigmentada,
Descamada o
Macerada
Eritematosa
Calor local NO NO NO
Fuente: Fundación Instituto Nacional de Heridas, 2018, Reproducido con autorización.
4
Validación de Instrumento “Valoración Carga Bacteriana, heridas y úlceras, FINH. Fundación Instituto nacional de heridas, Sociedad de
Enfermeras Latinoamericanas de Heridas (SELH), Santiago de Chile, Agosto 2018.
44
Orientación Técnica | Manejo Integral del Pie Diabético
Instrucciones de uso
Infectado: Se considerará infectado cuando presente piel eritematosa, calor local y presencia de
esfacelo y/o tejido necrótico mayor o igual a 25% hasta el 100% de tejido esfacelado más necró-
tico. La secreción purulenta es un signo más tardío por tal razón podemos encontrar una lesión con
secreción turbia, los signos anteriormente descritos y estar infectada. Se debe tener presente que
en un paciente con isquemia crítica podemos encontrar piel eritematosa pero a diferencia de la in-
fección la piel perilesional estará fría. Esta característica corresponde a la fase de inflamación en la
cicatrización.
Colonización crítica: Se considera colonización crítica cuando presenta secreción turbia y mayor o
igual a 1% hasta 100% de tejido esfacelado o necrótico, pero no presentara eritema perilesiona. Se
puede observar piel macerada, pigmentada, descamada o sana, no presenta calor local. Corresponde
a la fase inflamatoria del proceso de cicatrización.
Colonización Baja: Se considera colonización baja cuando presenta secreción serosa con 0% de
tejido esfacelado más necrótico con el resto del tejido en estado de granulación. Puede presentar
piel macerada, pigmentada, descamada o sana, no presenta calor local. Corresponde a la fase proli-
ferativa en la cicatrización.
Epitelización: Se considera en etapa de epitelización cuando está sin exudado, sin esfacelo y/o teji-
do necrótico, sin calor local. La lesión esta con 100% de epidermis, su piel habitualmente está sana,
pero también podría estar pigmentada o descamada. Corresponde a la fase de maduración de la
cicatrización.
Definición de terminología del Diagrama:
Piel circundante
La piel cercana a la úlcera puede sufrir alteraciones de la integridad cutánea por efectos mecánicos
o relacionados con el proceso inflamatorio, las que pueden extender la lesión o dejar secuelas.
Piel sana: piel indemne
Piel descamada o pigmentada: La piel descamada se presenta por exfoliación de células que-
ratinizadas de tamaño variable, de color plateado, blanco o tostado que indica sequedad de la
piel y propensión a grietas y fisuras. La piel pigmentada es de color café cuando existe edema
permanente por la extravasación de la hemosiderina.
Piel macerada: se produce al estar en contacto con el medio húmedo. La piel se observa blanca,
húmeda, con epidermis que se elimina espontáneamente.
Piel eritematosa: la piel se observa enrojecida, irritada. Si se acompaña de calor local puede
ser signo de infección.
En una UPD la piel puede presentar más de una característica, como por ejemplo 30% de piel ma-
cerada y 70% de piel sana, en este caso la atención estará dirigida a resolver el problema más com-
plejo que será la maceración.
Exudado calidad
Sin exudado: no existe presencia de líquido.
Seroso: líquido claro transparente.
Turbio: líquido claro teñido de color amarillo o blanco (turbio).
Purulento: líquido espeso cremoso de color verde.
45
Orientación Técnica | Manejo Integral del Pie Diabético
Cantidad de exudado
Se evalúan los apósitos y la cantidad de secreción que presentan.
Ausente: El apósito primario está seco al retirarlo.
Escaso: El apósito primario está parcialmente húmedo hasta en un 60%, también ocurre cuan-
do se coloca un apósito absorbente y éste esta adherido.
Moderado: El apósito primario está 100% húmedo y el secundario manchado.
Abundante: El apósito primario y el secundario están totalmente mojados.
Cuando se evalúa el exudado posterior al uso de apósitos interactivos, bioactivos o mixtos, hay que
conocer el comportamiento de éstos frente a los exudados de la lesión.
Tejido esfacelado o necrótico
El tejido esfacelado es blanco amarillento, húmedo, fácil de recortar con carga bacteriana aeróbica.
El tejido necrótico es de color negro, duro, difícil de retirar que contiene habitualmente carga bac-
teriana anaeróbica. Ambos tejidos se ubican sobre la úlcera y su cantidad se mide en porcentaje,
los que se suman cuando están los dos. Si abarca más del 25% de la úlcera, tendrá una gran carga
bacteriana, que puede llevar a una infección.
Calor Local
Si: aumenta la temperatura alrededor de la piel. Esto sucede en un proceso de inflamación
aguda. Es uno de los signos clásicos en una UPD infectado.
No: temperatura de la piel es normal. Esta característica la podemos encontrar en la coloniza-
ción crítica, colonización baja y epitelización.
Es importante aplicar una vez a la semana esta valoración y llevar un registro con la fecha en
la cual se evaluó.
Posterior a determinar la colonización, no se debe olvidar evaluar en cada valoración el dolor y can-
tidad de exudado de la UPD y dejarlo registrado en la ficha clínica cada vez que aplique la escala.
Edema
Ausente: no hay líquido subyacente alrededor de la úlcera. Se mide a través de la presión dac-
tilar.
Edema +: al presionar con la yema del dedo índice alrededor de la úlcera (hasta 3 cm de su
borde), la piel se hunde levemente.
Edema ++: edema sobre los 3 cm de los bordes de la úlcera hasta el compromiso del 50% del
pie.
Edema +++: edema >50% hasta el 100% del pie.
Dolor: Sus causas pueden ser: inflamación, presión sobre la úlcera, cambios de cobertura, o compli-
caciones de la úlcera. La medición del dolor se puede realizar con puntaje de uno a diez utilizando la
Escala Visual Análoga (EVA) o Método Visual Análogo de Scott - Huskinsson.
Para efectos de esta orientación se sugiere considerar lo que la persona percibe de dolor asignándo-
le un valor de 50% del resultado total complementando el otro 50% con la evaluación clínica que
se basa en el dolor percibido por el paciente en la noche, asociado a cuanto y que cantidad de anal-
46
Orientación Técnica | Manejo Integral del Pie Diabético
gésico consume. Estos dos parámetros se suman, se saca un promedio, lo que da el resultado final.
Los pacientes inconscientes o conectados a ventilación mecánica se valoran con el puntaje máximo
al igual que las personas parapléjicas con UPD en la zona afectada.
En UPD con hueso expuesto el dolor se valora con el puntaje máximo con respecto a lo que al clínico
le corresponde evaluar, respetando el otro 50% del paciente. Para que el clínico tenga un parámetro
de referencia para saber qué puntaje asignar, se elaboró la evaluación clínica según EVA, Ver Tabla 9.
En resumen, EVA referido por el paciente + EVA según ingesta analgésica y calidad del sueño / 2 = x
TABLA 9: EVALUACIÓN CLÍNICA SEGÚN EVA
Puntaje Significado
0 - 1
0 = duerme bien sin analgésico
1 = se despierta, pero se vuelve a dormir sin analgésico
2 - 3
2 = duerme con analgésico básico* solo en la noche
3 = duerme con analgésico básico por horario
4 – 6
4-5 = no duerme con analgésico básico solo en la noche
6 = no duerme con analgésico básico por horario
7 - 8
7 = duerme con analgésico potente** solo en la noche
8 = duerme con analgésico potente por horario
- 10
9 = no duerme con analgésico potente solo en la noche
10 = no duerme con analgésico potente por horario
Fuente: Fundación Instituto Nacional de Heridas
Nota: *Analgésico básico: Los más utilizados son Paracetamol, ibuprofeno, clonixinato de lisina, ketoprofeno. **Analgésico potente: Los
más utilizados son tramadol clorhidrato, morfina, codeína, petidina. (53)
Una vez que se distinga que tipo de carga bacteriana presenta se procederá a la utilización de los
protocolos de curación avanzada mencionados en la siguiente sección
TABLA 10: ELECCIÓN DE PROTOCOLO DE CURACIÓN AVANZADA SEGÚN CARGA BACTERIANA
Protocolo de Curación Avanzada de Úlcera de
pie diabético (CAUPD) no infectado
Protocolo de Curación Avanzada de Úlcera de pie
diabético (CAUPD) infectado
Epitelización
InfecciónColonización baja
Colonización Critica
47
Orientación Técnica | Manejo Integral del Pie Diabético
4.3.3. Determinación de Protocolo: Curación Avanzada (CA)
Debe ser realizada por un profesional capacitado, de preferencia enfermera(o).
La CA, consiste en lavar la piel y la lesión con la finalidad de controlar carga bacteriana, aplicar un
apósito interactivo, bioactivo o mixto cuya frecuencia de cambio dependerá de las característica de
la lesión y del apósito primario elegido. (54)
El grupo de prestaciones (canasta) de Curación Avanzada en Úlcera de Pie Diabético (CAUPD) que
se aplicará depende de la carga bacteriana de la úlcera. Es así que se divide en Canasta de CAUPD
infectada y otra de no infectada. Para efectuar el procedimiento se han establecido protocolos de
tratamiento de acuerdo a esta categorización.
Protocolo de Curación Avanzada en Úlcera de Pie Diabético
a. Retirada de vendajes y apósitos:
Se deben retirar con guantes de procedimiento para la protec-
ción del profesional que lo realiza, previa higienización de manos con alcohol gel o jabón líquido. Los
apósitos con carga bacteriana alta como los apósitos primarios y secundarios, y vendajes mojados
con material purulento, se eliminarán en los desechos especiales. En los desechos domésticos se
eliminarán los insumos con baja carga bacteriana, apósitos secundarios y vendas pasadas con exu-
dados serosos o turbios. Los insumos manchados con sangre se eliminarán en los desechos especia-
les. (55)
b. Arrastre mecánico, Limpieza de la piel y úlcera:
Las UPD se colonizan rápidamente y la mayoría
de las infecciones son polimicrobianas. Más de 50% de las úlceras infectadas contendrá bacilos
Gram negativos y el otro 50% albergará microorganismos anaeróbicos. (52) Al existir aumento de
las bacterias se produce aumento de las metaloproteasas, enzimas que descomponen las proteínas,
sobre todo colágeno de la matriz extracelular, lo que retarda la cicatrización y hace que la fase in-
flamatoria se perpetúe. (57) Si existe una colonización crítica en la úlcera, ésta aumentará también
en la piel perilesional a través de los exudados que se extravasan, provocando una colonización en la
piel que, de no ser tratada, puede llevar a una dermatitis infecciosa. (55)
Es importante entonces que los protocolos incluyan la limpieza de la úlcera y la piel, en especial
cuando hay infección y colonización crítica. La técnica de elección es el arrastre mecánico con so-
lución fisiológica a través de la duchoterapia o jeringa con aguja, cuyas presiones oscilan entre 1 a
4 kg/cm². Presiones efectivas y seguras para no destruir las células en reproducción. (56) Una forma
sencilla y de bajo costo para el logro de una duchoterapia artesanal y lograr esta presión aproximada
es utilizar un matraz rígido de solución fisiológica al que se le realizan 15 a 25 orificios con una aguja
número 19 a 21, previa desinfección del 50% del matraz con alcohol. Esta técnica está recomenda-
da en UPD con colonización baja con úlceras de más de 5 cm de extensión, previo a tomar cultivo o
también previo a realizar la limpieza de la piel o úlcera con jabón de clorhexidina.
En el caso de uso de jeringa más aguja, se utiliza una de 20 a 35cc con aguja N° 19, la que se carga
con solución fisiológica. La aguja con la jeringa se coloca a unos 15 cm de la lesión lavando la úlcera
en toda su extensión. Esta técnica se utiliza con las mismas indicaciones que la ducha terapia, pero
en úlceras de menos de 5 cm de extensión.
Ambas son complejas de realizar y requieren mucho tiempo de enfermería, por tal motivo si se tiene
la disponibilidad se recomienda lavar la piel con espumas limpiadoras las cuales están compuestas
de aceites grasos esenciales, creatina, emolientes, perfumes y conservantes que reducen en 85%
el tiempo de trabajo del profesional y son menos tóxicas que la Clorhexidina Jabonosa al 2%. (58)
48
Orientación Técnica | Manejo Integral del Pie Diabético
La espuma limpiadora se debe agitar bien antes de usar; pulverizar a unos 20 cm de la piel, dejar
actuar unos segundos y retirar con toallas secas o húmedas, con gasa no tejida o apósito limpio sin
agua ni jabón. Se puede realizar en cada curación, no necesita enjuague. Solo se utiliza en piel.
La Clorhexidina Jabonosa al 2% es un insumo que se utiliza actualmente en los establecimientos
de salud públicos del país para bajar carga bacteriana de la piel y la lesión. Si ésta se utiliza, solo se
debe aplicar en la piel una vez por semana (cada 7 días) debido a su toxicidad en los tejidos reali-
zando abundante espuma, esperar 3 minutos y luego lavar abundantemente con solución fisiológica.
Este procedimiento se realiza en infección y colonización crítica solo una vez por semana. NO debe
ser considerada una medida rutinaria.
En el caso de úlcera con infección, solo se aplicará en la lesión por 3 días de forma consecutiva. Si la
úlcera presenta colonización crítica, se aplicará solo una vez por semana.
Un elemento que permite bajar carga bacteriana en la úlcera, con menos toxicidad que la clorhexi-
dina jabonosa, es la solución de polihexanida con betaína, elemento que se puede utilizar en cada
curación, mientras la úlcera presente colonización crítica o infección. La solución se debe aplicar en
una gasa no tejida directamente en la lesión, esperar 10 a 15 minutos y sin enjuagar limpiar la piel
y la úlcera con una pinza anatómica, para retirar todo los detritus que desprende el producto, luego
sin enjuagar aplicar el apósito primario o realizar el desbridamiento quirúrgico Se ha observado que
pasado el mes de uso el polihexanida con betaína su uso no es tan efectivo por lo que se recomienda
descansar por 2 a 3 semanas y luego volver a utilizarla. Mientras se descansa se puede utilizar clor-
hexidina jabonosa al 2% una vez por semana. (59)
c. Toma de Cultivo:
Es el procedimiento mediante el cual se obtienen una muestra para estudio
microbiológico. Se recomienda su toma en infecciones profundas debido a que en 50% de los casos
existe la presencia de 3 a 5 agentes como promedio, siendo relevante la presencia de gérmenes
anaeróbicos que provocan mayor necrosis. En este tipo de lesión el tener un diagnóstico bacte-
riológico preciso a través de cultivo aeróbico y anaerobio toma un papel importante para atacar
de manera eficaz la infección. (14, 56) La muestra se toma con técnica aséptica previo al arrastre
mecánico solo con solución fisiológico o agua bidestilada o Ringer lactato. En úlceras con tejido es-
facelado y/o necrótico y de granulación, la muestra debe ser tomada en el lugar en que exista tejido
necrótico previo desbridamiento de éste, obteniendo un trozo de tejido viable del tamaño de una
lenteja (0,5 cm), usando una cureta, pinza quirúrgica o bisturí, para obtener un trozo o un raspado de
tejido. Si sólo existe esfacelo con tejido de granulación y el paciente presenta signos de infección, el
cultivo se tomara de la misma forma que la anterior, pero la muestra se sacará debajo del esfacelo.
Esta muestra se deposita en un caldo de cultivo Tioglicolato, que permite cultivar aerobios y anaero-
bios. El trozo de tejido obtenido se transporta al tubo con la ayuda de un hisopo mojado con solución
fisiológica previo al transporte. El tubo se debe transportar al laboratorio lo más rápido posible en
forma vertical con un máximo de 72 horas para ser transportado. Si no se dispone de este medio, la
muestra se tomará del exudado a través de una jeringa que se debe enviar de inmediato al labora-
torio de microbiología, sellada y sin burbujas. (54). Ver anexo 7.
No se recomienda toma de cultivos en APS para herida superficiales y por personal no capacitado.
Por lo tanto deben ser derivadas para su manejo a nivel secundario y/o terciario.
d. Desbridamiento:
es un procedimiento que consiste en la eliminación del tejido esfacelado o ne-
crótico en una úlcera por medios quirúrgicos o médicos, con el objetivo de obtener un tejido limpio
que permita la cicatrización. Existen muchos métodos de desbridamiento utilizados en el trata-
49
Orientación Técnica | Manejo Integral del Pie Diabético
miento de UPD, entre los que se encuentran el quirúrgico, autolítico e hiperosmótico, y más recien-
temente, hidroquirúrgico y ultrasónico. (9) Para efecto de esta orientación técnica se explicarán los
más utilizados.
Desbridamiento quirúrgico: El desbridamiento quirúrgico consiste en eliminar el tejido esfacelado
o necrótico utilizando un bisturí, cureta, o tijera, procedimiento que se realiza en pabellón quirúrgico
o sala de procedimiento. Se recomienda en UPD infectadas o cuando exista ≥ 25% de tejido esface-
lado o necrótico. Es un método rápido y efectivo; sin embargo, no es selectivo, ya que se pueden des-
truir vasos sanguíneos y tejido sano. En pacientes con plaquetopenia o tratamiento anticoagulante
el procedimiento se debe realizar con precaución.
Es importante tener presente que el desbridamiento quirúrgico y la toma de cultivos lo deben
aplicar médicos y enfermeras debidamente capacitado/as, con formación especializada en ma-
nejo de curación avanzada. (2, 12, 60)
El profesional de enfermería cuenta con las competencias técnicas necesarias para la reali-
zación de desbridamiento quirúrgico que comprende hasta el tejido subcutáneo. El desbrida-
miento quirúrgico en tendón, musculo, o hueso es de resolución médica.
Desbridamiento Médico Autolítico o Hiperosmótico: es aquel que se utiliza después del desbri-
damiento quirúrgico o con tejido esfacelado o necrótico ≤25%.
Desbridamiento Autolítico:
Es el que se realiza mediante la aplicación de apósitos del grupo de los
hidrogeles, hidrocoloides y los adhesivos transparentes. Mantienen un ambiente húmedo adecuado
en la úlcera que permite que el organismo sea capaz de eliminar el tejido esfacelado o necrótico por
dos vías:
1. la “autodigestión”, por la estimulación de la migración celular que permite que los macrófa-
gos y los polimorfonucleares fagociten el tejido esfacelado y
2. la activación de las enzimas proteolíticas del organismo para degradarlo hasta convertirlo en
desechos eliminables mediante el lavado por arrastre mecánico. Es un proceso natural indo-
loro, selectivo, cómodo para el paciente y costo-efectivo. En el caso de la UPD solo se reco-
mienda el hidrogel, siempre que tenga exudado escaso. El hidrocoloide no se recomienda por
ser un apósito oclusivo que interfiere en la circulación periférica, al igual que el transparente
adhesivo, que es semioclusivo. Además, si el paciente tiene riesgo de infección, cualquiera de
estos dos apósitos podría aumentar su riesgo. (56)
Desbridamiento Hiperosmótico:
Es la eliminación del tejido esfacelado o necrótico por diferencia
de osmolaridad, aplicando un producto de alta osmolaridad en la lesión, que provoca la eliminación
del tejido esfacelado y necrótico a través de la absorción de fluidos de la úlcera. Actualmente en el
mercado nacional existen tres apósitos que se utilizan para este fin: las gasas con cloruro de sodio,
los apósitos de miel y los de Ringer con polihexametileno biguanida (PHMB). (56)
El más utilizado en las UPD con colonización crítica es el apósito de Ringer con PHMB, ya que no
tiene restricción de uso como los apósitos de cloruro de sodio y los apósitos de miel.
e. Protección de la Piel:
Antes de aplicar un hidratante o un protector cutáneo se debe secar la piel
en forma meticulosa, sin fricción (61) busca ser un prueba de la alianza que el conocimiento y la
práctica requieren como obligación para un ejercicio profesional responsable, para evitar destruir la
50
Orientación Técnica | Manejo Integral del Pie Diabético
capa córnea se debe realizar idealmente con gasas no tejidas, con “tocaciones”, recordando que solo
se seca la piel, no siendo necesario secar la úlcera, ya que ésta absorbe lo que necesita y el resto
lo elimina. Antes de aplicar el apósito primario se debe aplicar a la piel un protector cutáneo o una
crema. Para tomar una buena decisión sobre el producto a utilizar, se define cada uno de ellos:
Humectantes:
En las cremas humectantes están presentes agentes como la glicerina o el pro-
pilenglicol u otros similares, capaces de restituir el agua de constitución perdida por diferentes
causas. Los humectantes restituyen el “agua” y son necesarios para que la piel conserve su
humedad natural y restablece el manto ácido, el que protege de los efectos tóxicos del medio
ambiente. Estas cremas son capaces de retener la humedad, humectando los sectores más
resecos y devolviendo la humedad natural. Sólo actúa en la epidermis.
Hidratantes:
Las cremas hidratantes tienen principios activos más complejos, como aminoá-
cidos esenciales, ácido hialurónico, lactato de sodio, sorbitol, úrea, alantoína, etc. Son “emo-
lientes” preparados que devuelven flexibilidad a la piel evitando el resecamiento que producen
los factores externos o bien del organismo de cada caso en particular. Al igual que las cremas
humectantes, también entregan el agua que necesita cada piel en particular, pero brindando
además hidratación profunda por contener elementos activos muy importantes. Actúan en la
epidermis/dermis. Pueden ser simples o complejas. Las simples son a base de lanolina y aceites
vegetales y las compuestas contienen sustancias activas, como vitaminas, sales y minerales.
Protectores cutáneos:
Son películas líquidas transparentes, permeables al vapor de agua, que
forman una barrera de protección sobre la piel a base de polímeros y plastificantes; forman una
capa que protege por 72 horas contra adhesivos, humedad y fluidos corporales (61). Cuando
se aplica con el rociador o el contenido del sachet, este seca a los 30 segundos, tiempo que
se debe esperar antes de aplicar el apósito primario. Se pueden retirar con agua o solución
fisiológica tibia.
TABLA 11: RECOMENDACIONES PARA PROTEGER LA PIEL DE ACUERDO A LA EDAD Y
CARACTERÍSTICAS DE LA PIEL
Tipo de piel Protector Ejemplos
Piel sana <30 años Humectantes Glicerina
Piel sana ≥ 30 años Hidratantes simples Ureas
Piel descamada/pigmentada Hidratantes complejos AGHO
Piel macerada/eritematosa Protector cutáneo Barreras Protectoras
Fuente: I. Aburto, Fundación Instituto Nacional de Heridas, 2016
f. Apósitos
En Chile se utilizan apósitos según clasificación del Dr. Turner (1979), los interactivos, bioactivos
y mixtos como apósitos primarios. (62) En algunas ocasiones, los apósitos interactivos se pueden
utilizar también como coberturas secundarias y para la protección de la piel. En las curaciones avan-
zadas los apósitos pasivos se utilizan exclusivamente como secundarios. La elección del apósito
primario dependerá de la carga bacteriana y de la cantidad de exudado que presente la UPD.
Apósitos Primarios
Colonización baja con exudado escaso.
Se utilizan apósitos que mantengan un ambiente húmedo
fisiológico, tales como:
51
Orientación Técnica | Manejo Integral del Pie Diabético
Hidrogel: Apósito constituido por un gel amorfo no adherente o por una macroestructura tri-
dimensional fija, en forma de lámina. Ambos contienen polímeros espesantes y humectantes
con un alto contenido de agua. En las UPD se utilizan como desbridamiento autolítico y para
favorecer la granulación, la epitelización y la hidratación. El hidrogel amorfo se debe acompa-
ñar de un aposito secundario como tull o transparente no adhesivo para que el apósito pasivo
no absorba el agua del apósito. Tiempo máximo de uso: 3 días.
Tull de Silicona: Es una lámina de contacto porosa, transparente, microadherente, perforada,
compuesta de silicio y oxígeno. Tiene una película de polietileno que la protege y que se retira
al aplicarla en la lesión. Tiempo máximo de uso: 7 días.
Transparente No adhesivo: Fabricados de nylon o poliéster. No se recomiendan los apósitos
adhesivos por riesgo de infección e interferir con la irrigación periférica, especialmente en el
PD neuroisquémico e isquémico. Su función principal es proteger los tejidos de granulación y
epitelización. Tiempo máximo de uso: hasta 7 días.
Inhibidor de la Metaloproteasa: Este apósito es una matriz liofilizada, estéril, porosa y absor-
bente que está compuesta de 55% de colágeno y 45% de celulosa oxidada regenerada (COR)
o también a base de Nano-Oligosacáridos (NOSF) o de Etilendiamintetracético (EDTA). Tiene la
capacidad de alterar el entorno de la úlcera de manera positiva para facilitar la cicatrización, lo
que puede ayudar a mejorar los resultados en los pacientes con úlceras estancadas o difíciles
de cicatrizar. Aplicar el apósito solo donde haya tejido de granulación. Tiempo máximo de uso:
3 a 4 días.
Colágeno: El que más se utiliza es el colágeno Tipo 1 que se puede aislar a partir de la piel (de
animales) o de tendones. Su función es ayudar a mejorar el depósito de nuevo colágeno y redu-
cir la contracción de la úlcera. Los fragmentos de colágeno (péptidos que se forman por la de-
gradación del apósito) pueden atraer las células al interior de la zona de la úlcera (quimiotaxia)
e inducir su crecimiento (proliferación celular); ayudan a elaborar nuevas células, reducen la
actividad de las metaloproteasas, permitiendo controlar el entorno proteinolítico en la lesión
y también tienen efecto hemostático. Tiempo máximo de uso: 3 a 4 días.
Colonización baja con exudado moderado/abundante (56)
Alginatos: Son polisacáridos naturales biodegradables de fibra no tejida derivados de la sal
de calcio del ácido algínico. Aunque se les conoce normalmente como alginato de calcio, to-
dos están compuestos de iones de sodio y de calcio en distintas proporciones. Estos apósitos
se encuentran en láminas y en mechas. Están indicados para absorber exudados moderados
a abundantes y para la hemostasia de sangramientos en napa. Tiempo máximo de uso: 3 días
Carboximetilcelulosa: Polisacárido de alto peso molecular, que al contacto con el agua o exu-
dado confiere un pH ácido a la solución. Posee una alta capacidad de absorción y forma un gel
viscoso. Tiempo máximo de uso: 3 días.
Espumas hidrofílicas no adhesivas: Apósitos compuestos de poliuretano que atrae el agua.
Existen en forma de láminas y cojincillos estériles. Varían en espesor y tamaño, pueden ser ad-
hesivos o no. En UPD solo se utilizarán espumas hidrofílicas no adhesivas en láminas o cojinci-
llo. En el mercado nacional e internacional existen espumas hidrofílicas con silicona o hidrogel
que al contacto con la lesión son menos abrasivas. Tiempo máximo de uso: 3 días
52
Orientación Técnica | Manejo Integral del Pie Diabético
Colonización crítica con exudado moderado/abundante
(48, 56): Utilizar apósitos bacteriostáticos.
Gasa con polihexametileno biguanida (PHMB): Es un polímero de acción antimicrobiana que
pertenece a la familia de las biguanidas. Actúa como barrera biológica contra los agentes pa-
tógenos; por una parte inhibe el crecimiento bacteriano en la zona donde se aplica y por otra,
evita la penetración de microorganismos. Activo frente a un amplio número de microorganis-
mos: Stafilococcus aureus, Acinetobacter baumanni, Enterobacter fecalis, Pseudomona aureu-
ginosa, Proteus mirabilis, entre otros. Frecuencia de cambio: 3 a 4 días.
Gasa con Cloruro de Dialquil Carbamoilo (DACC): Es un apósito formado por una gasa tejida
o de acetato impregnada en una sustancia hidrófoba (repelente al agua), el dialkil carbamoíl,
que da el color verde al apósito. Es un derivado de un ácido graso natural con una potente ca-
pacidad de absorción física de microorganismos. El mecanismo de funcionamiento se basa en
que las sustancias hidrófobas tienen la tendencia a atraerse unas a otras. La mayor parte de
los gérmenes patógenos, o los que dificultan la curación de las úlceras, por ej. bacterias como
el Staphylococcus aureus, Estreptococos, E. coli y similares, así como hongos, ej. Cándida albi-
cans, poseen propiedades hidrófobas, por lo que se adhieren rápida y eficazmente al apósito.
Tiempo máximo de uso: 3 a 4 días.
Apósito de Ringer más PHMB: Es un apósito en forma de almohadilla de varias capas saturado
de solución Ringer, que es su componente central, y unas esferas de polímero muy absorben-
tes. La capa de contacto con la lesión está compuesta de silicona evitando que el apósito se
adhiera a la úlcera. Contiene una significativa cantidad de solución de Ringer (más de 15 g/L)
que provee un ambiente húmedo. Libera la solución en el lecho de la úlcera, provocando un
intercambio de exudado por diferencia de concentraciones, proceso que remueve el tejido
necrótico y tejido esfacelado de la UPD. Además, contiene PHMB, compuesto que permite que
el apósito se aplique de forma segura en la lesión con colonización crítica. Tiempo máximo de
uso: 3 a 4 días.
Apósito Secundario y Fijación
Una vez efectuada la curación y colocado el apósito primario, se procede a utilizar como secun-
dario un apósito tradicional, uno especial o espuma pasiva. Esta cobertura debe ser unos 3 a 5 cm
más grande que el apósito primario y debe fijarse con venda de gasa semielasticada. Si se utiliza la
espuma como vendaje, debe cortarse en tiras de 10 cm de ancho por 2 a 3 cm de largo, que no es
necesario enviar a esterilizar. Se procede al vendaje de distal a proximal.
La frecuencia de la curación depende de las características de la úlcera y el apósito primario
que se haya elegido.
53
Orientación Técnica | Manejo Integral del Pie Diabético
Protocolo Curación Avanzada de UPD no infectado
TABLA 12: PROTOCOLO DE CURACIÓN AVANZADA DE ÚLCERA DE PIE DIABÉTICO (CAUPD) NO INFECTADO
Actividad Observación
Valoración diagnóstica Cada 15 días
Toma de cultivo No
Arrastre mecánico
Duchoterapia o jeringa con aguja. Solo cuando se usa jabón o exista
colonización baja
Desbridamiento quirúrgico ≥ 25% tejido esfacelado y/o necrótico
Limpieza de la piel
Con Espuma Limpiadora en cada curación (si no se tiene acceso utilizar
suero fisiológico) o Clorhexidina Jabonosa al 2% 1 vez a la semana
(para bajar carga bacteriana) continuar durante la semana con Espuma
Limpiadora o jabón PH 5 o neutro.
Limpieza de la úlcera
Colonización Baja: Limpieza de la úlcera solo con solución fisiológica.
Colonozación critica: Polihexanida con Betaína solo en presencia de tejido
esfacelado o necrótico.
Protección de la piel
Piel macerada: protector cutáneo
Piel descamada/pigmentada y sana: ácido graso hiperoxigenado, ureas,
emulsionado, glicerina.
Apósito primario* Según algoritmo
Apósito secundario Tradicional o tradicional especial
Fijación Venda semi elástica con tela de rayón
Frecuencia de cambio
Colonización crítica: 3-4 días
Colonización baja exudado escaso: 7 días
Colonizacón baja con exudado moderado a abundante: 3 a 4 días
Recomendaciones
generales
Procurar reposo del pie, licencia médica si así lo amerita.
Zapato quirúrgico o de descarga, según localización úlcera y valoración
de carga bacteriana.
Alza ropa
Control metabólico
Mantener apósitos limpios y secos
Ejercicios pasivos del pie afectado
Fuente: Fundación Instituto Nacional de Heridas, 2018
Recomendaciones
Los apósitos de colágeno y los inhibidores de metaloproteasa se deben aplicar con tull o trans-
parentes no adhesivos como apósito secundario, previo al apósito tradicional.
Cuando la úlcera presenta escaso exudado y se ocupa DACC, se puede hidratar con hidrogel
amorfo previo a la colocación del apósito.
Precaución: En UPD con exposición del cartílago, se recomienda actuar con especial precau-
ción. Algunos productos con polihexanida con betaína están contraindicados en cartílagos hia-
linos. (55, 63)
54
Orientación Técnica | Manejo Integral del Pie Diabético
Todo hueso expuesto se considera infectado por lo que se debe proteger adicionalmente con
tull o hidrogel amorfo con plata, aunque exista exudado moderado a abundante. Esta aplica-
ción de hidrogel con plata se realiza solo miestras esté expuesto.
Se puede utilizar un gel que contengan polihexanida con betaína o los que contienen ácido
hialurónico con zinc, en colonización crítica. (56, 63)
Pacientes con dermatitis perilesional con sospecha de componente infeccioso, utilizar cremas
con ácido fusídico en cada curación hasta que pase el cuadro inflamatorio.
ILUSTRACIÓN 19: RESUMEN ALGORITMO DE ELECCIÓN DE APÓSITO* UPD NO INFECTADO
COLONIZACIÓN
CRÍTICA
APÓSITO
PRIMARIO
APÓSITO
SECUNDARIO
FRECUENCIA
DE CAMBIO
DACC
PHMB
RINGER + PHMB
3-4 DÍAS
COLONIZACIÓN BAJA CON
EXUDADO MODERADO-
ABUNDANTE
ALGINATO/CARBOXIMETILCELULOSA
ESPUMA HIDROFÍLICA
3-4 DÍAS
TRADICIONAL O TRADICIONAL ESPECIAL
COLONIZACIÓN BAJA CON EXUDADO
ESCASO
-HIDROGEL
-INHIBIDOR DE LA
METALOPROTEASA
-COLÁGENO
3-4 DÍAS
TULL SILICONA
-TRANSPARENTE
NO ADHESIVO
(Nylon, Poliéster)
7 DÍAS
*utilizar uno de los nombrados
Fuente: Fundación Instituto Nacional de Heridas, 2017
Nota: Si el hueso está expuesto, aplicar hidrogel amorfo con plata.
Protocolo Curación Avanzada de UPD infectado
Infección:
(56)
Al diagnosticar a un paciente con UPD infectada, se utilizarán los apósitos primarios bactericidas
a base de plata. Es importante que prime el criterio clínico en esta decisión. Se podrán utilizar los
siguientes apósitos:
Plata Nanocristalina: Apósito compuesto de capas de gasa no tejida de rayón con poliéster,
cubierta por ambos lados con una malla de polietileno de poca adherencia y recubierta con
plata nanocristalina. La plata está en formato metálico que al contacto con el exudado de
la lesión o agua bidestilada se oxida para formar óxido de plata, que es soluble en agua y en
contacto con ésta se transforma en plata iónica, la que tiene efecto bactericida. Para que este
efecto se realice desde el momento que se aplicó en la lesión, se recomienda activarlo mojan-
do el apósito con agua bidestilada, nunca con solución fisiológica porque se precipita la plata;
también se puede activar colocando hidrogel sobre el apósito.
Alginato con Plata: Está compuesto por fibras no tejidas de alginato de calcio recubiertas de
plata iónica. El alginato tiene la capacidad de absorber el exudado de la úlcera y forma un gel
55
Orientación Técnica | Manejo Integral del Pie Diabético
viscoso. Los iones de sodio del exudado se unen al apósito causando la liberación de la plata
iónica desde las fibras de la cobertura. La plata está distribuida homogéneamente y ejerce su
acción bactericida de forma constante.
Carboximetilcelulosa con Plata: Está compuesto por carboximetilcelulosa sódica y plata ió-
nica, la que le da la característica de bactericida al destruir las bacterias adheridas a la car-
boximetilcelulosa. Los iones de sodio del exudado se unen al apósito causando la liberación de
la plata iónica desde las fibras de la cobertura.
Espuma con Plata: Es un apósito de dos capas: una externa con espuma de poliuretano que
absorbe el exudado de la lesión y una interna que va en contacto con la lesión, compuesta de
plata iónica. Se recomienda utilizar espuma unilaminar, sin capa de poliuretano, especialmen-
te, cuando el exudado es abundante.
Gasa con Plata: Es una gasa no tejida de algodón, de baja adherencia y cuyas fibras están recu-
biertas por una solución de sulfato de plata de alta solubilidad. En contacto con agua, solución
fisiológica, agua bidestilada o solución de Ringer lactato, el sulfato de plata se solubiliza, per-
mitiendo la rápida liberación de plata iónica en el lecho de la úlcera.
Hidrogel o pasta con plata: Es un apósito amorfo que está compuesto por 75 % de agua, plata
iónica, polisacáridos, aceites y 5% de alginato. Está indicado en lesiones infectadas con exu-
dado escaso o para proteger huesos expuestos.
Recomendaciones
Todos los apósitos con plata mencionados en esta OT se pueden recortar.
Los apósitos con plata se pueden colocar por cualquier cara en la úlcera a tratar, a excepción
de la espuma con plata.
Si al paciente se le efectúa una resonancia nuclear magnética (RNM) en la zona en que se le
ha colocado un apósito con plata, éste debe ser retirado antes porque distorsiona el resultado
del examen.
El apósito con plata no deberá entrar en contacto con electrodos o geles conductores durante
las mediciones electrónicas: ejemplo, ECG, EEG, porque puede interferir con las señales eléc-
tricas.
Los apósitos disponibles que cuentan con una alta concentración de plata tales como, la pla-
ta nanocristalina, espuma con plata, alginato con plata y carboximetilcelulosa, solo se deben
aplicar en la úlcera, nunca en la piel para que ésta no se tiña.
Cuando algunos apósitos con plata tiñen la piel dejando una coloración gris o negra, la tinción
se elimina con lavado y apósitos absorbentes.
Al aplicar apósitos con plata, los esfacelos se pueden teñir con esta por lo que no se debe
confundir la tinción con tejido necrótico, ya que el diagnóstico médico y el tratamiento serán
diferentes.
Frente a una infección aguda, se aconseja colocar en los primeros días un apósito con gran
cantidad de plata disponible y continuar posteriormente con uno de menor cantidad.
En úlceras con riesgo de infección se pueden aplicar apósitos con plata. No es necesario que el
cambio se efectúe a diario, pero no se debe usar por más de 48 horas.
Una vez superada la infección, cambiar el tipo de cobertura.
Se debe esperar una respuesta positiva en un período de 5 a 7 días; si esto no sucediera, se
56
Orientación Técnica | Manejo Integral del Pie Diabético
debe hacer una reevaluación clínica del paciente.
En la etapa aguda de la infección, la frecuencia de curación es diaria, después podrá realizarse
cada 48 horas.
En caso de tener hueso o tendón expuesto, éste se debe proteger con hidrogel con plata, gel
de polihexanida con betaína o ácido hialurónico con zinc, ante de aplicar el apósito primario.
(56, 63)
Precaución: Toda UPD con exposición del cartílago, se recomienda actuar con especial precau-
ción con productos que contengan polihexanida con Betaína, los que están contraindicados en
cartílagos hialinos. (55,63)
En pacientes con dermatitis con infección, aplicar cremas con ácido fusídico que contenga un
corticoide en cada curación, cubriendo toda la zona afectada; sobre éste aplicar tull con ácido
fusídico con el objetivo de que el medicamento permanezca durante más tiempo de acción. No
aplicar el corticoide por más de 10 días.
ILUSTRACIÓN 20: RESUMEN ALGORITMO DE ELECCIÓN DE APÓSITO** UPD INFECTADO
Apósito primario
Con exudado moderado/abundante
Plata nanocristalina
Alginato de plata
Carboximetilcelulosa con plata
Espuma con plata
Con exudado escaso
Gasa con plata
Hidrogel con plata
Apósito secundario Apósito tradicional o tradicional especial
Frecuencia de cambio 24 horas
Fuente: Fundación Instituto Nacional de Heridas, 2017
Nota: En caso de hueso, músculo y tendón expuesto, aplicar hidrogel con plata y luego el apósito con plata.
En caso de gangrena de todo el pie se requiere resolución por especialista para aseo quirúrgico.
57
Orientación Técnica | Manejo Integral del Pie Diabético
TABLA 13: PROTOCOLO DE CURACIÓN AVANZADA DE ÚLCERA DE PIE DIABÉTICO INFECTADO**
Actividad Observación
Aplicación Valoración
Diagnóstica
Cada 7 días
Toma de cultivo* Aeróbico- Anaeróbico
Arrastre mecánico Duchaterapia
Desbridamiento quirúrgico
Desbridamiento autolítico
NO, los hidrogeles amorfos no son bactericidas, solo utilizar en hueso
expuesto.
Limpieza de la piel
Con Espuma Limpiadora (EL) diaria o Clorhexidina Jabonosa al 2% 1
vez a la semana, continuar los siguientes días con EL o jabón PH 5 o
neutro.
Limpieza de la úlcera
Polihexanida con Betaína en cada curación o Clorhexidina Jabonosa
al 2% por 3 días consecutivos y luego sólo solución fisiológica hasta
completar 7 días, continuar con Clorhexidina Jabonosa al 2% una vez
por semana.
Protección de la piel
En piel eritematosa utilizar:
Protector cutáneo
En piel descamada o sana utilizar:
Ácido grasos hiperoxigenados
Urea
Emulsionado
Glicerina
Apósito primario** Apósito con plata bactericida
Apósito secundario Tradicional o tradicional especial
Fijación Venda semi elástica con tela de rayón
Frecuencia de curación Diaria (cada 24 hrs)
Recomendaciones generales
Procurar reposo del pie, licencia medica.
Zapato quirúrgico o de descarga, según úlcera.
Alza ropa
Control metabólico
Radiografía del pie si presenta hueso expuesto
Uso de antibiótico por 14 días, re-evaluar si debe continuar
Mantener apósitos limpios y secos
Ejercicios pasivos del pie afectado
Fuente: Fundación Instituto Nacional de Heridas, 2018
* Sólo si presenta placa necrótica se toma cultivo anaeróbico y aeróbico. Si solo hay esfacelo se toma cultivo aeróbico.
** En caso de grado avanzado-severo el paciente debe ser manejado a nivel hospitalario (no APS).
58
Orientación Técnica | Manejo Integral del Pie Diabético
Terapias Coadyuvantes
Son procedimientos avanzados que consisten en la aplicación de tecnología de punta para estimular
el proceso de cicatrización en pacientes muy complejos como aquellos con UPD neuroisquémico o
isquémico revascularizables y, en general, en cualquier tipo de pacientes que presente una herida o
úlcera con más de tres FR que influyen en el proceso de cicatrización. Acompañan a las curaciones
avanzadas cuando éstas no han sido suficientes para conseguir la cicatrización de la lesión. Pertene-
cen a este tipo de Terapia de Presión negativa, el factor de crecimiento autólogo, el oxígeno locali-
zado e hiperbárico y la bioingeniería de tejidos, como los más utilizados.
En pacientes con UPD isquémica revascularizable, es importante que se apliquen Terapias Coadyu-
vantes mientras se resuelve la revascularización, con el objetivo de evitar amputaciones. Se reco-
mienda utilizar estas terapias en estos pacientes ya que pueden acortar el tiempo de recuperación,
obteniéndose hasta 4 meses promedio de cicatrización en estas úlceras con colonización crítica y
hueso expuesto. (56, 64) Ver Anexo 8.
4.3.4. Rehabilitación y Ayudas Técnicas
Prevención de ulceraciones de pie diabético
Un calzado adecuado y bien adaptado disminuye el riesgo de lesiones en personas diabéticas, quie-
nes están propensas a deformaciones. En riesgo bajo y moderado, un calzado deportivo atlético de
calidad o un calzado de horma ancha en conjunto con órtesis de contacto total del pie (plantillas
personalizadas) permiten disminuir las presiones plantares. (67, 68)
Se debe evaluar el PD de forma integral para categorizar al paciente según el grupo de riesgo de
ulceración:
59
Orientación Técnica | Manejo Integral del Pie Diabético
Estratificación de Riesgo. International Working Group of Diabetic Foot (IWGDF 2000)
Grupos
IWGDF
Descripción de la
categoría
Nivel de
riesgo
Recomendaciones
Categoría 0
Sensibilidad plantar normal.
Sin historia de ulceración
anterior.
Puede tener deformidad no
relacionada a hiperpresión,
por ejemplo, presencia de
hallux valgus.
La evolución de la
enfermedad puede
conducir a la insensibilidad.
Riesgo
bajo
Calzado deportivo (zapatillas tipo
caminadoras o walker shoes) de buena
calidad con horma ancha, planta de látex o
uretano (no pvc)
Control del pie diabético una vez al año. (5)
Categoría 1
Sensibilidad protectora
ausente (medida con
monofilamento)
Sin historia de ulceración.
Sin deformidades del
pie relacionadas con
neuropatía o hiperpresión.
Riesgo
moderado
Calzado con horma ancha y extraprofundo
que permita el uso de una plantilla
ortopédica con barra retrocapital 3/6/3
mm y soporte de arco longitudinal medial
(interno) de 15 mm.
Debe contener alivio de presiones en zonas
de prominencias óseas o hiperqueratosis
(confección personalizada).
Control del pie cada 6 meses. (5)
Categoría 2
Pérdida de la sensibilidad
protectora.
Sin historia de úlcera
plantar, con deformidad
presente (dedos en garra o
en martillo, hallux rígidus)
relacionada con neuropatía
y/o hipotrofia muscular.
Riesgo alto
Calzado de horma ancha y extra profunda
que permita el uso de una plantilla
moldeada u órtesis de contacto total del
pie fabricada en goma microcelular (eva)
(plastazote) o uretano con una base de al
menos 3 mm de espesor forrada con una
cubierta blanda; debe contener alivio de
presiones en zonas de prominencias óseas
o hiperqueratosis (confección personalizada
por técnico ortesista certificado)
Si el volumen del pie no es excesivo
se puede utilizar calzado prefabricado
extraprofundo con balancín retrocapital con
ángulo entre 20 a 24°.
Si el volumen es mayor, debe indicarse
calzado ortopédico confeccionado a medida
(personalizado) más las órtesis de contacto
total de pie.
Debe ser fabricada por técnico ortesista
certificado
Control del pie cada 3 meses. (5)”
Categoría 3
Sensación protectora
ausente.
Antecedente de úlcera,
enfermedad vascular,
amputación o secuelas de
artropatía de Charcot.
Riesgo
máximo
Calzado prefabricado o hecho a medida
(ideal tipo botín), de horma ancha y extra
profunda, cordonera larga y balancín
retrocapital (con ángulo de 20 a 24°)
asociado a órtesis de contacto total del pie,
Control pie cada 1-3 meses, o frente a
complicaciones del pie (5)
60
Orientación Técnica | Manejo Integral del Pie Diabético
ILUSTRACIÓN 21: INDICACIONES DE AYUDA TÉCNICA SEGÚN CATEGORÍA DE RIESGO
Ayudas técnicas en úlcera activa.
Respecto a los pacientes que cursan con una úlcera activa, la descarga es un componente indis-
pensable en la cicatrización de una úlcera.
Dado que la mayoría de las úlceras plantares resultan de presiones plantares repetitivas o eleva-
das, es imperativo que dichas presiones deban mejorarse o reducirse al máximo para permitir que
se produzca la cicatrización. La consecuencia de una presión excesiva sobre la planta del pie en la
patogenia de las úlceras plantares neuropáticas está bien establecida. El uso de un yeso de contacto
total (YCT) se considera el Gold Standard para el tratamiento de las úlceras plantares neuropáticas;
sin embargo, el manejo de pacientes con YCT plantea varias consideraciones: (69)
La aplicación correcta de YCT, para evitar lesiones iatrogénicas, requiere técnicos calificados
en yeso y es un proceso costoso y lento.
Está absolutamente contraindicado en pacientes con infección o isquemia crítica.
Contraindicado de manera relativa en pacientes que son muy ancianos (mayor a 80 años), que
tienen problemas visuales o de equilibrio.
Pacientes que cursen con úlceras en ambos pies.
Pacientes con venas varicosas.
De esta forma, en relación a las ayudas técnicas durante la úlcera activa la evidencia recomienda: (5)
Con úlcera plantar neuropática, se recomienda descarga con yeso de contacto total, bota de
descarga inamovible de tobillo fijo (Grado 1B).
Con UPD que requiere cambios frecuentes de apósito, se sugiere descarga usando dispositivos
extraíbles tales como yeso desmontable como alternativa al yeso de contacto total, bota o
botín extraíble que inmovilice tobillo (Grado 2C) o bien zapato quirúrgico, dependiendo de la
ubicación de la lesión.
En pacientes con úlceras no plantares, se recomienda utilizar cualquier modalidad que alivie
la presión en el sitio de la úlcera, como una sandalia quirúrgica o un zapato de alivio del talón
(Grado 1C).
61
Orientación Técnica | Manejo Integral del Pie Diabético
El uso de la ayuda técnica (de descarga) permite aliviar la presión de la zona ulcerada con el fin de
realizar desplazamientos mínimos en actividades de la vida diaria básicas. La persona debe tener
indicación de reposo mientras se resuelva la úlcera y siempre debe utilizarse con 2 bastones tipo ca-
nadiense para disminuir aún más la carga en la extremidad afectada y prevenir las caídas. En el caso
de que el paciente trabaje, es primordial el reposo laboral hasta la resolución completa de la úlcera.
Una vez tratada ésta, la prevención de recurrencia o la generación de nuevas úlceras debe ser una
prioridad en el cuidado continuo de los pies de alto riesgo, incluidos aquellos con amputación parcial
previa del pie. Numerosas directrices y publicaciones así lo recomiendan, por lo tanto, la provisión de
calzado de protección con plantillas para aliviar la presión son estrategias claves en la prevención.
ILUSTRACIÓN 22: EJEMPLO DE AYUDA TÉCNICA PACIENTE CON ÚLCERA ACTIVA: YESO DE CONTACTO
TOTAL
Gold estándar en manejo de úlceras neuropáticas
Requiere personal calificado
Contraindicado en infección-isquémica crítica
Contraindicadicación relativa alteraciones de equilibrio/
lesiones bilaterales
ILUSTRACIÓN 23: EJEMPLO DE AYUDA TÉCNICA PARA PACIENTE CON ÚLCERA NEUROPÁTICA
62
Orientación Técnica | Manejo Integral del Pie Diabético
5. COMPLICACIONES DE UNA UPD Y SU TRATAMIENTO
Infección (11)
En las UPD siempre se debe buscar signos de infección y tratar precozmente si ésta es detectada.
Se debe recordar que las úlceras no infectadas clínicamente no deben tratarse con un tratamiento
antibiótico sistémico, en cambio todas las úlceras infectadas requieren tratamiento con antibióti-
cos. Para el manejo antimicrobiano de este tipo de úlceras, se debe tener en cuenta la microbiología
implicada en el mismo, así como la epidemiología local de cada centro de salud.
De los microorganismos involucrados, en úlceras San Elián 7 – 15 es frecuente encontrar cocáceas
Gram positivas, principalmente
Staphylococcus aureus
y
Streptococcus pyógenes
. Por su parte, las
bacterias Gram negativas representan un gran porcentaje de las infecciones en lesiones profundas y
con compromiso óseo, con puntajes de San Elian ≥ 16, siendo predominantes
Proteus spp, Klebsiella
spp
y
Pseudomonas spp
. (70)
Evaluación inicial:
El diagnóstico se debe realizar mediante la clínica, es decir, evaluando síntomas y signos suge-
rentes de inflamación y/o infección.
Se deben tomar signos vitales y exámenes de sangre generales si es posible. Es importante
considerar que el conteo de glóbulos blancos puede permanecer en rangos normales a pesar
del proceso inflamatorio/infeccioso; esto se debe a que la hiperglicemia puede generar un
estado de inmunosupresión.
Evaluar pulsos arteriales periféricos para decidir si es necesario una evaluación por especialis-
ta vascular o si se requiere una revascularización.
Un adecuado diagnóstico de una UPD permitirá aplicar precozmente un protocolo de curación
avanzada en el manejo local.
Una infección con un bolsillo profundo puede no tener signos superficiales, por lo que el per-
sonal de la salud debe sospecharlo ante un paciente con:
Signos de toxicidad sistémica
Inflamación alejada de la úlcera en la piel
Infección persistente a pesar de curación de la úlcera, o parámetros inflamatorios al alza
a pesar de una terapia adecuada.
Descompensación de la glicemia
Dolor en pie con anestesia previa.
Es importante tener en consideración que:
La elección del antibiótico para el tratamiento empírico se realiza en base a los patógenos más
frecuentes, la susceptibilidad, la severidad de la infección, la evidencia de la eficacia para tra-
tar infecciones en UPD, el tipo de paciente (alergias, intolerancias, etc.) y el costo económico.
Es importante considerar que para el tratamiento empírico en el caso de paciente con pri-
moinfección lo más usual es que ésta sea monobacteriana, donde el agente más común son las
bacterias aerobias cocos Gram positivos (
Staphylococcus aureus
o
Streptococcus pyógenes
);
en cambio, en pacientes con úlceras crónicas y/o profundas, la infección es polimicrobiana,
agregándose bacterias aerobias Gram negativas y anaerobias.
63
Orientación Técnica | Manejo Integral del Pie Diabético
Dependerá de la gravedad de la infección si el tratamiento antibiótico será vía oral (VO) o en-
dovenosa (EV)
5.1. Manejo UPD con infección leve
En el caso de infecciones leves en pacientes que no han recibido recientemente tratamiento con
antibióticos:
Inicie un tratamiento antibiótico oral empírico orientado a
Staphylococcus aureus o
Streptococcus pyógenes
, que son los agentes causales más comunes.
Las opciones de antibióticos son: (71)
Cefadroxilo 1 g c/8 h VO + Metronidazol 500 mg c/8 h VO (solo incluir en caso de sospecha
de anaerobio concomitante).
Amoxicilina-ácido clavulánico 875mg/125 mg c/ 12 h VO.
El tratamiento antibiótico debe administrarse hasta que los signos y síntomas de infección se
resuelvan; para los casos de infecciones leves eso ocurre en 1-2 semanas aproximadamente.
(72)
Si al cabo de 7 días no se evidencia respuesta al tratamiento, se recomienda reevalución global
y considerar derivación a nivel secundario para la realización de cultivo y el correspondiente
ajuste de terapia antibiótica. La duración del tratamiento antimicrobiano empírico se man-
tendrá hasta contar con el resultado de los cultivos y la susceptibilidad, ajustándo la terapia
antimicrobiana si procede.
En nivel secundario deben obtener cultivo, preferentemente de una muestra de tejido. Para to-
mar un cultivo aerobio-anaerobio se debe retirar la placa necrótica con cureta, bisturí o tijera,
extrayendo un trozo de tejido viable que se deposita en tubo de cultivo (ver Anexo 7)
Cambie a un antibiótico alternativo si los resultados de los cultivos así lo indican.
Duración de tratamiento 1 a 2 semanas, si existe presencia de Pseudomonas aeruginosa 3 a 4
semanas.
5.2. Manejo UPD con infección moderada (53,72)
Esta infección se diferencia de la leve en que hay una úlcera de mayor tamaño o compromiso
de tejidos más profundos como músculos, tendón, hueso, etc., pero sin haber una infección
sistémica.
Requiere manejo hospitalizado para antibióticos endovenosos, considerar toma de cultivo, es-
pecialmente en pacientes que ya han recibido antibióticos antes.
Se debe comenzar con terapia antibiótica de forma empírica y debe cubrir microorganismos
tanto aerobios como anaerobios. Si la úlcera no responde a la terapia, se deben tomar cultivos
para ajustar tratamiento según sea necesario.
Si existiese riesgo de pérdida de la extremidad o sospecha de osteomielitis se aconseja la hos-
pitalización y tratamiento intravenoso de amplio espectro durante dos a cuatro semanas. (Esto
puede realizarse con la modalidad de hospitalización domiciliaria, donde se realice curación
avanzada y administración de antibiótico EV).
En esta situación, con el paciente hospitalizado, se puede emplear ertapenem, o como alter-
nativas una cefalosporina de tercera generación más metronidazol, amoxicilina-ácido clavu-
lánico, una quinolona (ciprofloxacino o levofloxacino) + metronidazol.
64
Orientación Técnica | Manejo Integral del Pie Diabético
En caso de alta sospecha de participación de
Pseudomonas aeruginosa
se puede administrar
piperacilina- tazobactam o un carbapenem antipseudomónico (Ejemplo: Imipenem o merope-
nem) con las dosis que se señalan a continuación.
En caso de existir alta probabilidad de SARM se debe añadir en primera opción vacomicina,
segunda opción linezolid y finalmente daptomicina.
Sin sospecha de Pseudomonas: Ampicilina-Sulbactam 3 gr c/6 h EV o Ertapenem 1 gr
c/12 h EV
Con sospecha de Pseudomonas: Pieracilina-Tazobactam 4,5 gr c/6 h EV en BIC o Merope-
nem 1 gr c/8 h EV
Duración de tratamiento 1 a 2 semanas, si existe presencia de
Pseudomonas aeruginosa
3 a 4
semanas.
En caso de osteomielitis el tratamiento debe prolongarse durante 6 semanas.
En caso de requerir ajuste por función renal consultar infectológo de referencia.
5.3. Manejo UPD con infección severa
En este caso existe un foco infeccioso local asociado a criterios de infección sistémica (SIRS) (Ver
Tabla 14) por lo que estaríamos frente a un caso de sepsis (72, 73), lo que requiere un manejo tanto
médico como antibiótico más agresivo. El paciente requerirá derivación al servicio de urgencia y
hospitalización en nivel terciario de salud.
Ante la presencia de sepsis se deben tomar dos hemocultivos.
Al igual que en el caso de infecciones moderas, la terapia antibiótica deberá cubrir microorga-
nismos tanto aerobios como anaerobios.
Cubrir todas las posibilidades con betalactámicos de actividad antipseudomónica (imipenen/
meropenem o piperacilina-tazobactam) asociados también en primera opción vacomicina, se-
gunda opción linezolid y finalmente daptomicina si hay riesgo de SARM.
En caso de alergia a betalactámicos, la alternativa pasa por el empleo de tigeciclina + una qui-
nolona (ciprofloxacino o levofloxacino) o amikacina.
Una vez conocido el agente causal y su sensibilidad, se procederá al ajuste del tratamiento
antimicrobiano
Las opciones de antibióticos recomendadas son: (72)
Piperaciclina-Tazobactam 4,5 g c/6 h EV en bomba de infusión continua (BIC) a pasar en
4 hr de infusión + Amikacina 15 – 20 mg/kg c/24 hr IV + Vancomicina 2 g de carga carga y
luego 1 g c/12 hr IV en BIC a pasar en al menos 1 hora de infusión
O Meropenem 1 g c/8 hr IV + Vancomicina 2 g de carga carga y luego 1 g c/12 hr IV en BIC
a pasar en al menos 1 hora de infusión. La duración del tratamiento antibiótico será por
3 - 4 semanas. (72)
En caso de osteomielitis el tratamiento debe prolongarse durante 6 semanas.
En caso de que el paciente a pesar de estar en tratamiento antibiótico no mejore, es necesario
considerar la necesidad de revascularización, toma de nuevos cultivos, desbridar la presencia
de nuevo tejido infectado, etc. No discontinuar tratamiento hasta tener resultado de cultivo y
antibiograma. (72)
65
Orientación Técnica | Manejo Integral del Pie Diabético
TABLA 14: CLASIFICACIÓN PIE DIABÉTICO INFECTADO - ADAPTADO DE LA CLASIFICACIÓN DE ÚLCERAS
DE SAN ELIÁN/ INFECTIONS DISEASE SOCIETY OF AMERICA (IDSA) (67)
Descripción
Grado de
severidad
Score Infección
San Elían
Sin signos ni síntomas de infección No infectado 0
Eritema de 0.5 mm a 2 cm, indurado, sensible a la palpación, calor local
y descarga purulenta
Leve 1
Eritema >2 cm, infección de músculo, tendón, óseo o articulaciones Moderado 2
Grado de severidad moderado + signos de compromiso sistémico (2 o
más signos de infección sistémica (SIRS)):
-Temperatura >38°C ó <36°
- Frecuencia cardiaca >90/min
- Frecuencia respiratoria >20/min ó PaCO2 <32 mmHg
- Recuento de leucocitos >12.000 mm3 ó <4.000 mm3 o >10% formas
inmaduras
Severo 3
TABLA 15: FACTORES DE RIESGO PARA INFECCIÓN POR PSEUDOMONAS Y SAMR. (75,76)
Factores de Riesgo para
Pseudomonas
Factores de riesgo para SAMR
Uso de antimicrobiano hace al menos 1 mes Tiempo de evolución de DM ≥ 13 años
Historia de úlceras previas en pies Hospitalización previa
Amputaciones previas Úlcera isquémica
Hospitalización previa Presencia de osteoemielits
Paciente vive y/o trabaja en ambientes con alta humedad
(regiones costeras, trabajo en pesca artesanal, etc.).
En cuanto a las pautas de administración de antimicrobianos, es necesario conocer la farmacociné-
tica de cada uno, así como su perfil PK/PD.
TABLA 16: PAUTA DE ADMINISTRACIÓN DE ANTIMICROBIANOS PARENTERALES EN INFECCIÓN EN PIE
DIABÉTICO. (74)
Antimicrobiano Dosis habitual Intervalo (hr) Dilución Tiempo de infusión
Piperacilina- Tazobactam 4,5 g c/6 250 mL SF 0,9% 4 hr
Piperacilina- Tazobactam 18 g c/24
1000 mL SF
0,9%
24 hr
Ampicilina- Sulbactam 3 g c/6 100 mL SF 0,9% 1 hr
Meropenem 1 g c/8 100 mL SF 0,9% 1 hr
Ertapenem 1 g c/24 100 mL SF 0,9% Idealmente en 3 hr
Amikacina 15 – 20 mg/kg c/24 100 mL SF 0,9% 45 min
Gentamicina 5 – 7 mg/kg c/24 100 mL SF 0,9% 45 min
Vancomicina* 1 g c/12 250 mL SF 0,9% 1- 2 hr
Metronidazol 500 mg c/8 --- 45 min
66
Orientación Técnica | Manejo Integral del Pie Diabético
* Debe utilizarse con dosis de carga de 2 g, posteriormente se deben solicitar determinación de
niveles plasmáticos (VR: 15 – 20 ug/mL) y ajustar la dosis de ser necesario.
Alternativas farmacológicas en alergia a los antimicrobianos
Un problema no poco común es el manejo antimicrobiano de pacientes que presentar reacciones de
hipersensibilidad a ciertas familias de antimicrobianos. Dentro de ellas las alergias más frecuentes
en la práctica clínica son las alergias a las penicilinas, sulfonamidas y quinolonas. Para ello se reco-
miendan las siguientes alternativas:
Antimicrobiano afectado Cambiar a familia de
Penicilinas Quinolonas
Sulfonamidas Quinolonas
Quinolonas Sulfonamidas + Tetraciclina
Sulfonamidas y Penicilinas Quinolonas + Tetraciclina
Los antimicrobianos a elección y sus dosis serán las siguientes:
Familia Esquema
Quinolonas Ciprofloxacino 500 mg 1 ½ comp. c/12 hr VO
Sulfonamidas Cotrimoxazol forte 1 comp. c/ 8 – 12 hr VO
Tetraciclinas
Doxiciclina 200 mg VO de carga y luego de 12 hr
100 mg c/12 hr VO de mantención
Respecto al uso de antimicrobianos, se debe tener en cuenta algunas consideraciones en el mo-
mento de la elección, que son marcadores de resistencia, así como también reacciones adversas y
contraindicaciones específicas. Todas ellas se encuentran detalladas en la Tabla 17.
67
Orientación Técnica | Manejo Integral del Pie Diabético
TABLA 17: CONSIDERACIONES ESPECIALES EN EL USO DE ANTIMICROBIANOS
Antimicrobiano Observaciones
Cefepime Tratamiento a elección para
Morganella morganii
.
Cefotaxima Equivalente a ceftriaxona, es marcador de BLEE.
Ceftriaxona
Potente inductor de betalactamasas, razón por la cual se debe dejar como alternativa
según antibiograma, evitando su uso en gérmenes con gen AmpC cromosómicos
inducibles, como los
Enterobacter spp, Citrobacter spp, Serratia spp, Providencia spp
y
Morganella spp
.
Oxacilina Es marcador de
Staphylococcus aureus
meticilino resistente (SAMR)
Vancomicina
Punto de corte de la CIM ≤1,5 ug/mL (desde 2 ug/mL se considera resistente).
Su administración en tiempos < 1 hora puede dar lugar a un síndrome de hombre rojo.
Imipenem
Contraindicado para Proteus mirabilis, porque genera resistencia por cierre de
porinas.
Al igual que otros carbapenémicos, tiene la particularidad de disminuir el umbral
convulsivante, generando una mayor predisposición a presentar crisis convulsivas.
Es por esto que debe administrase en tiempos > 1 hora, y evitar su uso en pacientes
con antecedentes de epilepsia, enfermedad cerebrovascular, o cualquier patología
neurológica que predisponga la aparición de convulsiones.
Cotrimoxazol
En pacientes con ERC existe el riesgo de hiperkalemia y en tratamientos prolongados
de anemia, por lo que se debe suplementar en este último caso con ácido folínico.
Ciprofloxacino
La dosis para
Pseudomonas aeruginosa
es 750 mg (1 ½ comp. de 500 mg) c/12 hr
cuando se administra por vía oral.
5.4. Osteomielitis
Se debe suponer el compromiso infeccioso del tejido óseo del paciente portador de una UPD toda
vez que al examen físico se observe la exposición del hueso o de la articulación en el contexto de la
úlcera. Las características de las lesiones frecuentemente no dejan a la vista el tejido óseo; sin em-
bargo, con la exploración con la pinza o estilete y al desbridar la lesión se palpa el hueso (“Probe to
bone test”). La sensibilidad de este simple test es cercana a 66% con especificidad cercana a 85%.
El examen imagenológico actual más accesible para diagnosticar una osteomielitis corresponde a
una radiografía simple de pie, teniendo en consideración que dicho examen muestra cambios óseos
tardío (4 semanas de infección). Los cambios óseos radiológicos que se pueden observar son: pro-
fundidad de la lesión, pérdida del contorno de la capa cortical del hueso compacto y la fractura. Las
lesiones en sacabocado adyacentes a la úlcera son signos fáciles de detectar con un mínimo entre-
namiento. Las personas pueden tener osteomielitis y tener una radiografía simple de pie aparente-
mente normal (2), debido a lo mencionado anteriormente sobre los cambios tardíos. Si se sospecha
osteomielitis en una persona son DM, pero no se confirma con una radiografía simple inicial, consi-
dere una resonancia nuclear magnética (RNM) para confirmar el diagnóstico según disponibilidad.
Recomendaciones para hacer el diagnóstico
Cuando se sospecha de un absceso de partes blandas o existe duda sobre el diagnóstico de
osteomielitis, el examen de elección es una resonancia nuclear magnética (RNM) debido a su
alta especificidad y sensibilidad; sin embargo, no siempre es posible realizarla debido a su alto
costo.
68
Orientación Técnica | Manejo Integral del Pie Diabético
Una alternativa a la RNM es una radiografía simple, pero se debe tener presente que los cam-
bios óseos radiológicos en una osteomielitis son tardíos, estos se visualizan en general luego
de 1 mes de aparición de la infección. (72)
En la fase aguda, una Neuroartropatía de Charcot puede confundirse clínicamente con una
osteomielitis. Es por esto que los hallazgos descritos en la RM de una osteomielitis suelen ser
edema de partes blandas y edema medular difuso, entre otros.
Para diagnosticar una osteomielitis generalmente se necesita un cultivo de una muestra ósea,
es por esto que, cuando se esté desbridando la se recomienda tomar una muestra ósea para su
cultivo. Este procedimiento debe ser realizado por médico.
En una úlcera infectada se recomienda el test de contacto óseo (o “Probe to bone test”). Esta
técnica consiste en explorar la úlcera con un metal estéril de punta roma (pinza anatómica),
con el fin de detectar tejido óseo palpable.
En pacientes de bajo riesgo de osteomielitis: un examen negativo descarta el diagnós-
tico.
En paciente de alto riesgo
5
de osteomielitis: un examen positivo es muy probablemente
diagnóstico.
El diagnóstico de osteomielitis es probable cuando se combinan una serie de signos y síntomas
sugerentes, tales como test de contacto óseo positivo, parámetros inflamatorios elevados, ra-
diografía o RM de pie alterada, etc.
En úlceras de larga data (≥ 1 mes) se debe descartar siempre una osteomielitis a pesar de que
el test de contacto óseo esté negativo, por lo que siempre se debe realizar una radiografía de
pie.(AP, lateral y oblicua de segmento)
En caso de osteomielitis, el tratamiento antibiótico debe permanecer hasta que se resuelva la
exposición ósea, ya sea por cirugía o tratamiento local (curación avanzada)
En caso de haber sido sometido a cirugía, las guías de práctica clínica recomiendan 2-5 días de
antibiótico luego del procedimiento. En caso de persistir tejido infectado, se aconseja mante-
ner la terapia antibiótica por 1-3 semanas. Una duración de mínimo 4-6 semanas se recomien-
da para aquellos casos donde todavía exista tejido óseo infectado.
5
Paciente de alto riesgo de osteomielitis: úlceras extensas y/o profundas, úlceras sobre las prominencias óseas, úlceras que tardan en
curar, tejido óseo expuesto o test de contacto óseo (+), infecciones recurrentes de partes blandas, destrucción ósea a la radiografía.
69
Orientación Técnica | Manejo Integral del Pie Diabético
6. OTROS ASPECTOS A CONSIDERAR
6.1. Manejo Podológico
El manejo podológico, en conjunto con la educación a la persona diabética y su familia, son parte de
las medidas de prevención de daño en los pies.
Existen dos tipos de podología:
a.
Podología preventiva:
Rama de la podología que tiene por objeto solo el cuidado de los pies
sanos (cuidados podiátricos).
b.
Podología clínica:
Rama de la actividad preventiva y recuperativa de la salud, que tiene por
objeto el cuidado de los pies sanos (cuidados podiátricos) y cuidados paliativos en pies con
disfuncionalidades, sin utilizar procedimientos invasivos, y que debe practicarse bajo la su-
pervisión de un profesional de la salud, dentro de un establecimiento de salud.
Para efectos de esta orientación técnica se hará referencia solo al área de podología clínica.
El personal de salud que puede tratar PD es aquel que posee título de Técnico en Podología Clínica
o Técnico en Podología, de 1.600 horas teórico-prácticas. Estos títulos son conferidos en entidades
oficialmente reconocidas, conforme a lo previsto en el Decreto con Fuerza de Ley Nº 2 de 2010 del
Ministerio de Educación o aquella que la reemplace. (Ver Anexo Reglamento que regula el ejercicio
de la práctica de podología).
El Técnico en Podología Clínica deberá:
a. Asegurar la asepsia en todo el proceso, mantener el orden y limpieza tanto del establecimiento
como de las superficies de trabajo, para cumplir con las condiciones óptimas requeridas para la
práctica de podología. Además, deberán mantener correctamente almacenados los materiales
estériles y los implementos utilizados, cuando corresponda.
b. Ejecutar correctamente los procedimientos o protocolos necesarios para mantener la esteri-
lización, técnica aséptica y precauciones estándares para el control de infecciones en la aten-
ción en salud.
c. Mantener los equipos calibrados y en condiciones óptimas de funcionamiento.
d. Mantener la documentación y registros que corresponda, actualizados conforme al reglamen-
to vigente.
El Técnico de Podología Clínica podrá:
a. Derivar oportunamente a personas con problemas de estructura y funcionamiento de los pies
al profesional que corresponda.
b. Efectuar manejo podológico preventivo según indicación médica o del profesional de salud
correspondiente en personas con condiciones de salud como paciente diabético, neuropático,
angiopático, inmunodeprimido y senescente.
c. Abordar al pie diabético en categorías 1 y 2 (sin úlceras activas), según indicación médica.
d. Tratar el pie diabético con onicocriptosis en grado 1
6
, según indicación y derivación médica.
6
Onicocriptosis: Incrustación de la espícula de la lámina ungueal causada por alteraciones anatómicas o mecánicas que permiten la pe-
netración de esta lámina en los bordes laterales de las partes blandas del dedo del pie, pudiendo ser unilateral o bilateral. Grado 1: Edema
y eritema, con ausencia de infección (unilateral o bilateral).
70
Orientación Técnica | Manejo Integral del Pie Diabético
El Podólogo no podrá:
a. Prescribir medicamentos.
b. Aplicar medicamentos por cualquier vía de administración, con excepción de la vía tópica.
c. Realizar cualquier tipo de procedimiento invasivo que involucre solución de la continuidad de
piel o de mucosas, acceso de instrumental o equipos que afecten invasivamente el cuerpo hu-
mano, generen riesgo para éste o ejecuten maniobras o empleen instrumentos para penetrar
la piel y mucosas (más profundo que el estrato córneo).
d. Ejecutar procedimientos quirúrgicos menores, tales como matricectomía, incisiones, entre
otros.
e. Tratar lesiones cutáneas del pie en cualquiera de sus clasificaciones de evolución.
f. Tratar UPD diagnosticado, en ninguna de sus etapas de evolución.
71
Orientación Técnica | Manejo Integral del Pie Diabético
6.2. Manejo de los problemas de la piel de personas con UPD
6.2.1. Onicomicosis
La onicomicosis corresponde a una infección fúngica frecuente del aparato ungueal. Se ha estimado
una prevalencia entre el 2% y 13% en población general. (75–78) Esta frecuencia aumenta con la
edad, estimándose que hasta un 50% de los adultos mayores de 70 años tiene esta infección. (77,78)
En un estudio realizado en pacientes diabéticos, en su mayoría de raza caucásica, se estimó que el
riesgo de tener onicomicosis es 2.77 veces el de la población general. Factores predisponentes en
diabéticos incluyen la edad avanzada, el sexo masculino, la enfermedad arterial periférica, el uso
concomitante de agentes inmunosupresores, la presencia de neuropatía periférica y el alto índice de
masa corporal. (79,80)
La onicomicosis está asociada a importantes complicaciones, especialmente en la población de pa-
cientes diabéticos, entre ellas, ulceración subungueal, derivada de la presión de la uña distrófica e
hiperquerátosica, e infección bacteriana secundaria. Estos factores son sin duda exacerbada por la
neuropatía periférica y la mala circulación periférica en esta población de pacientes. (80,81)
Se ha determinado que la presencia de onicomicosis y tiña pedis interdigital son factores predispo-
nentes independientes para el desarrollo de úlceras de pie diabético (78,80) y de celulitis, especial-
mente en adultos mayores. (80,82)
Desde el punto de vista etiológico, entre el 80-90% de las veces la onicomicosis es causada por
hongos, donde el Trichopyton rubrum es la más prevalente. (79) Como otros agentes patógenos po-
sibles, deben considerarse además Cándida spp y mohos no dermatofitos.
Clínicamente se manifiesta con cambio de coloración de la lámina ungueal que puede estar acom-
pañado por onicolisis
7
e hiperqueratosis ungueal. El primer dedo del pie es el más frecuentemente
afectado. Puede asociarse a tiña pedis concomitante. (83)
En el diagnóstico se observa engrosamiento ungueal, con una coloración blanco-amarillenta típica
y a menudo se presenta una ulceración subungueal secundaria a la presión sobre la uña distrófica,
Fig. 5. Frecuentemente la infección se inicia distalmente para avanzar hacia la zona matricial de la
uña. El cultivo micológico puede ser útil. Lo importante es determinar si la infección micótica es
secundaria a una levadura o a dermatofitos o mixta.
Los pilares de tratamiento de la onicomicosis incluyen: 1) educación al paciente y 2) farmacoterapia
prolongada. Dado que la uña crece lentamente (1.5 mm/mes en uñas del dedo del pie) y la dificultad
para que las drogas penetren en los tejidos del aparato ungueal, usualmente es necesario esperar
varios meses hasta ver resultados del tratamiento.
La educación en estrategias preventivas es especialmente importante en diabéticos, en quienes se
recomienda el uso de zapatos apropiados en duchas públicas, la mantención del pie seco y de uñas
cortas, el uso de cortauñas personal y el uso de calcetines fabricados en base a telas absorbentes
de sudor (100% algodón). Además, se debe tratar a los miembros familiares que presenten micosis
y evitar compartir zapatos. Finalmente, se debe evitar el trauma ungueal usando calzado apropiado
y no excesivamente angosto. (80,84,85)
7
Onicolisis: Separación de la lámina ungueal del lecho ungueal.
72
Orientación Técnica | Manejo Integral del Pie Diabético
Con respecto a la farmacoterapia, se requieren antifúngicos orales, los cuales constituyen el trata-
miento de elección. Los antimicóticos tópicos son mucho menos eficaces, dado que la estructura
compacta de queratina de la lámina ungueal actúa como una barrera a la difusión tópica. (86) Sin
embargo, tienen la ventaja de no tener efectos sistémicos e interacciones con otras drogas.
En el caso de levadura (C. albicans) o infecciones mixtas, se indica: (80,86,87)
Fluconazol 150-300 mg/semanal vía oral hasta que la uña se vea normal (habitualmente 6-12
meses).
Itraconazol 200 mg/día por al menos 12 semanas. De forma alternativa, pueden administrarse
pulsos de intraconazol 400 mg/día por 1 semana al mes y repetir por 2 veces (en total 3 pul-
sos). Es ideal indicar su administración oral durante el almuerzo o cena, dado que su absorción
óptima ocurre pH ácido. Por lo mismo, no se recomienda el uso concomitante de antiácidos. Si
éstos no pudieran ser eliminados, se recomienda administrar el itraconazol 2 horas antes que
dichos agentes.
Si la infección es sólo por dermatofitos, la indicación en pacientes adultos, el tratamiento de elec-
ción para pacientes adultos ³ 40 kg. es la terbinafina 250 mg/día vía oral por al menos 12 semanas.
La decisión de continuar el tratamiento debe guiarse por la apariencia clínica.
Dado que el metabolismo de la terbinafina es predominantemente hepático, está contraindicado en
pacientes con enfermedad hepática crónica o aguda. Se recomienda realizar pruebas hepáticas en
todos los pacientes, previamente al inicio del tratamiento y al mes de tratamiento. (80,82)
En el caso de itraconazol se recomienda evaluar la función hepática en aquellos pacientes con anor-
malidades hepáticas preexistentes, que reciban tratamiento continuado por más de 1 mes, o que
usen concomitantemente otras drogas hepatotóxicas. (80,87) Para los pacientes con indicación de
iniciar tratamiento con fluconazol se sugiere pruebas hepáticas y un hemograma basal. Además, se
debe monitorear el tratamiento con perfil hepático en pacientes que usen dosis altas, terapia pro-
longada o pacientes especialmente en riesgo por el uso concomitante de drogas hepatotóxicas. (80)
Ante signos de toxicidad hepática, deberá discontinuarse el tratamiento.
No se recomiendan tratamientos tópicos ni ablación ungueal en pacientes que puedan recibir trata-
miento sistémico. En caso de contraindicación de tratamientos sistémicos, se ocupan agentes tópi-
cos como Terbinafina en base a oclusión o Ciclopiroxolamina en laca, pincelación diaria. En ambos
casos los tratamientos son prolongados, no menores a 12 meses. (Ver Tabla 18)
TABLA 18: ANTIMICÓTICOS TÓPICOS PARA EL TRATAMIENTO DE LA ONICOMICOSIS
Agente Modo de uso
Amorolfina 5% en laca ungueal Pincelación 2 veces por semana por 9 – 12 meses
Ciclopiroxolamina 8% en laca ungueal
Pincelación cada 2 días el primer mes, luego dos veces por
semana y en el tercer mes una vez por semana por 6 – 12 meses
73
Orientación Técnica | Manejo Integral del Pie Diabético
ILUSTRACIÓN 25: ONICOMICOSIS
6.2.2. Onicocriptosis y Paroniquia
La onicocriptosis o “uña encarnada” es una afección común de las uñas, dolorosa y frecuentemente
sobreinfectada. Constituye probablemente el motivo de consulta podológica más frecuente. Corres-
ponde a la encarnación del borde anterolateral de la uña a modo de espícula en la piel, produciendo
una reacción inflamatoria posterior de cuerpo extraño e infección secundaria.
Entre los factores predisponentes se incluyen el trauma, el recorte excesivo o en forma redondeada
de la lámina ungueal, la presión ocasionada por zapatos muy ajustados, el sudor excesivo, la onico-
micosis ungueal, la presencia de uñas muy curvadas en su eje transversal y la exostosis. (88, 89) En el
diabético la presencia de vasculopatía podría jugar un rol mayor en el desarrollo de la onicocriptosis.
(90)
Clínicamente se caracteriza por el inicio agudo (2 – 5 días) de eritema, aumento de volumen y sen-
sibilidad en el pliegue ungueal afectado. Esta inflamación inicial puede progresar a una infección
bacteriana local con exudado e incluso producir una reacción granulomatosa alrededor del pliegue
ungueal. (88, 89). Debe tenerse precaución en pacientes diabéticos con neuropatía periférica, los
cuales podrían no manifestar dolor. Suele afectar a una sola uña, generalmente a la del primer dedo
del pie. (24,26) La paroniquia aguda se produce comúnmente y puede ser causada por diferentes
microorganismos, más comúnmente por Cándida albicans a la que puede ir asociado especies de
Staphylococcus
y
Streptococcus spp
. Otros agentes que han sido aislados incluyen
Streptococcus
spp
y
Pseudomonas spp
. (89)
El diagnóstico se realiza al observar el dedo del pie que tiene una apariencia tumefacta y eritemato-
sa, dejando un espacio abierto entre el repliegue y la matriz ungueal, en el que se acumula material
extraño y por donde, con frecuencia, se elimina exudado purulento. La paroniquia candidiásica se ca-
racteriza por presentar un aspecto de escoriación con pérdida de cutícula. Puede ser secundaria a un
traumatismo sobre el repliegue ungueal relacionado con la manipulación podológica. El tratamiento
consiste en la onicectomía parcial y electro-coagulación del granuloma si lo hubiere, eliminación de
la porción de uña que irrita la piel con anestesia local y administración de antibioticoterapia oral,
Flucloxacilina 500mg tres veces al día por 7 días. En caso de hipersensibilidad a penicilina, Cipro-
floxacino 500 mg cada12 h por 7 días. No debe asociarse tratamientos tópicos, como antifúngicos.
Si hay sospecha de infección micótica asociada, debe definirse si es levadura, dermatofito o mixta y
tratarla según lo expuesto arriba.
74
Orientación Técnica | Manejo Integral del Pie Diabético
ILUSTRACIÓN 26: PARONIQUIA
6.2.3. Tinea Pedis
La tiña
pedis
corresponde a la patología más frecuente causada por hongos tipo dermatofitos. (91)
Su patogenia se asocia a la disminución de la resistencia a las infecciones favorecida por la humedad
del pie. En el pie diabético juegan un rol importante la neuropatía, microangiopatía y compromiso
inmunológico.
Los agentes causales más frecuentes de esta micosis superficial son:
Trichopyton rubrum
y
Epidermophyton floccosum
. (91) Puede acompañarse de onicomicosis, tiña
cruris
o tiña
manuum
.
(92)
Se localiza generalmente en el III
er
y IV
to
espacios interdigitales de ambos pies. La piel adquiere un
aspecto blanquecino y macerado, a veces con fisura. Va acompañado de prurito y eritema que puede
avanzar hasta el dorso del pie y suele constituirse como puerta de entrada a infecciones locales o
regionales. Su etiología es la disminución de la resistencia las infecciones favorecida por la humedad
del pie. La micosis puede ser el origen de infecciones primarias y causa de cronicidad de la derma-
tofitosis del pie. Los microorganismos responsables son los mismos que los que originan la onicomi-
cosis. El diagnóstico es clínico y a veces se requiere un cultivo micológico.
Con respecto al tratamiento, se debe tratar a todos los pacientes, especialmente a los pacientes
diabéticos, dado que la tiña pedis puede actuar como una puerta de entrada para las bacterias y
causar celulitis.
Es por ello, que los objetivos del tratamiento no solo consisten en aliviar la sintomatología produ-
cida por esta micosis, sino también reducir el riesgo de infección bacteriana secundaria y limitar el
avance de la infección hacia otros sitios del cuerpo.
Los pilares de tratamiento de la tiña pedis incluyen: 1) medidas generales y 2) antifúngicos.
En primer término corresponden las medidas generales destinadas a la mantención de los pies secos
(ej. usar zapatos anchos no oclusivos, secar bien los pies posterior al baño y aplicar alginatos entre
los ortegos con cambio diario). (91)
Para la tiña
pedis
, que se ubica entre los dedos del pie, se utilizan antimicóticos tópicos, los cuales
se aplican 1 – 2 veces al día por 4 semanas. Se prefiere el uso de terbinafina tópica por sobre clotri-
mazol tópico por su mayor efectividad. En caso de sobreinfección bacteriana, se debe agregar algún
antibiótico tópico (clindamicina o mupirocina).
75
Orientación Técnica | Manejo Integral del Pie Diabético
ILUSTRACIÓN 27: TINEA PEDIS
76
Orientación Técnica | Manejo Integral del Pie Diabético
7. ASPECTOS NUTRICIONALES EN LA CICATRIZACIÓN DE
ÚLCERAS DE PIE DIABÉTICO
La alimentación adecuada es un elemento clave en el control glicémico de la diabetes, mediante la
cual se pueden prevenir complicaciones a largo plazo, dentro de las cuales se incluye la UPD. Se re-
comienda que toda persona cursando con UPD sea derivada a control con nutricionista para evaluar
tanto adherencia a las recomendaciones alimentarias para la diabetes como elementos nutriciona-
les que garanticen una adecuada calidad de piel y rapidez en la cicatrización, siempre considerando
el tratamiento farmacológico de base.
Elementos que indican urgencia de atención nutricional (93, 94)
Pérdida de peso > 5% o más en los últimos 3 meses, ver Anexos 9 y 10.
Anexo 10. Consumo de alimentos menor al 50% de los requerimientos diarios /dos comidas al
día/negarse a comer una comida/negarse a comer por más de tres días.
Falta de apetito, náuseas o vómitos durante más de tres días.
Valores de laboratorio con marcadores de estado nutricional fuera del rango normal (albúmi-
na, prealbúmina, transferrina, hemoglobina, glóbulos blancos y electrolitos).
Ingesta deficiente de líquidos de menos de 1.500 mL/24 horas en los últimos siete días.
UPD con compromiso profundo ligamentos y músculos debido a este tipo de úlcera genera un
aumento de requerimientos energéticos, protéicos y de micronutrientes.
Importancia del tratamiento nutricional en pie diabético
Mediante la alimentación es relevante mantener un adecuado control glicémico en el paciente dia-
bético debido a que se ha determinado que valores menores a <7% de HbA1c están asociados a
mayor velocidad de cicatrización en UPD. (92) Por cada aumento de un 1.0% en la hemoglobina
glicosilada (HbA1c), la tasa de cicatrización diaria del área de la herida disminuyó en 0.028 cm².
(95) Por esta razón, los pacientes sufren frecuentemente alteración en la biodisponibilidad de óxido
nítrico y aumento en la producción de vasoconstrictores (90), lo que altera la eficiencia circulatoria,
y por lo tanto, la cicatrización. El óxido nítrico es un mediador molecular crítico para la adecuada
cicatrización y su déficit se asocia con peores resultados. (96)
Al presentarse una úlcera de pie diabético los requerimientos energéticos, proteicos, de vitaminas
y minerales aumentan, por lo que deben hacerse ajustes en la dieta para cubrir estas demandas y
generar la cicatrización. Sin los sustratos adecuados más la inflamación crónica que se genera en
estos pacientes, la curación será mucho más difícil.
La importancia de la nutrición para generar cicatrización y disminución de la recurrencia de PD, ha
sido documentada y no solamente se asocia al adecuado control metabólico, sino también a la rele-
vancia de un adecuado soporte nutricional. (97)
Evaluación nutricional Integral
Es indispensable evaluar parámetros antropométricos como peso, talla, circunferencia de cintura y
masa libre de grasa, si es posible, debido a que un estado nutricional fuera de lo recomendado au-
menta el riesgo de retraso en la cicatrización. Además, es relevante que el/la nutricionista realice
77
Orientación Técnica | Manejo Integral del Pie Diabético
una completa anamnesis alimentaria para obtener información acerca de la adecuación de energía,
macronutrientes y micronutrientes, para posteriormente realizar la intervención. Se pueden utilizar
instrumentos para evaluar las condiciones nutricionales, se sugiere ver Anexos 8 y 9.
Para evaluar el estatus nutricional de manera integral, se deben considerar como base ciertos pará-
metros bioquímicos como:
Hemograma: la anemia ferropénica es un problema en pacientes con UPD. (90, 91, 94)
Prealbúmina: Esta proteína tiene una vida media de 2-3 días, por lo tanto es conveniente para ob-
servar cambios rápidos en el estatus nutricional; al igual que la albúmina, esta proteína puede dis-
minuir con la inflamación; por lo tanto, se debe tener precaución al sacar conclusiones (98). Sus
rangos normales van entre 17–42 mg/dL. Este examene es de usos preferentemente en pacientes
hospitalizados.
Nitrógeno ureico urinario de 24 horas (NUU de 24 hr): Con este examen se puede determinar el
equilibrio nitrogenado de una persona y los requerimientos nutricionales de proteínas en los ali-
mentos necesarios en condiciones de gravedad. También se utiliza para estimar el consumo diario
de proteína. Es también un índice utilizado en pacientes hospitalizados.
Finalmente, la fórmula de balance nitrogenado permite determinar con mayor exactitud el requeri-
miento de proteínas.Si bien el acceso a la toma de este examen es difícil, se recomienda cuando los
recursos lo permitan. (100)
Objetivos del Tratamiento Nutricional
1. Pesquisar riesgo nutricional independiente del estado nutricional actual.
2. Lograr un buen control glicémico con HbA1c < 7% o según la meta establecida.
3. Determinar requerimientos nutricionales con exactitud y evaluando las pérdidas.
4. Proponer un plan de alimentación adecuado individualizado (considerando complicaciones
crónicas y comorbilidades) para mantener o mejorar estado nutricional, optimizando la cali-
dad de la piel o logrando la cicatrización de la UPD según sea el caso.
Requerimientos Nutricionales
Las recomendaciones nutricionales para diabéticos tipo 2 son entregadas por la American Diabetes
Association (ADA), (101). El rango de calorías recomendadas va de 25 a 35 kcal/kg/día, de acuerdo con
el estado nutricional y actividad. En pacientes con obesidad y sobrepeso, se han validado fórmulas
como el método Carrasco (Ver Anexo 11) o la fórmula de Mifflin (Ver Anexo 12) que determinan el
gasto energético en reposo y trabajan con el peso real, en donde posteriormente se deben añadir el
factor de actividad y de patología cuando sea necesario. (102)
En cuanto a las proteínas, para realizar el cálculo de requerimientos de estas es necesario considerar
la función renal y en presencia de esta la etapa de daño renal. La recomendación de la ADA es de 1,0
a 1,2 g/kg/día, pero en caso de pacientes que presenten UPD la recomendación es mayor. Por otra
parte, la recomendación para AM es de 1 a 1,3 g/kg/día. (103) La recomendación de proteínas para la
cicatrización de heridas es de 1,5 a 3 g/kg/día dependiendo de la gravedad de la úlcera. (104)
La ADA recomienda que en el desglose de tipos de lípidos a consumir, el consumo de grasas satura-
das debe ser menor al 7%.
78
Orientación Técnica | Manejo Integral del Pie Diabético
La recomendación de carbohidratos de ADA es que no deben recomendarse menos de 130 g/día y
como tope máximo 200 gr/día; es relevante evitar hidratos de carbono simples dentro de la dieta,
debido a que esto generará más productos de glicación avanzada (PGA) que se unen a los grupos
amino de las proteínas dando como resultado mayores dificultades en la cicatrización. (106)
TABLA 19: MICRONUTRIENTES CRÍTICOS EN ÚLCERAS DE PIE DIABÉTICO
Vitaminas
Función en mantenimiento y
cicatrización de la piel (107)
RDA* adultos
hombre/mujer
(54,109,110)
Recomendación para adultos
con heridas crónicas (111)
obtenidos de alimentación
y/o suplementación
C
Necesaria en la fase inflamatoria y
proliferativa para la síntesis, maduración,
secreción y degradación del colágeno.
90/75 mg/día 2.000 mg/día
A
Promueve el crecimiento y
diferenciación celular.
900/700 ug
RAE/día
3.000 ug/día
E
Inhibe la peroxidación de los lípidos y el
daño celular. Promueve la generación de
fibroblastos.
15/15 mg/día <100 mg/día
D
Promueve la reparación de tejidos
mediada por fibroblastos y reduce la
fibrosis.
600 UI/día Sin información
Minerales
Función en mantenimiento y
cicatrización de la piel (107)
RDA* adultos
hombre/mujer
(108, 109,
110)
Recomendación para adultos
con heridas crónicas (111)
obtenidos de alimentación
y/o suplementación
Zinc
Involucrado en la síntesis de ADN y ARN,
proteínas, síntesis colágena, función
inmune, proliferación celular y curación
de heridas.
11/8 mg/día 25-50 mg/d
Hierro
Actúa como un cofactor en la síntesis de
colágeno.
8/18 mg/día 20-30 mg/día
Cobre
Cofactor necesario en la síntesis de
proteínas e importante para la formación
de colágeno.
900 ug/día S/I
Magnesio
Actúa en la homeostasis de la glucosa,
sensibilidad a la insulina y en la
generación de tejidos.
420/320 mg/
día
S/I
*Ingesta recomendada de nutrientes
La principal recomendación es adecuar vitaminas y minerales por medio de la alimentación, y en
caso de no ser cubiertos, recurrir a la suplementación.
Suplementación
En primera instancia, se recomienda realizar un plan de alimentación estructurado que mejore el
control glicémico y entregue los nutrientes necesarios para la cicatrización. Actualmente la suple-
mentación solo está recomendada en caso de déficit de algún micro o macronutriente o cuando los
requerimientos nutricionales no pueden ser alcanzados con la alimentación. (112) Ver Tabla 20.
79
Orientación Técnica | Manejo Integral del Pie Diabético
Ha habido un creciente interés en diversas vitaminas y suplementos y su impacto en las heridas
de pie diabéticos. El 2017, estudios aleatorizados evaluaron el uso de vitamina D, (113) mostrando
beneficio en su uso, sin embargo, es necesario contar con más estudios para validar esos hallazgos.
(114, 115)
TABLA 20: CONSEJOS GENERALES PARA LOGRAR UN ADECUADO MANTENIMIENTO DE LA PIEL Y/O
GENERAR CICATRIZACIÓN.
Siga las recomendaciones nacionales de
consumo de alimentos (GABAS).
Consuma fuentes de proteína de alto valor biológico
como carnes magras - pescados, pollo – pavo (11g de
proteína por 50g), huevo (4g de proteína en una clara y
7g en un huevo entero), leche (7g de proteína).
Consuma frutas ricas en vitamina C como kiwi,
naranja, pomelo, mandarinas, entre otras.
Exponga sus manos 3 veces por semana a la luz solar por
15 minutos para evitar el déficit de vitamina D.
Consuma lípidos de buena calidad como los
contenidos en el aceite de oliva, canola, palta,
nueces y pescados grasos.
Mantenga un adecuado control glicémico, debido a que
esto puede ser causa del éxito o fracaso de la terapia.
Recuerde consumir agua de acuerdo con
los requerimientos energéticos y estado
nutricional.
Sólo recomendar suplementación con fórmulas
poliméricas cuando los requerimientos no pueden ser
cubiertos por la dieta.
Eliminar azúcar y alimentos que la contengan y evitar el consumo excesivo de sal.
80
Orientación Técnica | Manejo Integral del Pie Diabético
8. ASPECTOS DE SALUD MENTAL A OBSERVAR EN PACIENTE
CURSANDO ÚLCERA DEL PIE
Las ENT y los trastornos mentales que explican más de la mitad de la carga de enfermedad, se pre-
sentan de forma concomitante en una proporción significativa de personas. (116)
La asociación entre ECV y DM con trastornos mentales, en particular con depresión, es conocida,
tanto así, que el diagnóstico de depresión es 2 a 3 veces más frecuente en personas con estas pato-
logías que en personas sin estos antecedentes. (117,118)
Se ha visto que una de las barreras al momento de la adherencia al tratamiento por parte del pa-
ciente es la concomitancia con patologías mentales tales como depresión o ansiedad, lo que lleva
a un mal control metabólico. (39) En este aspecto también es importante considerar o descartar
deterioro cognitivo.
La ADA recomienda realizar screening de depresión 1 vez al año en todo paciente diabético, sobre
todo en aquellos pacientes con antecedente de depresión. (39)
En aquellos pacientes donde no se logra control metabólico o han sido diagnosticados reciente-
mente con alguna complicación de DM2- tales como la presencia de PD, retinopatía, o nefropatía, se
recomienda screening de depresión. (39)
Es por esto que parte de la atención integral de la persona con DM incluye evaluar la presencia de
alguna patología de salud mental, en especial depresión, con escalas validadas que permitan derivar
oportunamente e iniciar tratamiento tanto farmacológico como psicoterapéutico.
Una vez que el paciente es diagnosticado con depresión u otra patología mental, el psicólogo debe
formar parte del equipo multidisciplinario en el manejo integral del paciente diabético. (39)
81
Orientación Técnica | Manejo Integral del Pie Diabético
9. ASPECTOS EDUCATIVOS A ENTREGAR A LA PERSONA EN
RIESGO Y CURSANDO UPD
Pese a que la evidencia existente del rol de las medidas educativas para aquellas personas en riesgo
de desarrollar problemas del pie diabético es limitada y poco concluyente se propone que se desa-
rrollen nuevas intervenciones que se dirijan tanto a factores psicológicos y conductuales, no solo a
la entrega de contenidos. (2) Es decir no basta con la entrega de contenidos en folletería o vía verbal,
se debe corroborar que la persona esté en condiciones de entender y realizar las indicaciones.
Rol educativo del equipo de salud
Cada vez que se presenta la oportunidad de atención de un paciente con DM2 se debe realizar una
entrevista indagatoria tanto al paciente como a su familia abarcando aspectos que orienten a cono-
cer el grado de conocimiento que tiene de su patología. Se sugiere preguntar al paciente qué sabe y
qué entiende acerca de su condición crónica, adecuar los tiempos para explicar y responder pregun-
tas, usar términos comunes y simples en vez de términos técnicos, preguntarle como aprende mejor
y pedirle que explique lo que ha entendido de la conversación. En cada control se debe reforzar las
indicaciones y explicaciones varias veces. La integración de la familia es fundamental para ayudar y
superar barreras de entendimiento y utilización de la información entregada. (119)
En este contexto se debe realizar la búsqueda de pesquisa temprana de signos de poli neuropatía,
enfermedad arterial periférica (EAP) y actitudes de déficit de autocuidado y automanejo. Los cuáles
serán criterio de derivación inmediata a una evaluación de estratificación de riesgo de ulceración
del paciente con diabetes.
Se debe buscar intencionalmente los siguientes signos y síntomas que al estar presentes serán ban-
deras rojas que nos orientaran al actuar preventivo. (9) Ver Tabla 21.
De acuerdo al grado de conocimiento del paciente se hace imperativo la educación en relación a los
cuidados de los pies de todo paciente diabético, independiente del estado de compensación meta-
bólica. Siempre se debe reforzar contenidos y aclarar dudas al respecto.
En caso de pacientes clasificados en alto riesgo se debe hacer énfasis en el auto examen de ambos
pies.
Es fundamental empoderar al paciente en el cuidado de su enfermedad y prácticas higiénicas para
lograr los siguientes objetivos de autocuidado: (6)
1. Debe ser capaz de prevenir, reconocer y actuar frente a situaciones de riesgo.
2. Integrar a su vida cotidiana las acciones preventivas tales como:
Elección del calzado correcto para evitar rozaduras y zonas de presión excesiva.
Inspección de los pies y del calzado como parte de la rutina diaria.
Higiene diaria de los pies con hidratación si corresponde.
Corte de uñas apropiado o control con técnico en podología clínica del centro de salud.
Cambio diario de calcetines o medias, que preferentemente deben ser de fibras natura-
les, colores claros, procurar que el elástico de sostén no quede apretado.
Limitación en el tiempo de uso del calzado nuevo.
82
Orientación Técnica | Manejo Integral del Pie Diabético
3. Estar atento ante los signos de alarma tales como hematomas debajo de callosidades, pre-
sencia de grietas mínimas, enrojecimientos, erosiones, flictenas serosas o hemorrágicas y
maceración interdigital, si estas se presentan debe consultar de manera urgente en su centro
de salud.
4. Actividad física según recomendación del equipo de salud
8
5. Mantener una alimentación saludable y acorde a su patología
Para mayor información en relación Educación para el automanejo consultar Documento: Automane-
jo de enfermedades no trasmisibles: Una tarea compartida entre usuarios y equipo de salud. (http://
www.bibliotecaminsal.cl/wp/wp-content/uploads/2018/01/018.Automanejo-de-Enfermedades-
no-Transmisibles.pdf)
Reforzar la asistencia a controles, curaciones, uso de dispositivos de descarga y
ayudas para la marcha.
8
Guía de Recomendación Actividad Física para personas con comorbilidades : http://www.redcronicas.cl/wrdprss_minsal/wp-content/
uploads/2017/11/2017.11.13_Recomendaciones-Actividad-Fisica-CRMWJBMP_FIAL.pdf
83
Orientación Técnica | Manejo Integral del Pie Diabético
TABLA 21: SIGNOS, SÍNTOMAS Y COMPORTAMIENTOS DE AUTOCUIDADO A INDAGAR EN EL PACIENTE
DIABÉTICO PARA LA DETECCIÓN PRECOZ DEL RIESGO DE ULCERACIÓN
Bandera Roja para: Signos y Síntomas
Polineuropatía
diabética dolorosa
Adormecimiento y hormigueo en los pies
Sensación de ardor quemante que aumenta en la noche o en
reposo
Edema en los pies y piernas
Síntomas en los pies o piernas cuando se está en movimiento
y que se alivia inmediatamente al sentarse o estirando los pies
hacia delante
Historia de úlcera del pie
Pesquisa de la
claudicación
intermitente: EAP
Dolor en los pies o las piernas cuando camina el cual limita su
movilidad
Déficit de
autocuidado
Uso de guateros bolsas calientes para aliviar síntomas
Falta de examinación de los pies diariamente
Falta de conocimiento sobre el corte las uñas y los callos
Desconocimiento sobre la elección escoge sus zapatos
Caminar descalzo
Nota: Si se detecta uno o más de estos puntos en cualquier instancia de atención se debe derivar al paciente a educación y evaluación de
estratificación de riesgo de ulceración con enfermera
Referencia: tabla construida en base a Guías ALAD de Pie Diabético e International Diabetes Federation: Clinical Practice Recommenda-
tions on the Diabetic Foot: A guide for health care professionals: International Diabetes Federation, 2017
84
Orientación Técnica | Manejo Integral del Pie Diabético
Aspectos Educativos a Entregar a persona cursando una UPD
Dentro de los contenidos a entregar a la persona que se encuentra cursando una UPD se encuentran:
1. Explicar la importancia del control metabólico para el proceso de cicatrización
2. Reforzar la asistencia a control y curaciones avanzadas. Así como también el uso de zapato o
bota de descarga, si esto no es posible o no existe acceso a esta se debe indicar reposo, si la
persona trabaja se debe gestionar licencia médica hasta la obtención de ayuda técnica. El uso
de esta es fundamental para el proceso de cicatrización y cierre de la UPD. (2, 5)
3. Reforzar alimentación saludable según indicaciones nutricionales
85
Orientación Técnica | Manejo Integral del Pie Diabético
10. ANEXOS
Anexo 1: Estimación del Riesgo de Ulceración del pie en personas con Diabetes
86
Orientación Técnica | Manejo Integral del Pie Diabético
Instructivo
“Estimación del riesgo de ulceración del pie en personas con diabetes”
Pasos a seguir:
- Primero debe realizar una breve anamnesis y luego realizar un examen físico con el paciente des-
calzo. El examen debe considerar:
Inspección general: considerar estado de la piel y fanéreos, no olvidar zona interdigital.
Evaluación músculo esquelética: especial atención a las anormalidades estructurales.
Evaluación vascular: evaluar temperatura y pulsos (pedio y tibial posterior)
Evaluación neurológica: específicamente la indemnidad de la sensibilidad protectora; para
esto, se recomienda utilizar un monofilamento de 10g. Otra prueba opcional es la sensibilidad
vibratoria con diapasón de 128 Hz.
Evaluación del calzado: tamaño y forma apropiada para el pie del paciente, superficie interna
y tipo de material.
- Para conocer el riesgo de su paciente registre los hallazgos más relevantes del examen en la tabla
“Estimación del riesgo de ulceración del pie en personas con diabetes” siguiendo los pasos a conti-
nuación señalados:
Responda la 1º columna:
¿Historia de úlcera o amputación?
(No/Sí)
Si la respuesta es “Sí”: su paciente pertenece al grupo de riesgo MÁXIMO (fila roja). Com-
plete el resto de las variables de la fila respectiva (casilleros con línea punteada en las
columnas 2, 3 y 4) para realizar recomendaciones acordes.
Si la respuesta es “No”: marque el casillero correspondiente y continúe con la 2ª columna.
Responda la 2ª columna:
¿Enfermedad Arterial Periférica?
(No/Sí); para marcar su respuesta
considere sólo aquellos casilleros con línea continua.
Si la respuesta es “Sí”: su paciente pertenece al grupo de riesgo ALTO (fila naranja). Com-
plete el resto de las variables de la fila respectiva (casilleros con línea punteada en las
columnas 3 y 4) para realizar recomendaciones acordes.
Si la respuesta es “No”: marque el casillero correspondiente y continúe con la 3ª columna.
Responda la 3ª columna:
¿Sensibilidad Protectora?
(Normal/Alterada); para marcar su respues-
ta considere sólo aquellos casilleros con línea continua.
Si la respuesta es “Normal”: su paciente pertenece al grupo de riesgo bajo (fila verde).
Complete el resto de las variables de la fila respectiva (casilleros con línea punteada en la
columna 4) para realizar recomendaciones acordes.
Si la respuesta es “Alterada”: marque el casillero correspondiente y continúe con la 4ª
columna.
Responda la 4ª columna:
¿Deformidad?
(No/Sí); para marcar su respuesta considere sólo aque-
llos casilleros con línea continua.
Si la respuesta es “No”: su paciente pertenece al grupo de riesgo MODERADO (fila amarilla).
Si la respuesta es “Sí”: su paciente pertenece al grupo de riesgo ALTO (fila naranja).
La 6ª columna le recuerda la frecuencia sugerida para la próxima evaluación de los pies y el
conjunto de recomendaciones que le debe entregar a la persona con diabetes.
87
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Anexo 2: Cuestionario DN4: Evaluación Dolor Neuropático.
Cuestionario DN4 (Versión española del cuestionario Douleur Neuropathique 4
9
)
Responda a las cuatro preguntas siguientes marcando sí o no en la casilla correspondiente.
Entrevista al paciente
Pregunta 1: ¿Tiene su dolor alguna de estas características?
No
1 Quemazón
2 Sensación de frío doloroso
3 Descargas eléctricas
Pregunta 2: ¿Tiene en la zona donde le duele alguno de estos síntomas?
No
4 Hormigueo
5 Pinchazos
6 Entumecimiento
7 Picazón
EXPLORACIÓN DEL PACIENTE
Pregunta 3: ¿Se evidencia en la exploración alguna de estos signos en la zona dolorosa?
No
8 Hipoestesia al tacto
9 Hipoestesia al pinchazo
Pregunta 4: ¿El dolor se provoca o intensifica por?
No
10 El roce
Si : 1 punto No : 0 puntos
Bandera Roja
Si el paciente tiene un puntaje mayor a 4 presenta dolor neuropático
9
Versión Francesa (Francia): Bouhassira D, et al. Pain 2005; 114: 29-36.
Versión Española (España): Pérez C, et al. EFIC 2006.
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Orientación Técnica | Manejo Integral del Pie Diabético
Anexo 3: Algoritmo de tratamiento farmacológico de la Diabetes Mellitus tipo 2
Algoritmo
¿Cumple
meta HbA1c?
¿Cumple
meta HbA1c?
¿Cumple
meta HbA1c?
¿Cumple
meta HbA1c?
Continuar
Tratamiento
Continuar
Tratamiento
Continuar
Tratamiento
Continuar
Tratamiento
No No
No No
Debut Estable
¿Cumple meta
HbA1c?
Reevaluar
Tratamiento
Reevaluar
Tratamiento
Referir a
Especialista
Continuar
Tratamiento
Metformina
Contraindicación o intolerancia a Metformina:
Considerar:
1. Inhibidores DPP4
2. Sulfonilureas
3. Pacientes con IMC > 30 Kg/m
2
considerar iSGLT2
o Análogo GLP-1
Metformina + Inhibidor DPP4
Alternativas:
1. Metformina + Sulfonilureas
2. Pacientes con IMC >30Kg/m2 Metformina +
Inhibidor
SGLT2 o Análogo GLP-1
Metformina + iDPP4
(o alternativa)
+insulina NPH
Estable
1. Metformina + iDPP4 +
SU (o iSGLT2 o aGLP1
Con inestabilidad*
Metformina + iDPP4
+ insulina NPH
Con Inestabilidad*
Metformina + Insulina NPH
En caso de hipoglicemia nocturna
persistente a medidas específicas,
preferir análogos de acción lenta
Insulina NPH (c/s Metformina)
En caso de hipoglicemia nocturna
persistente a medidas específicas, preferir
análogos de acción lenta
Debut Inestable*
No
¿Cumple
meta HbA1c?
No
No
Cambios en el estilo de vida
*Debut Inestable/Inestabilidad: Sintomático (poliuria, polidipsia, baja de peso) y Glicemia >300 mg/dL o HbA1c >9%.
89
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Anexo 4: Sugerencia de Ficha de Ingreso de paciente con Úlcera Pie Diabético
(UPD)
FECHA INGRESO: / /
Nombre: Rut:
Edad: años Fono:
Dirección:
Comuna:
Nacionalidad: Teléfono(s):
Escolaridad:
Acceso/transporte al Centro de Salud:
Valoración Inicial:
Se encuentra laboralmente activo
Trabajo físico
Administrativo
Otro
No
Jubilado
Dueña(o) de casa
Otro
Red de apoyo:
No
Si la respuesta es sí:
¿Quién?
Nº de teléfono
Vive solo(a): Sí No
Si la respuesta es Si evaluar visita
domiciliaria integral (VDI)
Valoración Nutricional: Peso:
Kg. Talla: m. IMC:
Dg Nutricional:
Enflaquecido Normal Sobrepeso Obesidad
Antecedentes Mórbidos:
Enfermedades cardiovasculares ateroscleróticas
Diabetes mellitus
Hipertensión Arterial Enfermedad Renal Crónica
Dislipidemia
T.V.P: De Iz Alergias:
Otras:
Años cursando patología crónica
Antecedentes Quirúrgicos:
90
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Factores de Riesgo
Tabaquismo (Si la respuesta es Sí, realizar consejería antitabaco)
Alcohol (Si la respuesta es Sí, realizar AUDIT)
Drogas (Si existiese abuso de OH y/o Drogas, se recomienda derivación Equipo Salud Mental,
Trabajadora Social/Psicólogo(a))
Vive Sólo:
No
Amputaciones previas:
No
Uso crónico de corticoides:
No
Adherencia al tratamiento: (Adhiere a tratamiento farmacológico, régimen y medidas de au-
tocuidado)
No Observaciones:
Fecha último control patología crónica cardiovascular (Riesgo Cardiovascular Alto):
¿Su control se encuentra al día?: No (si la respuesta es NO derivar a reingreso con médico
PSCV, revisar que acuda con exámenes)
Evaluación riesgo de pie diabético vigente (últimos 12 meses):
No (si la respuesta es
NO, derivar para evaluación. Revisar que acuda con exámenes)
Tratamiento farmacológico de sus patologías crónicas (todas):
Fármaco: Dosis Fármaco: Dosis
Metformina Otros Antihipertensivo
Glibenclamida Otros Hipolipemiantes
Insulina NPH Otros Fármacos de usos Crónico
Insulina Cristalina
Otros hipoglicemiantes
Losartán
Enalapril
Hidroclorotiazida
Amlodipino
Atorvastatina
Exámenes al Ingreso:
Glicemia:
HbA1c: Hematocrito: Recuento de G. blancos:
Creatinemia: Uremia: Colesterol Total: Colesterol HDL:
Colesterol LDL:
RAC: Otro:
Evaluación al momento del ingreso:
Glicemia Capilar:
mg/dL Presión Arterial: / mmHg
Valoración UPD
Ubicación de la Úlcera: Pie derecho
Izquierdo
Tiempo de Evolución de la lesión:
días
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Anexo 5: Ficha Evolución y Seguimiento UPD
APLICACIÓN ESCALA SAN ELIÁN
Puntaje San Elián inicial:
92
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DETERMINACIÓN DE CARGA BACTERIANA
Valoración de carga bacteriana , heridas y úlceras, FINH
Fuente: Fundación Instituto Nacional de Heridas
Epitelización Colonización Baja Colonización Crítica Infección
Exudado calidad Sin exudado Seroso Turbio Purulento
Tejido Esfacelado
más Necrótico
Piel cicatrizada 0% ≥1% - 100% ≥25% -100%
Piel circundante
Sana,
Pigmentada,
Descamada
Sana, Pigmentada,
Descamada o
Macerada
Sana, Pigmentada,
Descamada o
Macerada
Eritematosa
Calor local NO NO NO
Valoración inicial carga bacteriana:
FICHA DE EVOLUCIÓN DE HERIDA Y ÚLCERA DE PIE DIABÉTICO
ESTADO UPD FECHA FECHA FECHA FECHA
Puntaje Escala San Elián
Grado San Elián (Leve/Moderado/
Severo)
DETERMINACIÓN DE CARGA BACTERIANA DE HERIDA Y ÚLCERA DE PIE DIABÉTICO
Epitelización
Colonización Baja
Colonización Critica
Infección
Dolor Según Eva
Exudado Cantidad
OTROS ASPECTOS
Dolor
Edema
Protocolo a utilizar
(Infectado/No infectado)
OBSERVACIONES
Fuente: Fundación Instituto Nacional de Heridas/MINSAL
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Indicación de Enfermería: Derivación:
Reposo Médico General
Uso de bastones Nivel secundario
Uso de ayuda técnica (no pisar) Nutricionista
Mantener apósitos limpios y secos Control programa cardiovascular
Reforzar alimentación Trabajador Social
Salud Mental
Otro
Fuente: Elaboración propia en base a documento de la Fundación Instituto Nacional de Heridas
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Anexo 6: Ficha de Registro Curación Avanzada UPD
Nombre de Paciente:
Fecha:
Fotografía: Sí No
Valoración: Infección
Colonización Crítica
Colonización Baja Epitelización
Dolor EVA
Puntaje Escala San Elián
Grado San Elián (Leve/Moderado/Severo)
Cantidad de Exudado: Sin exudado Escaso Moderado Abundante
Piel Circundante: Sana
Descamada Pigmentada Macerada Eritematosa
Protocolo de Curación: Infección
No Infectado
Toma de Cultivo: No
Aeróbico Anaeróbico
Limpieza de la Piel: Clorhexidina Jabonosa
Espuma Limpiadora
Solución. Fisiológico
Otro
Limpieza de la Lesión: Clorhexidina Jabonosa
Polihexanida con Betaina
Solución. Fisiológico
Otro
Desbridamiento Quirúrgico: Bisturí
Tijera Cureta Otro
Protección de la Piel: Glicerina AGHO Urea
Protector Cutáneo
Otro
Apósito Primario: Bactericida Bacteriostático
Absorbente Hidratante Otro
Apósito Secundario: Tradicional Tradicional Especial Otro
Fijación: Venda semielasticada Cinta Adhesiva
Plan de Curación Semanal: Diaria 3 veces 2 veces 1 vez
Próxima Curación: LUN MAR MIE JUE VIE
95
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OBSERVACIONES
FIRMA PROFESIONAL:
Indicación de Enfermería: Derivación:
Reposo Médico General
Uso de bastones Nivel secundario
Uso de ayuda técnica (no pisar) Nutricionista
Mantener apósitos limpios y secos Control programa cardiovascular
Reforzar alimentación Trabajador Social
Salud Mental
Otro
Fuente: Fundación Instituto Nacional de Heridas/MINSAL
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Anexo 7: Toma de Cultivo
¿Cuándo cultivar?
Toda úlcera que presente signos de infección clínica. Las lesiones superficiales y sin evidencia clínica
de infección no requieren cultivo.
Pasos para la toma de cultivos:
1. La muestra se toma con técnica aséptica previo arrastre mecánico con suero fisiológico.
2. Aquellas úlceras con tejido esfacelado/necrótico y de granulación:
a. Desbridar tejido antes de sacar la muestra
b. Toma de muestra debe ser del lugar donde había tejido necrótico
c. Obtener trozo de tejido viable similar al porte de una lenteja (0.5 cm)
3. Se utiliza una cureta, pinza quirúrgica o bisturí para obtener un trozo o raspado de tejido.
4. Depositar muestra en medio de transporte proporcionado por el laboratorio de microbiología (ej.:
Tioglicolato).
El trozo de tejido se transporta al tubo con la ayuda de un hisopo mojado con solución fisiológica.
5. En caso de osteomielitis:
a. Médico deberá extraer hueso dañado y retirar un trozo viable (<0,5 cm) para biopsia.
b. Enviar a microbiología en un medio de transporte proporcionado por el laboratorio (Ej.: Tioglico-
lato).
6. El tubo debe ser transportado al laboratorio lo más rápido posible en forma vertical.
a. 30 min a 2 horas
b. Tener en cuenta que con el paso del tiempo los microorganismos presentes van perdiendo viabi-
lidad.
c. Sin embargo, si la muestra ha sido tomada y no se ha enviado al laboratorio, no se debe eliminar,
sino que enviar de todas formas especificando fecha y hora de la toma de muestra.
7. En caso de no disponer de estos medios de transporte:
a. La muestra se enviará de inmediato al laboratorio en un tubo o contenedor estéril con suero fi-
siológico.
Recomendaciones clínicas:
Recordar que el diagnóstico de infección es siempre clínico. El resultado del cultivo tiene utilidad para
conocer los agentes involucrados.
A temperatura ambiente, las bacterias aerobias y algunas anaerobias aerotolerantes pueden
permanecer viables por 72 horas en medio de transporte o en caldos de cultivo.
En pacientes que estén en tratamiento antibiótico, se puede tomar la muestra sin necesidad de
suspender el medicamento, pero se debe informar al laboratorio sobre el tratamiento.
No tomar muestras superficiales con tórulas debido a que estas, generalmente, están contaminadas
por múltiples microorganismos que no se correlacionan con el agente causal de la infección.
No olvidar al momento de identificación del envase, especificar sitio y tipo de muestra extraída.
97
Orientación Técnica | Manejo Integral del Pie Diabético
Anexo 8: Terapias Coadyudantes
Cierre al Vacío o Terapia con Presión Negativa Tópica
Desarrollada por los Dres. L. Argenta y M. Morykwas en 1993, es una manera de actuar positivamente
en el ambiente de la herida o úlcera aplicando presión subatmosférica. Básicamente su mecanismo
de acción es:
Remoción del excedente de líquido intersticial.
Transmisión de fuerzas mecánicas que estimulan la proliferación tisular.
Mantención de un ambiente húmedo.
En las UPD se utiliza para rellenar cavidades de más de 1,5 cm de profundidad, o cuando la úlcera
está infectada o con colonización crítica con cambios cada 48 hrs, hasta conseguir rellenar la lesión
o la limpieza de la úlcera, ojalá en un período máximo que no supere los 20 días, utilizando presiones
de 125 mmHg en forma intermitente o ondulante con exudado escaso o moderado; utilizar presio-
nes de 150 a 200 mmHg en forma continua cuando el exudado es abundante. La instalación de la
terapia se puede realizar en sala de procedimiento, en el centro de salud o en la cama de la persona,
en condiciones asépticas. El procedimiento consiste en aplicar una esponja en la lesión, sellar con un
apósito transparente adhesivo y conectarla a una manguera que está acoplada a una máquina que
realiza la aspiración de los fluidos; es necesario regular las presiones de uso. (65) En pacientes con
hueso expuesto, músculo o tendón, aplicar tull de silicona o hidrogel sobre éstos, antes de aplicar la
esponja en la lesión. La esponja que trae el sistema es de poliuretano, de color negra, y sus poros de-
ben ser de 400-600 micrómetros de diámetro para asegurar el crecimiento tisular. También existen
esponjas de polivinilo alcohol, de color blanco, reticulada, estéril, que están aprobadas por la Food
and Drug Administration (FDA) para contacto directo sobre tendones, músculo o hueso. (9)
Terapia con Oxígeno Localizado
Es la administración tópica de oxígeno húmedo a presión positiva en un área aislada del cuerpo, tal
como las extremidades superiores e inferiores, para resolver algún problema de heridas o úlceras de
difícil manejo. Es preciso destacar que el Oxígeno Localizado no es Oxígeno Hiperbárico. Este últi-
mo tiene bastante evidencia internacional, pero no se recomienda su uso en pacientes hipertensos
descompensados.
La terapia de oxígeno localizado trata con éxito y ayuda de forma localizada a las UPD neuroisqué-
mica, en las cuales se puede observar resultados a partir de la tercera semana, dependiendo del tipo
de lesión, su gravedad y la intensidad del tratamiento. Para aplicar esta tecnología se debe lavar
la lesión, desbridar si fuera necesario e introducir la extremidad a la cámara con la úlcera abierta,
sellar la cámara y programarla para que entregue 100% de oxígeno a 50 mbar por un período de 2
horas. Posteriormente se cubre con apósitos de tercera generación, según exudado y porcentaje de
esfacelo y tejido necrótico.
El protocolo se deberá aplicar diariamente o día por medio durante el primer mes. A partir del se-
gundo mes aplicar dos o tres veces por semana hasta llegar al tercer mes donde se aplicará una vez
a la semana. Luego se continúa con CA hasta alcanzar la cicatrización total.
La terapia se debe suspender cuando la lesión alcance 1,5 cm de extensión porque si se sigue ad-
ministrando, la úlcera comienza a aumentar de diámetro. En las UPD neuroisquémica los resultados
son excelentes. (66)
98
Orientación Técnica | Manejo Integral del Pie Diabético
Anexo 9: MUST (Malnutrition Universal Screening Tool)
99
Orientación Técnica | Manejo Integral del Pie Diabético
Anexo 10: Screening de Riesgo Nutricional, NRS 2002 (Nutritional Risk Screening
2002)
100
Orientación Técnica | Manejo Integral del Pie Diabético
Anexo 11: Fórmula Método Carrasco
Método Carrasco para determinar gasto energético en reposo (Kg/día)
Normopeso 23,6 ± 3,3
Sobrepeso 20 ± 2,0
Obesidad 19,0 ± 1,8
Obesidad Mórbida 17,0 ± 1,8
Anexo 12: Fórmula Mifflin para determinar gasto energético en reposo
Mujeres (10* kg)+ (6.25* cm) - ( 5 * edad)-161
Hombres (10* kg)+ (6.25* cm) - ( 5 * edad)+5
A esta fórmula debe agregarse el factor de actividad y patológico si corresponde.
101
Orientación Técnica | Manejo Integral del Pie Diabético
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